sábado, 17 de noviembre de 2007

La Historia entre "Derechazos" y "Zurdazos"

Mussolini,Hitler,Robespierre, los tres originariamente se sentaban a la izquierda...y terminaron a la derecha.No siempre a un izquierdazo sigue un derechazo...





No sé bien cómo habrá sido la sinapsis de mis neuronas operando en vaya a saber cúal circunvalación cerebral para que la Historia me agradara desde infante. En cambio tengo bien asumido que las oportunas, casuales e iniciales lecturas en casa de amigos y familiares, los viernes de lectura en el sexto de mi escuela No.4 de Mercedes con la querida Iris Caputto de Uriarte y la buena didáctica liceal en el 2do.año de Nenela González Albín, más el cine, hicieron el resto.
Pasé por las habituales etapas de la comprensión del suceso pasado, atrapado por la anécdota fáctica, el hecho virgen sin cosmetológicos adornos, puro alimento para la fantasía del adolescente. El coraje de los hermanos Gracco, plebeyos romanos en pos de los derechos populares, aunque después me enteré en otra etapa de mi formación que en verdad eran patricios de alcurnia que estaban cercanamente emparentados con el círculo regio de los Escipiones. Comencé desde entonces a pensar que para enamorar a Clío, esa musa que nos embriaga de preteridades, la tarea es asaz complicada y esquiva. No es como en la poesía según los consejos de Rubén Darío que pro clama que cuando una musa dé a luz queden las ocho restantes encintas en el más lujurioso alegato de creatividad salvaje que he escuchado.
En el catecismo de Nuestra Señora de las Mercedes aprendí que la Historia es lineal: Vida, Muerte y Resurrección. O Génesis, Caída, Perdón, Apocalipsis y Juicio Final. Pero en el Liceo enseñaron más o menos lo mismo pero con distinto signo. Que hay etapas en la humana existencia.
Carlitos Marx, que me lo mostraban hasta en la sopa, así las describía: Esclavitud, Feudalismo, Dictadura del Proletariado y Sociedad sin Clases. Exactamente como lo dice el Frente Amplio:”Todo cambia”…y no cambió nada! Pero el cristianismo cerraba la Historia con el Juicio Final entre mortíferas explosiones. El marxismo no dejaba una materia pendiente pues su determinismo y dialéctica de las transformaciones con el adjunto peso de las contradicciones necesarias plantaba un secreto no dicho desdel a cátedra:¿Qué vendría después de la Sociedad sin Clases? ¿El "Gran Hermano" de Orwell? ¿Una castiza anarquía?
Hoy sabemos que el alemán enterrado en Inglaterra marró. Y las piedras del derruido Muro de Berlín por 1989 sirvieron de lápida al epitafio de su error. Como en el Liceo mis profesores eran Laicos también me enseñaron que el materialista Carlitos Marx copió el Método Dialéctico a un espiritualista. Hegel. Aprendí los momentos del procedimiento: a una Tesis le sobreviene su contrario, es decir una Antítesis, produciéndose una colisión que hace parir una Síntesis de un nuevo proceso. La Síntesis se transforma ahora y otra vez en Tesis y a ésta le surge una Antítesis en ciclo eterno por los siglos de los siglos, sin amén, hasta el punto final de un Apocalipsis Now o el Big Bang cósmico en que todos, o los que por entonces vivan, o hayan quedado para semilla, padecerán la bomba definitiva quedando como la garza de Pavón, mirando para la fiambrera. Los muertos antiguos resucitarán para sumarse a los contemporáneos y desfilar juntos ante el tribunal supremo.
A todo esto llegué en mi carrera estudiantil al Instituto de Formación Docente -ex Normal- encontrándome con notables maestros. Que con gran probidad intelectual me mostraron las “dos bibliotecas” del conocimiento para que en opción personal eligiera los anaqueles de la que mejor me pareciera. Elegí….en general en forma muy distinta a las preferencias de ellos. Contribuyeron a enseñarme -lo reconozco desde el alma profunda- que el Hombre es hijo de la Libertad y no de determinismos pre establecidos. Yo elijo…tu eliges…todos elegimos y por ende las opciones de vida no tiene por qué ser iguales, mecánicas, copiadas.
Ese descubrimiento me provocó una gran desilusión. Cuestionó el valor de la Historia.¿Para qué sirve?, me pregunté. No es ella ninguna garantía predictiva. Cada generación elige en libertad su mejor parecer sin estar atada necesariamente a los modelos o cánones del ayer lejano e inmediato.¿Y para que sirve entonces? ¿Por qué satura las horas en los currículos escolares? Porque actúa como un parte meteorológico. Pronostica. Pero jamás habrá certezas que un temporal inunde de repente el anuncio infalible del ignoto o conocido predictor de turno. Un pequeño o gran detalle que haya omitido, produce la debacle. En Historia ese “pequeño o gran detalle” es la imprevisble Libertad. Hace cambiar lo que las presuntas leyes de la Historia habrían advertido ocurriría.
El Uruguay tiene un hombre honrado en el Gobierno que es el Ministro Mujica de Ganadería, Agricultura y Pesca. Aparece como el máximo publicista de ideas, en dura puja con lo que fue el finado nacionalista Ferreira Aldunate por las conquista del podium más alto de los criollos motivadores de conciencia. El hombre entiende de muchas cosas y las expresa mejor, con el gesto, la palabra y un estilo entre humorístico, irónico y chabacano. Lástima que sólo cree en la Historia determinista, es decir la exenta del compromiso catalizador de la Libertad que produce sobresaltos al “ya está escrito” porque "así ocurrió antes". Creyó que era la anunciada hora de la Revolución y tomó las armas contra un gobierno de legitimidad democrática. Se equivocó y fue co-responsable de ponerle alfombra roja a dictadores militares usurpadores y civiles aprovechadores. Creyó que desde el gobierno en sus manos, arreglaba la producción agropecuaria mediante el seguro respaldo de los alcanzados votos multitudinarios. No ha arreglado nada. Lo bueno que muestra el sector ha sido, sin su humana intervención, sino por el peso de favorables factores exógenos que han puesto por ahora los precios de los productos de la tierra al alza notoria en los mercados internacionales. Creyó que sabía de todo. Los demás eran, según los calificaba en pleno rostro con chanza de alegre y jovial perdonavidas, sarta de "nabos",“giles”,"chorizos"y “cajetillas”que vivían, los últimos, sobre todo, en el muy montevideano barrio de Pocitos, coqueto y distinguido, donde justamente su Movimiento ganó por demolición las elecciones generales, un cantón que parecía iba seguir siendo reducto ultra conservador.
Más se entonaba en sus dicteriosas descalificaciones hacia el prójimo interlocutor cuando tenía ramilletes de micrófonos dóciles ante sí, tan amateurs en manos de periodistas novatos u obsecuentes sin capacidad de repreguntar o superar la barrera de quedar en ridículo ante el cómico y poderoso ministro. Se creía el sereno nocturno del Cementerio,¡el único vivo! Ahora está armando su última gran equivocación pregonando desde sus oráculos radiales o de televisión que “si fracasa la izquierda viene un derechazo” como que ese fenómeno no ha ocurrido universalmente sin llegar a catástrofes sustitutivas. Al contrario. En su interpretación ahora está obligado a apaciguar y resistir el relajo irreversible que tiene el Frente en su desmadrada interna.
Se metió con la Historia en catedrático anticipo que nadie domina a la niña Clío.
La mayoría de las veces los “derechazos” se han debido a las groserías impotencias absolutistas de la izquierda y no han procedido de otras tiendas.Y en otros casos no han existido “derechazos”, sino reconvertidos zurdazos malevos. El zurdo Robespierre implantó el “Terror” y eso que era el “Incorruptible”. ¡Cómo para que no viniera Napoleón a los sablazos y con Códigos civilizatorios!
Al socialista Alejandro Kerensky de 1917, laborista y conciliador, lo sacaron de un ala Lenín y Stalin, matando a millones de pobre rusos.Benito Mussolini era el Director de “Avanti”, periódico oficial del Partido Socialista que luego creó el Fascismo italiano.
Hitler era el Füher del Partido Nacional Socialista de los Trabajadores alemanes.
Fidel Castro en Cuba hace 48 años que es monarca cubano que no quiere saber nada de “pluralismos de porquería” .
Aquí en el Uruguay ya han aparecido “decretos” y promesas de “vetos" y los casos Soloducho ( se le quedaron con la fábrica) , los Chifllet ( renunció a su banca socialista por la desviación cruel de la promesas) , los Leborgne ( quita de su ciencia competitiva en la salud pública), el acoso al Poder Judicial con denuncias expresas de la Asociación de Magistrados por las presiones del Ejecutivo, los juegos de prestigiosas Secretarías Generales que se mueven entre la misa y el campanario. Si acaso, como quizás ocurra de no haber un giro copernicano, no vendrá un “derechazo”, sino una reivindicación enancada en partidos democráticos. Ciertas personas deberían volver a cultivar pacíficas y fragantes flores, más cuando el antiguo guerrillero Zabalza, en libro promocionado, solo criticado ad hominem, pero no en sus contenidos reales y concretados, anunció que sectores del izquierdismo prepararon asonadas en la restauración democrática y aún piensan en el camino de las armas para asegurarse el poder. Aquí tienen 170 años de historia agrupaciones que crearon, pese a todas las peripecias del vivir, a sus errores, a las detectadas y corregibles corrupciones del pecado original, una herencia bendita llamada Uruguay. No mancillarla.

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