La civilizacion de Eduardo Franco, el sanducero, a 40 grados de Amor.
*Eduardo Franco:"Hay 40 Grados,nena"...
El estribillo prendió fuerte en la década de los 80 y sus ecos, de vez en cuando, resuenan hoy como una veterana chicharra canora y renacida.-“Hay 40 grados nena…hay 40 grados nena…que yo voy a explotar…jugando en el agua las olas, yo te quiero besar…hay 40 grados”.No hay cortina musical, radial o televisiva, que se haya sustraído en alguna oportunidad al abrojo de su emblema estival.
Seguramente que sin intenciones muy filosóficas, aunque efectivas, el inolvidable Eduardo Franco y “Los Iracundos” que lideró, señalan el objetivo, termómetro en mano y habitual ritmo pegadizo, del fundamento de la “Civilización del Amor” en estos tiempos del amenazante aedes agyptis y de la más real y concreta inseguridad ciudadana. De aquella Civilización ya están marchitas las flores que blandieron los perimidos hippys. Para amar –que no es otra cosa que creación pura en sus formas más excelsas- debe estar presente sine qua non, según el mensaje de la banda sanducera, el estímulo térmico. No en el soso perfil evaluatorio del ex Ministro Díaz.
A relación de mayor intensidad, más cuantificable será el efecto. No alcanza con los pálidos e insuficientes calores que hemos tenido a esta avanzada altura de noviembre…pero ya vendrán y tendrán que prepararse los que no estén maltrechos por edades provectas. El erótico mercurio deberá subir a 40.-“Hay 40 grados nena y te quiero besar”, que insiste con esa hermosa voz ronquita el super Franco, que Dios lo tenga en su gloria.
La de Eduardo Franco es la tesis del clima como factor decisivo para explicar el origen de la Civilización que, en prosa más sesuda e intelectual, cantidad de historiadores u hombres de consulta y de cátedra, desde Aristóteles pasando por Montesquieu o el gran abanderado de la idea Ellsworth Huntington, han establecido en sus propuestas mayores. Acotemos que Civilización es la forma más evolucionada de progreso social por suponer un dominio sobre el medio ambiente, cierto grados de conocimientos tecnológicos sustentables, leyes, artes, códigos morales, organización política sólida y basada en la ética de la responsabilidad etc.y…¡felicidad! (Por favor:no confundir “progreso” con “progresismo”).Para el caso de la felicidad, como la búsqueda síntesis de los componentes precedentes para armonizar sanamente las relaciones individuales y colectivas. Por supuesto que se puede ser feliz sin andar en cohetes espaciales, pongamos.
-¿Viento Norte o Pamperadas?-
Huntington entendía que el clima ideal para estimular los más aptos procesos civilizatorios, debe recorrer la media entre los 4º grados –aconsejable para el desarrollo de la actividad mental-y los 20 –sugerible para el mejor despliegue físico-; con una humedad promedial del 75%; y oportunamente algunas tormentitas y ciclones que creen variables atmosféricas de buen y mal tiempo, necesarias por acción catalizadora, especialmente cuando la atmósfera queda límpida tras el temporal. Tan diáfano era el cielo del Mediterráneo –“ que no había brumas en el horizonte cultural de los antiguos griegos”- generando los Sócrates, Pitágoras, Sófocles, Pericles, Platón, Fidias, Hipócrates ….
El florecimiento de brillantes culturas es la consecuencia de climas hospitalarios. El cambio aparejó derrumbes de las asociaciones humanas protegidas en esa benignidad que achata los quehaceres.
Muy afín a la teoría climática, está la que fija los ciclos de prosperidad creativa y de declinación en las modificaciones de los índices de fertilidad de la tierra. Se reduce la feracidad por abusos o por defectuosos sistemas de cultivos cuyo corolario es la regresión, fatal e inexorable.
Actuales lugares inhóspitos, donde comunidades sobrevivieron en penosa lucha contra el medio hostil, fueron en su momento vergeles. Variantes en el clima, o ataques a la geografía con saña, provocaron magnicidios culturales. ¿Qué fue de “la Media Luna de las Tierras Fértiles” que engarzaba la Mesopotamia del Eúfrates y el Tigris con Fenicia, Palestina y el valle del egipcio Nilo?¿Qué del fértil Sahara? En Mesopotamia el desvío artificial de ríos y la excesiva canalización provocó, por mayor evaporación, la salinización que el viento desparramó por los cultivos, aniquilándolos.
Los mayas precolombinos habían alcanzado ciertas destrezas y conocimientos -por ejemplo en astronomía y matemáticas- superiores a sus contemporáneos y desconocidos medioevales europeos pero, para preparar las sementeras y ganarle al rápido crecimiento de la vegetación tropical, incendiaban los campos destruyendo los básicos microorganismos edáficos, fundamentales a la síntesis del nitrógeno que asimilan las plantas, tanto como el hombre necesita del oxígeno. Adiós así a los prósperos cultivos de maíz y una de las más recientes explicaciones del mayor recibo para entender el origen de las famosas y abandonadas ciudades del Yucatán que las cubrió la selva de desolación sin anotarse efectos y signos externos de destrucciones por catástrofes sociales o telúricas. Fue simplemente el apresurado agotamiento de las tierras de labranzas. No alcanzaron los horripilantes sacrificios humanos para restaurarle "sangre" y humus a la tierra, perdida la fertilidad. La solución estaba en darle vida y no muerte con fuego a las invisibles y minúsculas bacterias subterráneas….
-El Gran Saboteador.-
Lo descrito – a crédito de credibilidad- es un acto aleccionante de la Historia y pone a consideración la responsabilidad del hombre actual, saboteador del clima y de la tierra en cuota parte , pues muchos de los males que se le acusan, digámoslo también, no lo son tantos desde que guarismos que hoy se consideran preocupantes, fueron superiores cuando no existía el “homo faber” y sí el pobrecito “homo habilis”. Un volcán en erupción lanza a la atmósfera más dioxinas que mil Botnias juntas. Si señor!
Esta veta de exclusivas teorías geográficas, respetable en algunas de sus afirmaciones ,más que de otras, no tiene pues validez absoluta y admite ciertas críticas de oposición.¿Por qué, al no haber variado condiciones mayores de clima , o mejor las geográficas, pueblos hoy asentados donde ayer florecieron brillantes civilizaciones, perdieron las energías creativas? En eventual oportunidad, con otras explicaciones , intentaríamos fundar los vacíos y debilidades de la hipótesis del clima, aunque ya insinuados en notas anteriores.
En tanto, todo el Uruguay se apresta por estos días del penúltimo mes de año, vísperas del verano austral, para tostarse al sol cerca de mares y ríos. Consumiremos energía apolínea que penetra por la piel sintetizando el calcio y otros nutrientes y vitaminas. La fotosíntesis nos seguirá prodigando vegetales, y el tapiz de la pradera natural el oro de proteínas accesibles. De tal forma, nuestras baterías mentales estarán bien cargadas como para seguir muy campantes con nuestra “civilización a la uruguaya”, donde pobres y ricos sobreviven, trabajando o no trabajando. Rotando blancos, colorados y frentistas en el poder. Con procesos o sin procesos. Con presos o con absueltos. Con Panes y Mides... o con Peces de ¡alta mar! Con liberalismos o proteccionismos. Con puentes cortados o no.Con TLC o con mercosures. ¿Hasta cuándo? No importa.“-Hay 40 grados nena”….
Si llega otra vez el invierno -¡qué nos importa la fábula de La Fontaine!- al frío también lo combatiremos con 40 grados de amor!
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