"Su amado se liberó de albedríos y quimeras,"
cantó Marìa, la poeta del cantábrico, María la de Astiz
y la fragancia de su voz muy clara llegó a mi país.
Pobre hombre, pobre mujer, estériles de primaveras
solo tendrán en lánguido transcurrir,otoños e inviernos,
muy de seguro caerán sobre sí los pesares del averno.
Qué triste ...la paloma volverá a la jaula
pobre niño irredento, con calor...mas sin aula!
A María le encantó y asi lo manifestó
al uruguayo mercedario, este enlace rococó |
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