¡Yo también Don Carlos E. de Mello! Pero Ud. ha Tenido más Éxito. ¿Yo? Aún Aguardo"...
Eran en origen los charrúas tan veloces corriendo que empardaban a los ñandúes.Cuando loa españoles trajeron caballos , perdieron velocidad pedestre y se hicieron, en cambio adaptativo, diestros jinetes . A las aves zancudas, antes que correrlas, las pialaban con infalibles. boleadoras.
Tabaré es una recreación de un poeta romántico como Juan Zorrrilla de San Martín.Era por otra parte mestizo de indio y blanca, con ojos celestes. Lo que no creo es que coincidiera la visión del poeta con la interpretación que surge clarísima del escultor de ancestro alemán que implantó, en la ciudad de Dolores, la figura del personaje con una sorprendente y travestida delicadeza, casi femenina, en sus dos manos "quebradas· y felino andar en punta de pie, más propio para una pasarela de actuales desfiles de moda. De esa manera - y existen otras muy sutiles- es que se desfiguran las historias.Antes...y ahora!
Tabaré es una recreación de un poeta romántico como Juan Zorrrilla de San Martín.Era por otra parte mestizo de indio y blanca, con ojos celestes. Lo que no creo es que coincidiera la visión del poeta con la interpretación que surge clarísima del escultor de ancestro alemán que implantó, en la ciudad de Dolores, la figura del personaje con una sorprendente y travestida delicadeza, casi femenina, en sus dos manos "quebradas· y felino andar en punta de pie, más propio para una pasarela de actuales desfiles de moda. De esa manera - y existen otras muy sutiles- es que se desfiguran las historias.Antes...y ahora!
¡Yo también don Carlos de Rivera! salí, al igual que Ud. , a refutar al colorado Julio María Sanguinetti contra su charrúafobia edulcorada.Estas "Charadas" son uno de los testimonios. (19 y 25 de abril de 2009)
Intenté respuestas en El País de Montevideo, que fue donde se documentó en origen la apostasía.Nada aún. Destaco al momento lageneralidad en otros medios dando solo la visión del político riverista. Algunas asociaciones indigenistas siguen,incluso, ¡¡borradas!!.
No peco de ingenuo.El hombre se retiró invicto.Nunca perdió una elección si se postulaba a la presidencia de la república.Todo eso tiene valor residual y pone bozal a muchos que, pudiendo hablar, no lo han hecho.
En homenaje a su capacidad para sortear barreras, mi reconocimiento. Transcribo lo suyo publicado hoy en El País de Montvideo en la sección ECOS.
Sincera acción que puedo hacer en reciprocidad solidaria con unas mismas líneas de pensamiento.
Alfredo Saez
....
El Charruísmo
...y el etnocidio de Salsipuedes
Carlos E. de Mello Rivera
@ "Respecto de una nota del Dr. Julio Ma. Sanguinetti publicada en su editorial de El País de 19 de abril de 2009; soy de los que creía que nadie le iba a contestar a Sanguinetti. Pensé que no valía la pena.
Hay tanta investigación, tantos libros y tantas conferencias acerca de este tema, de blancos, frenteamplistas, independientes y hasta investigadores de su mismo partido, que se contesta solo. Por no hablar de Pivel Devoto del Partido Nacional, o los jóvenes investigadores de izquierda como Gerardo Caetano y Nelson Caula; por no hablar de antropólogos como Daniel Vidart, o estudiosos independientes como Danilo Antón (`Uruguay pirí:` título del libro que usé para mi canción homónima grabada por Numa Moraes, y que `pirí` quiere decir `toldería` en idioma charrúa). Ese artículo pobrísimo se podría contestar con apenas un título de un ilustre investigador, periodista y abogado de su propio partido, el Partido Colorado, que se llama Carlos Maggi, editorialista del mismo diario El País, y que escribió recientemente una contundente obra titulada: `Artigas y su hijo el Caciquillo`. Por supuesto el hijo de Artigas referido es charrúa.
Lo sorprendente es que el ex presidente diga que `tan poco genocida fue el choque (sic) de Salsipuedes, que murieron según se supone, unos 40 charrúas y 300 fueron hechos prisioneros y llevados a Montevideo`. Los 300 que `se supone` que fueron llevados a Montevideo, se fueron a pie desde Paysandú en una caravana de esclavos escoltados por los soldados de Rivera, y que fueron muriendo por el camino, niños y madres embarazadas. Y los pocos más fuertes que pudieron llegar lloraban de tal manera en el puerto de Montevideo `que hacían insoportable la apacible siesta del patriciado montevideano`, según documentos públicos que están bajo la custodia de la Biblioteca Nacional.
`¡Don Frutos matando amigos!`, fue la frase que alcanzó a pronunciar el cacique charrúa herido de muerte por Rivera, cuando ingenuamente le abrió la puerta de su casa y de su pueblo en el arroyo Salsipuedes.
Pero debo darle la razón en esto a Sanguinetti: no fue un genocidio.
Genocidio hizo Hitler que mató a millones de judíos pero no pudo exterminar a la raza judía. Lo del Partido Colorado en el poder y el Presidente Rivera fue simplemente un `etnocidio` pues exterminó totalmente una etnia. Esto es: exterminó algo más que una raza: borró una cultura de la faz de la tierra. Los cuatro `ejemplares` que quedaron vivos en el puerto de Montevideo fueron llevados a París para ser exhibidos ante los europeos como bichos raros americanos: los caciques Tacuabé, Guyunusa, Vaimaca Pirú y Senaqué. La nobleza americana.
Y que no venga a descubrir ahora el Dr. Sanguinetti a los pacíficos guaraníes, como si se pudieran contraponer a sus hermanos indios, los rebeldes charrúas, por más que hubieran habido guerras entre hermanos.
Quienes escoltaron al pueblo oriental en el Éxodo y no permitieron que los portugueses ni otros maleantes se acercaran, fueron los charrúas.
Quienes esperaban a Artigas en Tacuarembó cuando éste se sentía traicionado por el gobierno de Buenos Aires, era la Nación Charrúa, `el centro de mis recursos` decía Don José y se perdía en las grutas de Arerunguá en Tacuarembó con sus amigos indios y con sus lanceros negros, comandados por el poeta y comandante Ansina. Ese fue el componente étnico de la revolución artiguista. Revolución que todavía nos inspira, e inspira a las grandes mayorías políticas de este Uruguay democrático.
Bueno, no da para más. Con todo respeto, tengo grandes raíces y amigos en el Partido Colorado. Alguien me preguntó por qué no le contestaba a Sanguinetti. Y yo le dije que quién soy yo para contestarle a un ex presidente. Apenas un elector que no está entre los electores del Partido de Fructuoso Rivera que se deben creer que traicionar a un amigo indio o negro es cosa que está bien.
Sé que no todos los colorados piensan así. Y sé también que en esta hospitalaria tierra charrúa, hay lugar para todos."
Otro tren perdido...
finaliza don Carlos Mello de la ciudad de Rivera. ¡Salud!
......
Post Scriptum: Apenas insertada esta Charada, anoto que hoy, se hace lugar a mi escrito.En tanto algunos editores involucrados siguen en el "si te he visto no me acuerdo".a.s.s.
Intenté respuestas en El País de Montevideo, que fue donde se documentó en origen la apostasía.Nada aún. Destaco al momento la
No peco de ingenuo.El hombre se retiró invicto.Nunca perdió una elección si se postulaba a la presidencia de la república.Todo eso tiene valor residual y pone bozal a muchos que, pudiendo hablar, no lo han hecho.
En homenaje a su capacidad para sortear barreras, mi reconocimiento. Transcribo lo suyo publicado hoy en El País de Montvideo en la sección ECOS.
Sincera acción que puedo hacer en reciprocidad solidaria con unas mismas líneas de pensamiento.
Alfredo Saez
....
El Charruísmo
...y el etnocidio de Salsipuedes
Carlos E. de Mello Rivera
@ "Respecto de una nota del Dr. Julio Ma. Sanguinetti publicada en su editorial de El País de 19 de abril de 2009; soy de los que creía que nadie le iba a contestar a Sanguinetti. Pensé que no valía la pena.
Hay tanta investigación, tantos libros y tantas conferencias acerca de este tema, de blancos, frenteamplistas, independientes y hasta investigadores de su mismo partido, que se contesta solo. Por no hablar de Pivel Devoto del Partido Nacional, o los jóvenes investigadores de izquierda como Gerardo Caetano y Nelson Caula; por no hablar de antropólogos como Daniel Vidart, o estudiosos independientes como Danilo Antón (`Uruguay pirí:` título del libro que usé para mi canción homónima grabada por Numa Moraes, y que `pirí` quiere decir `toldería` en idioma charrúa). Ese artículo pobrísimo se podría contestar con apenas un título de un ilustre investigador, periodista y abogado de su propio partido, el Partido Colorado, que se llama Carlos Maggi, editorialista del mismo diario El País, y que escribió recientemente una contundente obra titulada: `Artigas y su hijo el Caciquillo`. Por supuesto el hijo de Artigas referido es charrúa.
Lo sorprendente es que el ex presidente diga que `tan poco genocida fue el choque (sic) de Salsipuedes, que murieron según se supone, unos 40 charrúas y 300 fueron hechos prisioneros y llevados a Montevideo`. Los 300 que `se supone` que fueron llevados a Montevideo, se fueron a pie desde Paysandú en una caravana de esclavos escoltados por los soldados de Rivera, y que fueron muriendo por el camino, niños y madres embarazadas. Y los pocos más fuertes que pudieron llegar lloraban de tal manera en el puerto de Montevideo `que hacían insoportable la apacible siesta del patriciado montevideano`, según documentos públicos que están bajo la custodia de la Biblioteca Nacional.
`¡Don Frutos matando amigos!`, fue la frase que alcanzó a pronunciar el cacique charrúa herido de muerte por Rivera, cuando ingenuamente le abrió la puerta de su casa y de su pueblo en el arroyo Salsipuedes.
Pero debo darle la razón en esto a Sanguinetti: no fue un genocidio.
Genocidio hizo Hitler que mató a millones de judíos pero no pudo exterminar a la raza judía. Lo del Partido Colorado en el poder y el Presidente Rivera fue simplemente un `etnocidio` pues exterminó totalmente una etnia. Esto es: exterminó algo más que una raza: borró una cultura de la faz de la tierra. Los cuatro `ejemplares` que quedaron vivos en el puerto de Montevideo fueron llevados a París para ser exhibidos ante los europeos como bichos raros americanos: los caciques Tacuabé, Guyunusa, Vaimaca Pirú y Senaqué. La nobleza americana.
Y que no venga a descubrir ahora el Dr. Sanguinetti a los pacíficos guaraníes, como si se pudieran contraponer a sus hermanos indios, los rebeldes charrúas, por más que hubieran habido guerras entre hermanos.
Quienes escoltaron al pueblo oriental en el Éxodo y no permitieron que los portugueses ni otros maleantes se acercaran, fueron los charrúas.
Quienes esperaban a Artigas en Tacuarembó cuando éste se sentía traicionado por el gobierno de Buenos Aires, era la Nación Charrúa, `el centro de mis recursos` decía Don José y se perdía en las grutas de Arerunguá en Tacuarembó con sus amigos indios y con sus lanceros negros, comandados por el poeta y comandante Ansina. Ese fue el componente étnico de la revolución artiguista. Revolución que todavía nos inspira, e inspira a las grandes mayorías políticas de este Uruguay democrático.
Bueno, no da para más. Con todo respeto, tengo grandes raíces y amigos en el Partido Colorado. Alguien me preguntó por qué no le contestaba a Sanguinetti. Y yo le dije que quién soy yo para contestarle a un ex presidente. Apenas un elector que no está entre los electores del Partido de Fructuoso Rivera que se deben creer que traicionar a un amigo indio o negro es cosa que está bien.
Sé que no todos los colorados piensan así. Y sé también que en esta hospitalaria tierra charrúa, hay lugar para todos."
Otro tren perdido...
finaliza don Carlos Mello de la ciudad de Rivera. ¡Salud!
......
Post Scriptum: Apenas insertada esta Charada, anoto que
2 comentarios:
El estimado Carlos E. de Mello ha publicado otro comentario sobre los charrúas en la revista digital de Rivera, el que también puede leerse en mi blog. Por suerte vi que publicaron su respuesta en montevideo.com. Adelante con el blog y suerte
Don Carlos:
Satisfacción segurmente mutua en lo personal, aunque acotada en el fin general que es se respete el adecuado uso de la historia sin finalidades discutibles y, decididamente, inaceptables en el devenir de la existencia de la humanidad.
Atte
Alfredo Saez
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