martes, 21 de abril de 2009

A Estudio, Redescubiertas Pinturas Decorativas de 1868 en la Nave de la Catedral de Mercedes.

Litografía de 1869 que muestra al frente la humildísima Capilla Nueva de una solo torrecita erigida en 1788, decisivo paso en el proceso fundacional de Mercedes. Detrás, la primera torre de la actual Catedral, finalizada por 1920. El hallazgo de esta fuente documental develó dudas sobre la capilla levantada por el fuundador de Mercedes, el padre bonaerense Manuel Antonio de Castro y Careaga. Las últimas generaciones de mercedarios no tenían testimonios gráficos de un bien que fue destruido para dar lugar a la erección del nuevo templo, el que llega hasta nuestros días. Se presume que junto a ella don José Artigas, luego del Grito de Asencio y toma de Mercedes, lanzó el 11 de abril de 1811 su célebre Proclama que llamó a armas a sus com patriotas orientales contra el arbitrario régimen ibérico.



<--En la semana anterior, se hallaron de casualidad en la catedral de Mercedes pinturas decorativas que procederían de 1868, año en que se derruía la Capilla Nueva de Mercedes de 1788 para construir, gradualmente, el actual templo catedralicio. Investiga la Comisión Nacional del Patrimonio Cultural de la Nación con sus expertos en arte sacro.(Foto "Crónicas" de Mercedes.)-V
A la derecha del lector,post bellísima verja,rectágulo anaranjado, piedra fundacional de Mercedes cuando en 1788 se construía Capilla Nueva. Hay que recuperar de las inclemencias del tiempo esa pétrea reliquia histórica, cargada de tanto simbolismo tangible.->

El 16 de abril anterior, mientras unos obreros preparaban trabajos de pinturería en una columna de gran fuste de una de las naves de la principal Iglesia católica de Mercedes, hallaron una extraña pintura de estilo decorativo, más próxima al arte musulmán con sus arabescos, que al cristiano, que éste abunda en figuras humanas potenciadoras de su expresión estética, prohibidas en aquél.
Momentáneamente se suspendieron en el lugar del descubrimiento las tareas de avances y se comunicaba en tanto a la Comisión Nacional del Patrimonio Cultural de la Nación, que administra por Ley los declarados monumentos históricos el suceso a los efectos de tomar decisiones y, fundamentalmente, satisfacer y develar interrogantes de arte sacro en el acontecimiento que nos ocupa.
La capital de Soriano es ciudad catedralicia. La majestad del templo, puesto bajo la advocación de Nuestra Señora de las Mercedes, tiene hermosa arquitectura ecléctica. Frontón griego; tres torres bizantinas con la mayor de atrayente proporcionalidad renacentista ; arcos de medio punto en sus columnas de base cuadrangular tras superarse una escalinata de marmóreos y exiguos escalones de acceso. Todo, luego de trasponer un jardín a cielo abierto protegido por una rigurosa verja callejera que artesanos del hierro diseñaron y forjaron con manos primorosas.
Las tres naves de su interior equilibran las emociones del sentimiento de religiosidad en esa penumbra mortecina del ingreso la que, inmediatamente, será un estallido de luz transfigurada ante el fluir de ondas desde las alturas del crucero y del ábside.
El altar, amplio y elegante, permite que se concatenen las visiones interiores del alma con las externas, arribado el tiempo en que las liturgias sacerdotales de los principales misterios y sacramentos alientan la fe de los parroquianos creyentes convocados durante la euscaristía o el sermón.
¡Cuán distante aparece la iglesia de la calle Antonio de Castro y Careaga -homenaje del nomenclator laico al clérigo bonaerense fundador de la urbe soriana- en su externalidad de mampostería y bellísimos mosaicos de brillantina atornasolada en las fuscias cimas cupulares que son mojón celestial - lugar del enclave durante más de doscientos años de gran mirador urbano del sinuoso río Negro- si acaso la comparamos con la humilde capillita erigida en 1788!.
Fue tal su influencia convocante de vecindades multirraciales, mestizas diríamos, postrimerías del siglo XVIII, que el cercano paso de la Calera Real (1722) sobre el arroyo Dacá, afluente del Negro, fue desplazado como indicador del pago y se modificó la toponimia.Ahora se viajaba o se abandonaba, según la simple brújula de cada cual en sus intenciones, a la “Capilla Nueva”…de Mercedes, en caso de darle más afinación a la orientación para los más descriptivos en sus afanes de comunicación oral.
Por 1868 la Capilla Nueva, ya agotada, cansada, de pamperos y de ciertas hostilidades del micro clima de Mercedes, fatigantemente húmedo, portante de temperaturas extremas que superan abiertamente en promedios a otras latitudes más acordes a las naturales acechanzas de los alternados regímenes de fríos y calores, y propicio a las bajas presiones meteorológicas - que las sensaciones térmicas acrecientan- terminó derruida por piquetas y sustituida gradualmente por un proyecto más coqueto y magnificente en etapas que concluyeron por 1920, cuestión de acompasar el lento pero firme crecimiento poblacional.
La memoria de los mercedarios padeció de amnesia y recidivas frecuentes y, al evocarse en 1988 el bicentenario de la fundación cívica, ya ni se sabía con certezas cómo era el plano descriptivo de Capilla Nueva, al punto que sólo con documentos literarios, no gráficos, algunos historiadores imaginaron el diseño que dibujaron. La verdad, sea dicha, que los profesores Washington Lockhart y Mario López Thode (fallecidos ambos) tuvieron buena imaginación y gran comprensión lectora pues sus trabajos resultaron convincentes al conocerse documentación calificada por signos de autenticidad y veracidad. Es que se encontró una litografía, cuenta el académico Manuel Santos Pírez, “realizada por A.Hequet y Cohas Hnos., año l 869” en el que nítidamente el tema simultáneo es la Capilla Nueva y el principio de los adelantos de la actual Iglesia. Extraña que así fuera pues estos testimonios se conocían a través de un dibujo de don Julio González de 1934 y de la mencionada litografía, “ambos incluidos entre unos apuntes en borrador del Padre Meny, presbítero de la parroquia de Ntra. Sra. de las Mercedes entre 1926 y 1943, destinados a un número extraordinario del diario “El Bien Público” de Montevideo, ocasión del Congreso Eucarístico Internacional”, agrega finalmente el Prof. Santos Pìrez.
Antes de los festejos del Bicentenario, López Thode encontró con su contingente cuadrilla de municipales, al intentar reordenar el jardín frontal, los cimientos de la Capilla original, confirmándose a plenitud la dimensión superficial de la planta.Los cimientos fundacionales fueron al poco tiempo vueltos a inhumar .
Cuando en 1788 se comenzó a construir la Capilla Nueva, se colocó una piedra fundacional con la inscripción “ . 788”.La piedra se esfumó, y reapareció por 1890 siendo colocada entonces en el costado del crucero. Cercanos los entonces muy publicitados festejos del Bicentenario de Mercedes en 1988, se la colocó en el jardín exterior, a la intemperie, sin ninguna protección de las inclemencias de los meteoros que antes detallábamos.
Muchas advertencias se han efectuado por distintos y preocupados voceros, pero nada se ha hecho en materia de preservación de ese rojizo y prismático símbolo tan tangible de un transcurrir tan histórico.Ojalá ahora, ante este nuevo capítulo motivacional del hallazgo de las pinturas, se blinde la piedra. Recuérdese, después de todo, que Jesús dijo: “Tu eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia”. Procedamos.

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