¿ Llegó la Hora de Reestructurar la Mitología Nacional del Indigenismo Charrúa?

Dr.Julio Ma.Sanguinetti ...........................................................Tacuabé

En un día tan especial como el de hoy, efemérides nacionalista e integracionista del pueblo mestizo que somos- 19 de Abril del Desembarco treintaitresino- una prestigiosa figura como el dos veces Presidente de la República, Dr. Julio María Sanguinetti, afirma, conmocionando seguramente a diversos círculos, que ha llegado la hora de revisar el mito creado en torno a la venerable axiología charrúa, esa que proporciona auto admitida identidad a esta nación multi racial, conformada por etnias caucásicas, negroides y mongoloides, verdadera conjunción de una población, al decir del antropólogo cultural brasileño Darcy Ribeiro, transplantada y testimonial. Observable todo en el predominio demográfico de caracteres raciales blancos, presencia notoria de la melanina africana en ciertos barrios metropolitanos como el Bajo y Alto Palermo y el Sur, y subjetividades mongoloides en los mitos comunes del coraje redentor de los orientales, expresos en amor a su tierra . Ya más objetivos los alcances, cuando los niños uruguayos , especialmente en el Litoral Oeste, más aún los sorianenses, apenas cortado el cordón umbilical de sus madres en las clinicas neonatalógicas del "Pereira Rosell", la "Española" , el "Británico", sistema FEMI y de Salud Pública estatal en el resto de la nación, muestran muy visible su "mancha mongoloide", factor epidérmico del registro que la Naturaleza hace de los ancestros aborígenes de nuestro indigenismo biológico. La Universidad Mayor de la República lo ha investigado, evacuando con veredicto afirmativo los estudios doctorales.
El acápite fundamental de la proclama del Dr.Sanguinetti, a la sazón editorial del importante diario "El País" de Montevideo de la fecha patria , el que apeló a sus conocimientos de hombre versado en historia general y sobre todo política, solventada además en aseveraciones de algunos antropólogos culturales del medio lugareño.
Obviamente que la nota -estilo de gacetilla o columna periodísrtica- tanto da afirmaciones contundentes como deja lapsus cognitivos que merecerían, obviamente, complementarias ampliaciones y otros puntos de vista dialectizados de contrario sensu.
El título es muy ilustrativo y predictivo de la recia posición del opinante."El Charruismo", neologismo de grisáceo perfil.
De algo estamos seguros : se agitarán las aguas pues se ha tocado un tema de sensibilidad elaborada desde la luenga construcción de la ideoesfera uruguaya a través de las instituciones escolares; que posee el suplemento de virtuales connotaciones para respuestas tanto acordes como disonantes desde el plano de las Ciencias Sociales.
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Ex Presidente de la República
El Charruismo
Julio María Sanguinetti
-"Desde hace un tiempo asistimos en el país a una floración de iniciativas destinadas a la exaltación de la tribu charrúa. No hemos heredado de ese pueblo primitivo ni una palabra de su precario idioma, ni el nombre de un poblado o una región, ni aun un recuerdo benévolo de nuestros mayores, españoles, criollos, jesuitas o militares, que invariablemente les describieron como sus enemigos, en un choque que duró más de dos siglos y les enfrentó a la sociedad hispano-criolla que sacrificadamente intentaba asentar familias y modos de producción, para incorporarse a la civilización occidental a la que pertenecemos.
Su leyenda se adentró en el imaginario colectivo, en tiempos en que la afirmación de la identidad nacional reclamaba de mitología. Hoy, a dos siglos casi de existencia independiente, parecería llegada la hora de que la historia supere el mito, pero desgraciadamente, como en tantas otras cosas, venimos involucionando". (Sigue, veáse El Pais del 19.04.o9,Editorial,www.diarioelpais.com.uy )

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El tema precedente, creo con la más sincera probidad, nos alcanzará a quienes por vocación y con actitud de lo que somos, meros aficionados dentro de un corporativo de amantes de la Genealogía, donde sin embargo hay compañeros académicos y avanzados estudiosos, pues tiene contenidos afines irrenunciablemente a los objetivos institucionales. Pertenece a nuestro pasado histórico. Es asunto de Historia, aunque la ciencia de Clío es, en el reconocimiento tácito de todos, subsidiaria de la que adosa más títulos justificativos de nuestra existencia grupal, esto es la Genealogía ante el motivante “llamado de la sangre” y su bitácora dual. Queremos por una parte ,”armar el árbol”, saber la linealidad, el linaje, ese constructo bio cultural que dirige la existencia en la aventura de la vida por nuestra intrínseca condición de seres sexuados . Luego, socializados, mantener concordias de sabidurías hacia el escenario espacio-temporal que se nos ha asignado en la vida vegetativa y en la de relación gregaria con las improntas del habitat de cada cual.Y sobre esa base inicial emergen apetitos. Queremos saber más, siempre algo más, de los ancestros; descifrar sus misterios y sus sensibilidades a unos mismos problemas, análogos en esencia a los que tendremos como especie hasta que el anti big bang o el apocalipsis nos lleve -comer,vestirnos,techarnos,multiplicarnos, organizarnos civilmente como “polis”, recrearnos, investigar ,desarrollar ciencias y tecnologías, transmitir conocimientos, fundar estéticas- y cuáles fueron sus respuestas; en qué medida son similares o diferentes a las nuestras; qué grados de pasión le ponían a sus heráldicas y blasones, por si acaso son similares a la búsquedas de estatus y rangos de nuestra post modernidad.
Pero las afirmaciones contundentes del Dr.Sanguinetti ingresan, ciertamente, en el fuero íntimo y sagrado de quienes reivindicamos valores nobles generados desde nuestras procedencias étnicas de charrúas orientales. La cuestión no es prostituir verdades. No es esa, tampoco seguramente, la intención del ex bi Presidente republicano. No obstante, es importante amplificar epistemologías antropológicas culturales para comprender mejor y estar así en condiciones decorosas de juzgar los sucesos con afanes de trascendentalismo a nivel terrenal . Conocer es amar.Y si acaso el conocimiento no se compatibiliza con nuestras creencias, será entonces recién la hora de las homeostasis, la de los equilibrios. Si existen gazapos en la visión de otros, no será el tiempo de pedir cuentas, sino el de las tolerancias y el de la reivindicación afirmativa de los mitos si de repente fueron agredidos sin intencionalidades culposas.
Este contencioso cultural que se avecina al tomar estado público en un diario de fuerte circulación e impregnación nacional, por intermedio y responsabilidad de la petición de un ciudadano de prestigio en el país, no nos puede tomar distraídos y quedarnos con la pasividad oculta del avestruz creyendo a pies juntillas que las tolderías de Zapicán, Abayubá, Magaluna, Senaqué,Tacuabé, Vaimaca Perú y hasta de la francesita territorial de Micaela, eran antros. Y si lo fueron., ¿por qué?
Siguen naciendo en mi Soriano y en otras partes del territorio nacional, bebés rubiecitos, rulos incipientes y ojos castaños….con su mancha mongoloide! No sé a razón de qué diseño, la Naturaleza deja estampadas, tal el mejor cronista medioeval, o el eficiente curador de los Archivos Generales de las Naciones, sus experiencias benéficas y sus malignidades, que las tiene…Hay fósiles vegetales y animales por doquier, obsta con paciencia encontrarlos, que se presentan intactos al extemporáneo observador que descubrirá cómo fue la anatomía de sus portadores vivos. Se saben por las capas geológicas si hubo serenidades o catástrofes.
Sepamos…que hay de certidumbres plenas con los adelantos públicamente recientes de los cientistas sobre el “charruísmo”, puesto bajo sospecha. Con las coberturas de los espacios vacíos de nuestras ignorancias, la etología de las presuntas tolderías malditas que trajeron muertes y traiciones, darán veredictos confirmatorios o descartables.