La Charada Electoral y sus Actores
Se eyecta de pasión, la electoral interna función
semi analfabetos reasumen perdidas facultades
mientras adosan grilletes al muy agrietado malón,
circo de prosélitos donde todos nos parecen iguales.
circo de prosélitos donde todos nos parecen iguales.
Portan leyendas y bulos sus decibélicos carteles,
condenadas promesas, briosos discursos y oratorias,
vacuos mensajes de persuasiones amorosas,
cantinelas que persignarán tilingos laureles.
cantinelas que persignarán tilingos laureles.
Los candidatos reparan en las cimas de las cuestas
y sueñan los cómputos de mágicas encuestas,
cotizando esperanzas de proclives perdedores
en famélicas falacias a la ingenuidad de electores.
Los tótems sin rampantes leones, sólo tremolantes colores
Los tótems sin rampantes leones, sólo tremolantes colores
unos blancos, otros colorados; el resto con azul, tricolores.
Las ciudades se empapelan de verbales discordias
y el escrutinio santificará vetustas, cínicas concordias.
El herrerriano padeció alquimias revolucionarias
animado por insólito reparto de unas quintas agrarias.
Los colorados no cotizan en la altísima contienda
pecaminosos del viejo nepotismo de su tienda.
Poco podrán intentar Bordaberry y el de Hierro
Poco podrán intentar Bordaberry y el de Hierro
que funesto llegó el ritual de un lúgubre entierro.
Recia será la disputa que el favorito ya mortifica,
unidos de alegría, brincan saltos: Marcos, Astori y Mujica.
unidos de alegría, brincan saltos: Marcos, Astori y Mujica.
¿Quién gana? ¡ Carámbola... si es de carambola!
¡ Astori!...si le votan los blancos y la Banda del Bola.
Pepe Mujica muy feliz, que sarna con gusto no pica!
¡Qué Pablo Mieres esta vez de pobre ni salpica!
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