Se Fue Armando López," Ligero de Equipaje", y Nos Dejó su Monumental "Museo de la Imagen",Historia Fotográfica de Medio Siglo del Uruguay.
*Armando y su instrumento predilecto.
*La Caravana deja Mercedes. Si la foto la hubiese tomado Armando...¡ y no yo!
La foto de la Vuelta Ciclista del Uruguay cuando la prueba abandonaba el viernes Santo de Mercedes trepando las últimas altas estribaciones de la cuchilla del Bizcocho rumbo a Carmelo, la tomó ese aficionado que soy. De haber estado él, sería suya y con suprema calidad. Se enriquecería el documento con precisión y con el plus de su grilla de contenido artístico que había patentado, visible o invisible, pero siempre distinguiendo su estilo personal. Se vería el sentido de la composición armónica del encuadre; las líneas de fuga que ayudan al ojo del observador la misión apreciativa de la realidad recreada en la ficción; los juegos de luces; la exaltación del músculo tenso y aguerrido del fémur a la tibia y peroné del deportista en acecho; el reojo que denuncia intenciones y se carga a la vez de la repentización de la estrategia del corredor rodeado de adversarios que ambicionan lo mismo; miradas de soslayo y plenas de fatiga dominadas ; la decepción o la gloria que anticipada vislumbra para sí el rutero de garra, sea favorito o miembro de la peonada de los cracks signados de antemano para ganar....si acaso pueden...
Pero la fotografía adjunta no es del gran Armando López Acosta. Se nota a la legua. Carece de la impronta del obturador exacto que no chasquea el mecanismo de la Nikkon a destiempos de chambones.
….
Armando se fue el primer viernes de abril, el 03, silente, como aguardando agazapado a la negra y huesuda Señora para ver si la podía fotografiar.
Durante medio siglo ¡50 años profesionales! cubrió todos los acontecimientos de Mercedes y su región, departamentos cercanos incluidos. Fuesen sociales, deportivos, económicos, costumbrismos y el paisaje motivador de la Mercedes amada y de Soriano, enlazando periodismo y delicadeza sutil de plástico consumado en las artes visuales, que lo era en el grado de las excelencias. Premios y reconocimientos múltiples, nacionales y extranjeros, justificados y sazonados tantas veces en sus recorridos por Europa y las Américas en motocicleta . Corresponsal de “La Mañana” de Montevideo en épocas de esplendores de la publicación; de “El Telégrafo” de Paysandú, orgullo del Interior; diarios y revistas, y presto sin excusas para asistir a cualquier colega del diarismo que lo reclamara en emergencia. Ordenado por naturaleza metódica, registró múltiples historias de la vida cotidiana que encerró en su cámara prodigiosa, un incasable Museo de la Imagen, hoy pieza histórica que deleitará a los investigadores contemporáneos y del futuro. Ojalá, alguna vez, pueda ser patrimonio comunitario.
Fue pionero de los aparatajes de vanguardia. La más moderna máquina japonesa o alemana fue suya aquí con pingües sacrificios antes que nadie , también las tecnologías sucedáneas del revelado y la impresión de reciente generación pues era el primero en huir de lo caduco.
Fue un generoso portador de benevolencias jamás condicionadas para ofrecer sus conocimientos, no siempre virtud habitual entre quienes son hijos simbióticos del artista y del artesano.
Mercedes y Soriano, e incluyo el Uruguay, han perdido una sensibilidad, un trabajador ejemplar y un buen padre de familia que sintió especial predisposición para acoger en el hogar junto a su Lilián con estatus de hijos propios a chicos que no eran los suyos en los más diversos grados de cristianas filantropías.
Comunista de la primera hora, cuando serlo en una sociedad entre rural y urbana, tal la de Mercedes de décadas pasadas, generaba desconfianzas, superadas con humildad y altivez por su corazón solidario.
Fue fundador del Club Motores del Hum para la práctica competitiva y pionera de las mini bicimotos. Presidente del Club Atlético Olímpico que cubre de simpatías el barrio Cerro donde está localizada la más humilde tercera parte de la capital de Soriano.Colaborador del inolvidable Nicar de Baby Fútbol que hacía viajar a Buenos Aires en excursiones maravillosas para los niños pobres.
Organizador de vernissages de artes visuales.
Se fue, como dice el poeta,”ligero de equipaje”, portando su bondad y sus hallazgos de artista popular y de academia.
Tuve la felicidad- que duele- de ser su amigo.Me congratulo.
Pero la fotografía adjunta no es del gran Armando López Acosta. Se nota a la legua. Carece de la impronta del obturador exacto que no chasquea el mecanismo de la Nikkon a destiempos de chambones.
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Armando se fue el primer viernes de abril, el 03, silente, como aguardando agazapado a la negra y huesuda Señora para ver si la podía fotografiar.
Durante medio siglo ¡50 años profesionales! cubrió todos los acontecimientos de Mercedes y su región, departamentos cercanos incluidos. Fuesen sociales, deportivos, económicos, costumbrismos y el paisaje motivador de la Mercedes amada y de Soriano, enlazando periodismo y delicadeza sutil de plástico consumado en las artes visuales, que lo era en el grado de las excelencias. Premios y reconocimientos múltiples, nacionales y extranjeros, justificados y sazonados tantas veces en sus recorridos por Europa y las Américas en motocicleta . Corresponsal de “La Mañana” de Montevideo en épocas de esplendores de la publicación; de “El Telégrafo” de Paysandú, orgullo del Interior; diarios y revistas, y presto sin excusas para asistir a cualquier colega del diarismo que lo reclamara en emergencia. Ordenado por naturaleza metódica, registró múltiples historias de la vida cotidiana que encerró en su cámara prodigiosa, un incasable Museo de la Imagen, hoy pieza histórica que deleitará a los investigadores contemporáneos y del futuro. Ojalá, alguna vez, pueda ser patrimonio comunitario.
Fue pionero de los aparatajes de vanguardia. La más moderna máquina japonesa o alemana fue suya aquí con pingües sacrificios antes que nadie , también las tecnologías sucedáneas del revelado y la impresión de reciente generación pues era el primero en huir de lo caduco.
Fue un generoso portador de benevolencias jamás condicionadas para ofrecer sus conocimientos, no siempre virtud habitual entre quienes son hijos simbióticos del artista y del artesano.
Mercedes y Soriano, e incluyo el Uruguay, han perdido una sensibilidad, un trabajador ejemplar y un buen padre de familia que sintió especial predisposición para acoger en el hogar junto a su Lilián con estatus de hijos propios a chicos que no eran los suyos en los más diversos grados de cristianas filantropías.
Comunista de la primera hora, cuando serlo en una sociedad entre rural y urbana, tal la de Mercedes de décadas pasadas, generaba desconfianzas, superadas con humildad y altivez por su corazón solidario.
Fue fundador del Club Motores del Hum para la práctica competitiva y pionera de las mini bicimotos. Presidente del Club Atlético Olímpico que cubre de simpatías el barrio Cerro donde está localizada la más humilde tercera parte de la capital de Soriano.Colaborador del inolvidable Nicar de Baby Fútbol que hacía viajar a Buenos Aires en excursiones maravillosas para los niños pobres.
Organizador de vernissages de artes visuales.
Se fue, como dice el poeta,”ligero de equipaje”, portando su bondad y sus hallazgos de artista popular y de academia.
Tuve la felicidad- que duele- de ser su amigo.Me congratulo.
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