Viva el Barón de Coubertin, pero no olvidarse de Dafne.
Nada iguala su lucir, su lucir...
Cumplimos con el adagio restaurador de los modernos Juegos Olímpicos expresado por el Barón Pierre de Coubertin:”Lo importante es competir”…y Uruguay volvió a participar en esta versión china 2008, pero sin competir... que eso es otra cosa!
No cumplimos con la areté de la vieja Grecia que entendía la competencia como logro premiado mediante una corona de laurel. El árbol de Dafne fue para los otros y no pudimos entrar ni al huerto.
Claro, los “otros” son el mundo.Y entre ellos un tipo que se gana nadando todo el oro de Minas de Corrales. O los chinos que mostraron la espectacularidad de su poderío, tan cercano por la televisión y tan lejano como meta en una carrera o scorer final en un partido de fútbol o de ta-te-ti para la malla celeste. Es tarea ciclópea aproximarse a la gloria. Con nosotros queda el milagro y sus esperanzas fortuitas.Como el de Milton-guapo, generoso y crack- en Sydney; meritorio en Beijing, superado por la infranqueable fortaleza ajena.
Nuestra presencia fue testimonial en la parte atlética, aunque en la directriz el Dr.Maglione sigue aumentando sus récords ecuménicos. Claro, sin desmerecer a éstos, nos importa más aquella.
¿Qué hacemos? ¿No vamos más y gastamos los fondos lúdicos y deportivos en preparar desde centros de alto rendimientos propios venideras y futuras participaciones ? (¿Es buena estrategia para la gestión motivacional que algunos representantes vivan en otros países su vida cotidiana desarraigados del nuestro, caso actuales de un remero y de un nadador?)
Voto de arranque por un SI rotundo.Hay que ir. Se debe ir. No conduce a nada el aislamiento.Motiva estar en los terrenos, aires y piscinas de los cinco aros aunque el podium nos sea interdicto. Se aprecian en vivo enseñanzas rescatables en grados y tiempos que serán de oportuno recibo.
Pero,creemos, habrá que ajustar la integracón de las delegaciones con más celosos y exigentes perfiles de selección.Buscar una alianza más íntima entre el Barón de Coubertin y Dafne. El francés era festivo y estaba solo enamorado del ideal del fair play. La ninfa griega salió victoriosa ante el mismo Apolo, el gran preferido de Zeus, y dejó invicta su medalla de doncella ante supremo rival porque por ello luchó hasta llegar al oro de su mágica transformación .
Cada vez se tornará asaz diícil escuchar el himno en lares extranjeros. No obstante evoquemos a Prometeo encadenado y su grito de redención :-“¡Lucha!”, y a la rodoiana parábola de la pampa de granito,capaz de germinar su infertilidad a golpes de voluntad y pensamiento.
No cumplimos con la areté de la vieja Grecia que entendía la competencia como logro premiado mediante una corona de laurel. El árbol de Dafne fue para los otros y no pudimos entrar ni al huerto.
Claro, los “otros” son el mundo.Y entre ellos un tipo que se gana nadando todo el oro de Minas de Corrales. O los chinos que mostraron la espectacularidad de su poderío, tan cercano por la televisión y tan lejano como meta en una carrera o scorer final en un partido de fútbol o de ta-te-ti para la malla celeste. Es tarea ciclópea aproximarse a la gloria. Con nosotros queda el milagro y sus esperanzas fortuitas.Como el de Milton-guapo, generoso y crack- en Sydney; meritorio en Beijing, superado por la infranqueable fortaleza ajena.
Nuestra presencia fue testimonial en la parte atlética, aunque en la directriz el Dr.Maglione sigue aumentando sus récords ecuménicos. Claro, sin desmerecer a éstos, nos importa más aquella.
¿Qué hacemos? ¿No vamos más y gastamos los fondos lúdicos y deportivos en preparar desde centros de alto rendimientos propios venideras y futuras participaciones ? (¿Es buena estrategia para la gestión motivacional que algunos representantes vivan en otros países su vida cotidiana desarraigados del nuestro, caso actuales de un remero y de un nadador?)
Voto de arranque por un SI rotundo.Hay que ir. Se debe ir. No conduce a nada el aislamiento.Motiva estar en los terrenos, aires y piscinas de los cinco aros aunque el podium nos sea interdicto. Se aprecian en vivo enseñanzas rescatables en grados y tiempos que serán de oportuno recibo.
Pero,creemos, habrá que ajustar la integracón de las delegaciones con más celosos y exigentes perfiles de selección.Buscar una alianza más íntima entre el Barón de Coubertin y Dafne. El francés era festivo y estaba solo enamorado del ideal del fair play. La ninfa griega salió victoriosa ante el mismo Apolo, el gran preferido de Zeus, y dejó invicta su medalla de doncella ante supremo rival porque por ello luchó hasta llegar al oro de su mágica transformación .
Cada vez se tornará asaz diícil escuchar el himno en lares extranjeros. No obstante evoquemos a Prometeo encadenado y su grito de redención :-“¡Lucha!”, y a la rodoiana parábola de la pampa de granito,capaz de germinar su infertilidad a golpes de voluntad y pensamiento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario