martes, 19 de agosto de 2008

Tributo al Eminente Amigo Dr.Fernando Viñuela Olano.

En el pago de la nacencia: Pte.J.D.S. Dr.Navarro,Intenente Sr.Besozzi y el Dr.Fernando Vidal Viñuela Olano, ilustre de Soriano. Foto "Crónicas"-->

Dr.Fernando Viñuela (centro) junto a familiares , al Presidente de la República Dr.Tabaré Vázquez, su condiscípulo de Facultad,e Intendente Besozzi. Foto "Crónicas"-->

El Diario "Crónicas" digital de la fecha destaca el homenaje realizado al coterráneo Dr.Fernando Viñuela Olano en estos términos:
- El Dr. Fernando Viñuela fue homenajeado por su trayectoria y nombrado "Ciudadano Ilustre" de Montevideo. La distinción fue en el marco del Simposio denominado "Nuevos Enfoques en el manejo del ataque cerebral agudo, hemorrágico e isquémico", del que participó el Presidente Dr. Tabaré Vázquez y el Intendente de Montevideo Ricardo Erhlich.
La actividad se cumplió en el marco de los 25 años de la empresa SEMM.
En otro orden, Ehrlich destacó la trayectoria del doctor Fernando Viñuela en el campo de la neurorradiología y la investigación clínica de los accidentes vasculares encefálicos.
Informó que en sus indagaciones logró revertir el pronóstico sombrío de los accidentes cerebro vasculares y abrió un nuevo encare en su tratamiento.
Fue formado en la Facultad de Medicina de Uruguay y desarrolló su carrera en Canadá y Estados Unidos. Actualmente se desempeña como profesor del departamento de Cirugía en la Universidad de California, ciudad de Los Angeles. A continuación el Intendente Ehrlich, en nombre de los montevideanos, procedió a nombrar al doctor Viñuela ciudadano ilustre de Montevideo.
Finalmente el doctor Fernando Viñuela visiblemente emocionado por los acontecimientos, se dirigió al público presente. Agradeció a su familia, amigos, colegas y presentes por la distinción de la que fue objeto y recordó que su partida del país en el año 1974 fue muy dolorosa. Destacó que en los 34 años de alejamiento del país aprendió que no todo lo que brilla es oro y que los afectos son lo más importante en la vida de cualquier persona. Se disculpó por el contenido poco científico de su exposición y reiteró su más profundo agradecimiento al Uruguay.

Hasta aquí "Crónicas Digital" de Mercedes.
***
Otra vez está en su patria Fernando Viñuela Olano, este mercedario que ya ha recorrido el mundo varias veces en aras de una vocación médica-voz interior que nos dice desde nuestra interioridad hacia su exterior e integración social, cual debe ser una de la metas supremas de nuestra justificación terrenal- , de una voluntad vencedora en la prueba de las fatigas, e inteligencia dotada de pluri funcionalidad psíquica, fisica y afectuosamente emocional como para mantener procesos de adaptabilidad mediante la ejercitación de las más diversas conductas que enmarcan los mecanismos de nuestras inserciones cotidianas en el medio social, sin menoscabos de unas por otras.
Deportista ejemplar en su infancia- juventud; estudiante distinguido en todos los niveles que desde la escuela primaria lo llevaron a la meta del doctorado en la Facultad de medicina; músico autodidacta captado en los gloriosos sesenta por Elvis Presley que un jopo cuidado por momentos lo transformaba en un sosías del pionero de Memphis , admirador además de los Cinco de Liverpool, a los que cantaba en inglés, idioma que dominaba como segunda lengua desde su niñez pródiga en estudios intelectuales y atléticos; recibió influencias iniciales catequistas y evangelizadoras de la iglesia romana que, sazonados luego o no en continuidad, deben estar siempre potencialmente presentes, estimamos, cuando un bisturí indica a su portador que es vicario virtual, o algo más, entre la levísima frontera de la vida y la muerte.

Líder estudiantil desde la presidencia llevó a la vieja AEM, Asociación Estudiantes de Mercedes, que vivía un período de ecos moribundos, tan lejanos de los augurales de 1919 , la condujo a una restauración gremial, programada y ejecutada allá, por los años de la pródiga década creativa de los años 60 que aún se mira y evoca en noches de nostalgias agostinas.
Nuestro fue el mismo barrio en ese cuadrado mágico e inmediatas adyacencias de Rodó, Oribe, Roosevelt y Varela. Luego, con el crecimiento de las experiencias post escolares que demandan una nueva sociabilidad, ampliatoria de horizontes , el Club de Remeros Mercedes se constituyó en nuevo hogar colectivo entre zambullidas desde los trampolines, los toletes de la azul chalana del admirable don Pedro Bernabé Viñuela, padre de Fernando y conductor espiritual de la muchachada de la institución entre la que nos encontrábamos los hermanos Saez Santos. El básquetbol fue desde todas aquellas maravillas que el río Negro nos otorgaba, merced de un paisaje excepcional para el crecimiento pleno y estético, la mayor de las Tablas de la Ley en esa escuela de formación de caracteres eto ecológicos, naturales y socializados, que era la entidad ribereña. Que lo sigue siendo.
Disfrutamos con Fernando de hermosos triunfos deportivos y sus correlativas amarguras de contrario sensu, algunos de aquellos conforman parte misma de las más gloriosa historia de los anales de ese deporte en Soriano, sin ninguna pedantería pues habla la sinceridad documental.
Cada uno, luego, tomó su destino. El nuestro, aprender en Mercedes axiologías y tecnologías magisteriales para tratar de interpretar el alma humana, cuestión de recrear el saber a través de la potencialidad interior de cada educando en el doble proceso didáctico de enseñanza –aprendizaje.
El también se interesó por el prójimo, no en principio para enseñar aunque ahora sí, para conocer biológicamente los secretos de la mente y sus patologías neurológicas que puedan ser controlables y curables en la dimensión de impactantes micro cirugías, venciendo mil secretos en el resistente cofre blindado de la Vida, portador de un mundo de maravillas, tan subsidiario de miniaturas y, no obstante, responsable de cuadros de difíciles pronósticos y exploraciones sistémicas donde el hecho cerebral se enmadeja con las más densas reflexiones existenciales.
El concurso de una doble motivación lo llevó a migrar: Primero, el acto de ansiosa inspiración profesional; concatenado luego con las primeras sombras oscuras de la noche que traían los pasos rítmicos, avasallantes y duros de las botas ensoberbecidas de los años 70, poniendo especialmente bajo sospecha a los probados por sus excelencias. Fernando fue una presa marcada en algún cónclave secreto de cazadores de medianoche. No olvidaré jamás aquella noche de Paysandú cuando en pleno Torneo Nacional de B.Ball lo fueron a buscar con metralletas , desgajándolo abruptamente de aquella selección de baloncesto de estilo impecable que iba rumbo a la consagración, luego frustrada por tanto acosos, fracturas de figuras importantes del plantel; y por colmo de males, el temporal que llevó a jugar sin Fernando la final bajo un mini gimnasio donde había más parciales del local en cancha que jugadores dentro y en competencia. Probó inocencia de cargos. Pero tendría que irse. Así me lo dijo en Rivera donde habíamos ido con nuestras respectivas familias a un tour fronterizo de amistad, a la sazón separación física tras tantos años de cercanísima amistad mercedaria.
Decisión tomada, primero Canadá…luego California….después todo el mundo ofreciendo el cáliz laico de su sabiduría y de sus investigaciones en tributo a la vida y al estudio dentro de área tan sensible y específica a los sentimientos más caros de cada ser, sostener la existencia terrenal, que también es divina, pese a los demiurgos del mal y de las enfermedades vasculares del cerebro, entre otras.
Aumentaba, crecía en saltos exponenciales su crédito científico. Consultorías internacionales y Congresos de alta recepción de mentes ilustres y cualificadas en el especializado dominio de Hipócrates y Galeno, reclamaban al uruguayo desde extremas latitudes y longitudes. Y su patria, encarcelada por agobio de las libertades, poco menos que había expulsado al gran médico.
Muy esporádicos encuentros tuvimos desde entonces, apenas cuando Fernando retornaba a visitar su familia. A doña Juanita, a don Pedro Bernabé, a Roli y a Enrique, también neurólogo de fuste y prosapia de jerarquía. Y basquetboler excepcional, ¡faltaría más! líder del 69 en los auriazules cuando Atenas de Montevideo se prepara para recordar la hazaña del “Federal “ hace 40 años con la legión mercedaria integrada por el “Pato" Vanerio, Entrenador, y la “Gata” Ricardo García Quaglia. Dominaron con calidad chaná el baloncesto capitalino después de décadas en que los de la Troupe Los Atenienses de Ramón y Juan Antonio Collazo, Roberto y Raúl Fontaina, César L. Gallardo, Victor Soliño, Adolfo Mondino, Gerardo Matos Rodríguez, los futuros arquitectos De los Campos, Puente, Tournier, Ciurich, Artuccio y el futuro secretario general de la OEA, José Mora Otero, los “Alas Negras” del Alto Palermo, vivían una sequía ya insoportable. Conste que Fernando, no jugó en Atenas y sí Enrique, sino en Aguada.
En uno de esos últimos encuentros que efectuó a su ciudad natal, vio y lo atrajo un reportaje por televisión que en el programa “Vox Populi” yo dirigía por CV 10. En la oportunidad presenté un largo y dinámico conversatorio con los gnósticos de Mercedes. Creen ellos en el conocimiento interior para iniciados, el que se diversifica abarcativamente hacia el todo con sentido holístico, aceptando el dualismo mente- cuerpo, colisiones entre el bien y el mal , y la necesidad de la recuperación de viejas enseñanzas pues todo conducirá a un hombre nuevo en pos del culto solar y cósmico.
-
Charo…estás loco…más loco que cuando jugábamos al básquet. No divulgues esas falsías. Nada es verdad. Solo la ciencia promete salvar ignorancias pues es confiable en sus permanentes búsquedas.
Lo miré fijo con mirada penetrante pues me resultaba duro, lo confieso, verlo tan hondamente positivista en su actitud filosófica sobre la superioridades de la ciencia con respecto a otras formas complementarias de acceso al conocimiento. Me sostuvo con intensidad su mirada azabache … y me ganó. Bajé los ojos y escapé, con astucia de vintén, mediante una sonrisa componedora atado al salvavidas de un chiste fugitivo de ocasión.
No olvidaré esa admonición sincera, hecha con risueña habilidad de amigo, medio en sorna exterior, pero con profundidad de mensaje lúcido para que llegara a ser introspectiva y meditación en mi espíritu, generalmente aperturista de lo novedoso, que no acostumbro a descartar de antemano sin un análisis, que podrá ser ligero o más reflexivo y ponderado, acechanzas emergentes, hipótesis primigenias, siempre adicto a curiosidades dubitativas.
Pasó el tiempo, aunque la memoria afectiva y emocional cada tanto y en múltiples oportunidades, traía la reminiscencia :"¿Qué estará haciendo en estos momentos Fernando, tan por allá ?", cuanto quizás para él, seríamos nosotros los que navegábamos en el Plus Ultra.

Retornó muy pocos meses atrás otra vez a Mercedes a despedir para siempre a doña Juanita. Estaba en Montevideo y no pude acompañarlo. Me representaron mis hermanos, Jorge y Carloncho. Pero a Jorge, dominado por su emoción filial, y por el mimetismo fisonómico y progresivamente natural que le ha hecho perder su cabellera rubia de juventud, sustituida por un manto cabellar cano y bigotes que mantienen contrastante morocha pigmentación, no lo reconoció. Después Roli, que había mirado la incidencia, le dijo sorprendido: -Fernando ,¿por qué saludaste tan fríamente a Jorge?- ¿A qué Jorge?- "A Jorge Saez! -No…nooo…no puede ser, ¿ dónde está?...
Ahora Jorge fue a saludarlo a Montevideo en ocasión del homenaje de ayer que Fernando recibió, siendo nominado “Ciudadano Ilustre de Montevideo” junto a las palabras muy elogiosas de su condiscípulo Dr.Tabaré Vázquez, que ambos pertenecen a la misma generación que ingresó en el 63 a Facultad.
Allí Fernando desarrolló, cuenta “Crónicas”, un discurso muy emotivo…pero tan emotivo… que parecía un gnóstico!




No hay comentarios: