domingo, 20 de enero de 2019

El mural largamente inconcluso de Fernando Cabezudo y el muro colombiano.

El coterráneo y remersne Ruben Lopez Pacilio,  tomó testimoniales  fotografías  de las tareas de un artista colombiano, entre los varios que están dando por estos días de enero una cara nueva a Mercedes con sus polícromos murales. Trabajan, hacen arte, en espacios verticales baldíos que aguardaban con urgente apremio  un pasaje ritual  de alguna inspirada musa pictórica.
Miré con atención en facebook el  buen aporte  gráfico de López Pacilio.Y la memoria me estalló de gozo y de viviente interés,  situándome la evocación renacida en el año, aproximado, 1957. Aclaro que no tengo la datación fija en una certeza ni menos con pretensiones de ser  infalible...Para colmo  seguramente cada vez  se debilitan mas mis  reminiscencias por vejetud.
En ese año acordaron los dirigentes del Remeros Mercedes y el artista  tan referencial de nuestra plástica local y nacional, el ya fallecido don Fernando Cabezudo, erigir un mural  en la adyacencia del frontón del juego de pelota de la institución costera.
El pintor y muralista,"capaz de un golpe olímpico" -me animo aquí a  plagiar a José Enrique Rodó cuando sea refería a Sóstrato  y su Faro de Alejandría en la parábola epónima- comenzó a trabajar  en la fijación  de sus mosaicos bizantinos en altura, trepado desde  altisimos  andamios que, por lo menos al adolescente que yo era entonces, me causaban cierto temor verlo allá arriba a mi querido profesor liceal..
Aun  perviven recios y arraigados los adelantos de entonces, procedentes del  57, tal lo recordábamos con  certezas solo aproximadas.

No sé por cuál razón la obra se paralizó...y alli quedó en stand by  hasta nuestros días, mostrando una fortaleza  de calidad que no hubo  viento, ciclón ni huracan de los tan comunes en Mercedes capaz de desencastrar las piedras incrustradas en el muro pelotaris.
Hoy advierto que el artista colombiano ha entrado en confluencia de lo suyo  con el territorio aéreo  de  Fernando Cabezudo.
Mis muy descastados deseos subisidiarios, apenas en la nula legitimidad  e  intimidad de mi ser más íntimo y personal, hacen votos para que los dos almas- la del uruguayo y la del nativo de Colombia- sin haberse conocido físicamente, sean tocados por el Daimón de una estética universal que  es gracia en los que poseen el don de crear belleza  .¡Y armonicen  los dos constructos! El pensado allá por el 57 y el de este 2019 y su filosofia de "Grado 33". El Arte está más allá y más acá de los espacios,de los tiempos y de sus ejecutores,  a pesar de que cada ejecutante porte  una visión propia de los hermoso y bello. Son seres capaces de unificar diferencias  ensamblando armonía. Esto suceso plástico del Club de Remeros Mercedes  puede consituirse en un ejemplo de mágica realidad lugareña para un fenomeno muy comun de concordias artísticas en el mundo..
Aguardo se resuelva el misterio para que lo que pensó Fernando en el  año de   1957 y no pudo concluir  -no importa por qué- tenga un  glorioso renacimiento desde un numen extraño y exótico, venido  de Cartagena de Indias o del valle del Cauca.¡Sea! 

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