Las Riendas de Juan y la Cabalgata ya Trotea.
JUAN LARGÓ Y VARIOS LE SEGUIMOS.
Vía Facebook, un ciudadano integró un Grupo de Acción para coadyuvar a función estatal:”Por la Justicia de nuestro país”, ideal y nominación adoptada. El detonante de hechos ya de procedencia más antigua, fue una serie de asesinatos de un menor que mal gozaba de prerrogativas. Son los actuales derechos de la minoridad infractora con las consiguientes facilidades para que sigan delinquiendo, ausentes en los hechos medidas cautelares. Este asesino múltiple cada vez que salía favorecido por las atónitas ligerezas , escapaba y mataba cebado a inocentes. El clamor se hizo alarma pública , más por el impacto emocional que por el racional. Es que nadie ignoraba el asunto esencial: La indefensión de los ciudadanos ante los delincuentes que sienten impunidad efectiva y desprecian el valor de la vida y propiedad ajena ¡Qué tampoco les importa la propia existencia en su marginalidad y exclusión social . Empero,libres, son dueños de un recurso ciudadano de mucho peso a favor de impúdicos terceros...pues pueden votar!. En tano las precauciones de encierro protector se han subvertido dramáticamente hacia los hombres libres y honestos: Estos enrejados en sus hogares; aquellos, los cacos y otras variedades de los desalmados más rechazables, gozando del aire y la carne gorda.
El aparato estatal -los tres Poderes- fue superado abiertamente por la sumatoria de malas acciones o inacciones. Era pues la hora de la ciudadanía, inexcusablemente.
El brazo secular del Poder Ejecutivo, la Policía, sin medios tecnológicos adecuados, mala moral de trabajo de sus efectivos al constatar que si capturaban a un delincuente y aportaban pruebas fehacientes , las sentencias eren tan leves que el prontuariado salía al poco tiempo a la calle a reincidir. En casos tales, sentencias para crìmenes similares eran tan diferentes en su resolución que no resultaba confiable justificarlas: cada Juez es dueño de su decisión personal al no existir en el país la jurisprudencia como fuente de derecho .
El Poder Legislativo decadente, elaborando Códigos de la Niñez y de la Adolescencia, por ejemplo, que la realidad menoscababa por su falta de adecuación a los sucesos y redacciones de sintaxis tan confusas, dificultaba la Interpretación o la Integración del Derecho y, por ende, no se aseguraba una Justicia pura, mientras la balanza de su simbología inclinaba el fiel a diestra o siniestra según la ocasión.
El Poder Judicial quejándose cansinamente que manejaba su conducta de acuerdo a las leyes…que son y deben ser revisables con celeridad. Además desde ciertos círculos jurisdiccionales aumentaba la prevención, sus rangos menoscabados por una influencia extemporánea del Poder Ejecutivo, dueño de los Presupuestos judiciales.
El ciudadano Juan Calcagno convocó por la red comunitaria Facebook a formar un Grupo “Por la Justicia en nuestro país” que ha ido creciendo fuertemente. Libertad de expresión y propósitos defensivos de derechos que se advertían conculcados por la hegemonía del delito ante la gente de bien, constituyó un ejemplo de democracia directa, justificantes del ideal impulsor.
Mucha gente, entre la que estamos incluidos, fue dando sus opiniones: esta fue nuestra última, trasladada a continuación a la “Charada”. a.s.s
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Opino: Creo que el ideal filosófico grupal tuvo una buena génesis, bregar por la Justicia y reivindicarla de su derrota ante la delincuencia, propuesta que viene caminando ahora ya en praxis vigorosa con la bi comprensión ciudadana de existir una sufriente y riesgosa necesidad sentida y en la concatenada indefensión que el poder etático -errático- no se la ofrece a través del gobierno a la ciudadanía.
Pero ideales son unos y objetivos son otros. El ideal es un deber ser, prístino y permanente, siga o no siga el Movimiento.Este u otros aprontes sin precisar cuáles son indistintamente sus blancos.
En tanto entiendo que los objetivos deben acompasarse a un sentido de oportunidad en la medida que se vaya consolidando la organización y sus instrumentos del hacer. Graduar logros y propuestas es, entiendo, fundamental, para evitar que un catálogo muy extenso de propósitos dé lugar a colisiones sobre la naturaleza y los procedimientos de los contenidos a encarar.
Ejemplifiquemos: Existirán aquellos dispuestos a que se baje la edad de imputabilidad de la minoridad. Otros no. Cada parcialidad tendrá sus fundamentos los que llevados, pongamos, a ríspidas deliberaciones se podría dañar eventualmente la cohesión del comienzo, por tal no siempre sólido en su noviciado. No es conveniente.
Algo no está en cuestión y es el Elam vital de la asociación: restaurar una Justicia eficiente, protectora, pura y clemente.
Que el propio funcionamiento gregario vaya definiendo de a poco cuáles son las posturas de mayor riqueza en calidad y cantidad para encontrar así el itinerario del Norte buscado. Habrá que presentar las posiciones, justificarlas, ampliarlas, moderarlas, modificarlas, segregarlas, y producida la síntesis del mayor recibo, actuar como objetores de conciencia y actores materiales de animaciones hacia cambios deseables por la comunidad.
No arrancar en el cambio de fuerza inicial con toda la gasolina y aditivos transmisibles desde el acelerador. Ir de a poco procurando afinidades que, logradas, aparezcan si los avances de marcha real y concreta que la estrategia grupal nos señale a los efectos civilizatorios de la conducta emprendida ante el actual colapso. Somos una esperanza. Si se volatiza, más tiempos y angustias sobrevendrán para un fenómenos que reclama perentoriedades céleres. Sin embargo no por madrugar primero se amanece más temprano.
Es bueno reasumir que lo nuestro es un retorno a las fuentes más nobles y antiguas de la civilidad.
Cuando la delegación representativa del ejercicio del gobierno anota quebrantos, la teoría política legitimiza que los derechos augustos retornen a su original poseedor, el pueblo, sin violencias ni altanerías en el caso particular que nos ocupa, pero reunido deliberante y oferente de soluciones contractuales a favor de la pública felicidad.
Opino: Creo que el ideal filosófico grupal tuvo una buena génesis, bregar por la Justicia y reivindicarla de su derrota ante la delincuencia, propuesta que viene caminando ahora ya en praxis vigorosa con la bi comprensión ciudadana de existir una sufriente y riesgosa necesidad sentida y en la concatenada indefensión que el poder etático -errático- no se la ofrece a través del gobierno a la ciudadanía.
Pero ideales son unos y objetivos son otros. El ideal es un deber ser, prístino y permanente, siga o no siga el Movimiento.Este u otros aprontes sin precisar cuáles son indistintamente sus blancos.
En tanto entiendo que los objetivos deben acompasarse a un sentido de oportunidad en la medida que se vaya consolidando la organización y sus instrumentos del hacer. Graduar logros y propuestas es, entiendo, fundamental, para evitar que un catálogo muy extenso de propósitos dé lugar a colisiones sobre la naturaleza y los procedimientos de los contenidos a encarar.
Ejemplifiquemos: Existirán aquellos dispuestos a que se baje la edad de imputabilidad de la minoridad. Otros no. Cada parcialidad tendrá sus fundamentos los que llevados, pongamos, a ríspidas deliberaciones se podría dañar eventualmente la cohesión del comienzo, por tal no siempre sólido en su noviciado. No es conveniente.
Algo no está en cuestión y es el Elam vital de la asociación: restaurar una Justicia eficiente, protectora, pura y clemente.
Que el propio funcionamiento gregario vaya definiendo de a poco cuáles son las posturas de mayor riqueza en calidad y cantidad para encontrar así el itinerario del Norte buscado. Habrá que presentar las posiciones, justificarlas, ampliarlas, moderarlas, modificarlas, segregarlas, y producida la síntesis del mayor recibo, actuar como objetores de conciencia y actores materiales de animaciones hacia cambios deseables por la comunidad.
No arrancar en el cambio de fuerza inicial con toda la gasolina y aditivos transmisibles desde el acelerador. Ir de a poco procurando afinidades que, logradas, aparezcan si los avances de marcha real y concreta que la estrategia grupal nos señale a los efectos civilizatorios de la conducta emprendida ante el actual colapso. Somos una esperanza. Si se volatiza, más tiempos y angustias sobrevendrán para un fenómenos que reclama perentoriedades céleres. Sin embargo no por madrugar primero se amanece más temprano.
Es bueno reasumir que lo nuestro es un retorno a las fuentes más nobles y antiguas de la civilidad.
Cuando la delegación representativa del ejercicio del gobierno anota quebrantos, la teoría política legitimiza que los derechos augustos retornen a su original poseedor, el pueblo, sin violencias ni altanerías en el caso particular que nos ocupa, pero reunido deliberante y oferente de soluciones contractuales a favor de la pública felicidad.
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