La Cápsula del Tiempo de Cadiac,cubrió su quinta parte rumbo a la trepanación del 2088.
Antropolito de Mercedes: cuatro réplicas de su original -que se encuentra en la sede de la Intendencia de Soriano- apuntando a cada uno de los puntos cardinales, custodian la Cápsula del Tiempo que se abrirá en 2088, a cien años de haber sido sellada su planta octogonal a orillas del arroyo Dacá, periférico de la ciudad.
Algunas de nuestras “Charadas” han caído bajo los pacientes ojos del Prof. Edgardo Cadiac, un coterráneo radicado en Ontario, Canadá, fundador de los “comics” en diarios de nuestra ciudad madre, Mercedes, Uruguay. Pero ahora lo recuerdo como el fantasioso y oportuno ideólogo de la “Cápsula del Tiempo”, un artefacto de cemento mnémico de perfiles arquitectónicos indigenistas tendido hacia el futuro con fecha fija de apertura para que le trepanen la cima cumbrera dentro de poco menos de cien años. En la ocasión que será seguramente bienevenida -24 de setiembre de 2088- se descubrirán y recuperarán bienes culturales allí puestos el 24 de setiembre de 1988, efemérides del bicentenario de la urbe fundada en 1788 por el Padre bonaerense Manuel de Castro y Careaga.
No falta nada en términos cósmicos para entonces , aunque la mayoría de los que hoy somos mercedarios habremos ya vuelto a ser polvo de estrellas…
Recuerdo que Edgardo me confió su proyecto en el Club de Video del artista fotógrafo Armando López donde ambos habíamos concurrido con las mismas intenciones de alquilar un video cassette, opción que el mantuvo y de la cual yo desistí sin transición electiva por el entretenimiento nocturnal de la lectura, que me captó imprevistamente la preferencia como mejor alternativa de aprestamiento somnífero.
Nos despedimos con el amigo que me informó en ese instante que la Comisión que integraba junto al Intendente de la época, Don Emilio Martino, Sr. José Guastavino y el Esc.Alfonso Arias, pretendería interpolar inteligencia, ponderación, sentido de la histórico- es decir de todo aquello que tenga una reserva de permanencia intemporal-cuando llegara el momento de seleccionar y proceder ejecutivamente a la introducción de los objetos de la cultura mercedaria actual en tanto serán legado póstumo a nuestras progenies biológicas o espirituales vivientes en ese 2088, finales del siglo que hoy corre…que no sabemos si terminará o no sus circuitos elípticos orbitales en tiempos del equilibrio del horror atómico , generador de nuestras mortificantes incertidumbres apocalípticas.
Vuelto a mi hogar , ya en el lecho, releí de José Enrique Rodó la parábola “El Faro de Alejandría”, aquel portentoso fanal que el faraón Ptolomeo encomendó a Sóstrato y que el genial arquitecto egipcio transformó en una de las siete maravillas de la Antigüedad…”-Tolomeo, después de admirar la obra del artista, observó que faltaba al monumento un último toque, y consistía en que su nombre de rey fuera esculpido, como sello que apropiase el honor de la idea, en encumbrada y bien visible lápida. Entonces Sóstrato, forzado a obedecer, pero celoso en su amor por el prodigio de su genio, ideó el modo de que en la posteridad, que concede la gloria, fuera su nombre y no el del rey el que leyesen las generaciones sobre el mármol eterno. De cal y arena compuso para la lápida de mármol una falsa superficie, y sobre ella extendió la inscripción que recordaba a Tolomeo, pero debajo, en la entraña dura y luciente de la piedra, grabó su propio nombre. La inscripción, que durante la vida del Mecenas fue engaño de su orgullo, marcó luego las huellas del tiempo destructor; hasta que un día, con los despojos del mortero, voló, hecho polvo vano, el nombre del príncipe. Rota y aventada la máscara de cal, se descubrió, en lugar del nombre del príncipe, el de Sóstrato, en gruesos caracteres, abiertos con aquel encarnizamiento que el deseo pone en la realización de lo prohibido. Y la inscripción vindicadora duró cuanto el mismo monumento; firme como la justicia y la verdad; bruñida por la luz de los cielos en su campo eminente; no más sensible que a la mirada de los hombres, al viento y a la lluvia”.(¡Gracias Rodó!)
Mientras abandonaba las Parábolas para darle lugar a Morfeo, recapitulé la conversación en el Videoclub con Cadiac y del coloquio se hizo reminiscencia esta confesión:
- Mira Charo, menos, mal que actuará esa Comisión que dispondrá lo qué irá dentro de la Cápsula….pues no estoy en condiciones de enfrentar solo las presiones de quienes quieren, para sí, alquilar un lugar en la posteridad.
- Y seguramente que con méritos opinables, agregué.
En ese instante la madurez y el respeto a la privacidad insta en el compromiso ético de Edgardo, impedía decirnos si habían aparecido los nuevo “Ptolomeo”, sacerdotes criollos de la fama adulterada.
Lo cierto es que finalmente la Cápsula vio sellada su boca hormigonada a la vera del arroyo Dacá, adyacente al lugar donde todavía se yerguen entre la floresta parasitaria las ruinas de la Real Calera, que datan del año 1722 y por ende son las más antiguas construcciones industriales que quedan de la vida colonial del Uruguay.
De aquello a hoy han pasado ya casi veinte años, una quinta parte de la clausura pactada, y me olvidé qué fue lo que pusieron en el capsular útero evocativo.
¿Acaso la inasible desesperanza del cierre de un Ingenio Azucarero, hoy tan ruinoso como la cercanísima Calera Real , y que en su momento fue el más moderno de América en 1972?
¿O el dolor de las madres que veían partir sus hijos rumbo a la Argentina, Australia o el Canadá?
¿Estarán las cunas de los nacidos allá y no acá? ¿ Tumbas no inhumadas en el campo santo del Oeste chaná, pero cubiertas, lejos, con flores de jardines extraños y los tulipanes de Ámsterdam?
Tal vez esté el bisturí del Dr.Ritorni…las cucharas, las plomadas y fratachos de los cooperativistas de Covianalpa 1…los trazos de Fernando Cabezudo…los agudos de Taborda…la batuta de Mañay…los goles radiofónicos de Galagorri…la generosidad social de Anito Moranti…la voz del infomativista Barbitta…la alegría del febrero de Momo de Los Diablos Verdes….un recibo de sueldo de un maestro de Primaria…los bailes del Praga…la jineteada del Negro Ramón…los bloquines de Emilio…las mil anécdotas de los bagayos desde la argentina Gualguaychú cuando era tierra querida y las consiguientes protestas del Centro Comercial…
Hago votos para que en el 2088, la pobre Comisión obtenga un reconocimiento póstumo y no se le haya colado más que uno solo “Ptolomeo”, y sean los émulos de Sóstrato los únicos gratificados de gloria y costumbrismos a perpetuar. Sea.
No falta nada en términos cósmicos para entonces , aunque la mayoría de los que hoy somos mercedarios habremos ya vuelto a ser polvo de estrellas…
Recuerdo que Edgardo me confió su proyecto en el Club de Video del artista fotógrafo Armando López donde ambos habíamos concurrido con las mismas intenciones de alquilar un video cassette, opción que el mantuvo y de la cual yo desistí sin transición electiva por el entretenimiento nocturnal de la lectura, que me captó imprevistamente la preferencia como mejor alternativa de aprestamiento somnífero.
Nos despedimos con el amigo que me informó en ese instante que la Comisión que integraba junto al Intendente de la época, Don Emilio Martino, Sr. José Guastavino y el Esc.Alfonso Arias, pretendería interpolar inteligencia, ponderación, sentido de la histórico- es decir de todo aquello que tenga una reserva de permanencia intemporal-cuando llegara el momento de seleccionar y proceder ejecutivamente a la introducción de los objetos de la cultura mercedaria actual en tanto serán legado póstumo a nuestras progenies biológicas o espirituales vivientes en ese 2088, finales del siglo que hoy corre…que no sabemos si terminará o no sus circuitos elípticos orbitales en tiempos del equilibrio del horror atómico , generador de nuestras mortificantes incertidumbres apocalípticas.
Vuelto a mi hogar , ya en el lecho, releí de José Enrique Rodó la parábola “El Faro de Alejandría”, aquel portentoso fanal que el faraón Ptolomeo encomendó a Sóstrato y que el genial arquitecto egipcio transformó en una de las siete maravillas de la Antigüedad…”-Tolomeo, después de admirar la obra del artista, observó que faltaba al monumento un último toque, y consistía en que su nombre de rey fuera esculpido, como sello que apropiase el honor de la idea, en encumbrada y bien visible lápida. Entonces Sóstrato, forzado a obedecer, pero celoso en su amor por el prodigio de su genio, ideó el modo de que en la posteridad, que concede la gloria, fuera su nombre y no el del rey el que leyesen las generaciones sobre el mármol eterno. De cal y arena compuso para la lápida de mármol una falsa superficie, y sobre ella extendió la inscripción que recordaba a Tolomeo, pero debajo, en la entraña dura y luciente de la piedra, grabó su propio nombre. La inscripción, que durante la vida del Mecenas fue engaño de su orgullo, marcó luego las huellas del tiempo destructor; hasta que un día, con los despojos del mortero, voló, hecho polvo vano, el nombre del príncipe. Rota y aventada la máscara de cal, se descubrió, en lugar del nombre del príncipe, el de Sóstrato, en gruesos caracteres, abiertos con aquel encarnizamiento que el deseo pone en la realización de lo prohibido. Y la inscripción vindicadora duró cuanto el mismo monumento; firme como la justicia y la verdad; bruñida por la luz de los cielos en su campo eminente; no más sensible que a la mirada de los hombres, al viento y a la lluvia”.(¡Gracias Rodó!)
Mientras abandonaba las Parábolas para darle lugar a Morfeo, recapitulé la conversación en el Videoclub con Cadiac y del coloquio se hizo reminiscencia esta confesión:
- Mira Charo, menos, mal que actuará esa Comisión que dispondrá lo qué irá dentro de la Cápsula….pues no estoy en condiciones de enfrentar solo las presiones de quienes quieren, para sí, alquilar un lugar en la posteridad.
- Y seguramente que con méritos opinables, agregué.
En ese instante la madurez y el respeto a la privacidad insta en el compromiso ético de Edgardo, impedía decirnos si habían aparecido los nuevo “Ptolomeo”, sacerdotes criollos de la fama adulterada.
Lo cierto es que finalmente la Cápsula vio sellada su boca hormigonada a la vera del arroyo Dacá, adyacente al lugar donde todavía se yerguen entre la floresta parasitaria las ruinas de la Real Calera, que datan del año 1722 y por ende son las más antiguas construcciones industriales que quedan de la vida colonial del Uruguay.
De aquello a hoy han pasado ya casi veinte años, una quinta parte de la clausura pactada, y me olvidé qué fue lo que pusieron en el capsular útero evocativo.
¿Acaso la inasible desesperanza del cierre de un Ingenio Azucarero, hoy tan ruinoso como la cercanísima Calera Real , y que en su momento fue el más moderno de América en 1972?
¿O el dolor de las madres que veían partir sus hijos rumbo a la Argentina, Australia o el Canadá?
¿Estarán las cunas de los nacidos allá y no acá? ¿ Tumbas no inhumadas en el campo santo del Oeste chaná, pero cubiertas, lejos, con flores de jardines extraños y los tulipanes de Ámsterdam?
Tal vez esté el bisturí del Dr.Ritorni…las cucharas, las plomadas y fratachos de los cooperativistas de Covianalpa 1…los trazos de Fernando Cabezudo…los agudos de Taborda…la batuta de Mañay…los goles radiofónicos de Galagorri…la generosidad social de Anito Moranti…la voz del infomativista Barbitta…la alegría del febrero de Momo de Los Diablos Verdes….un recibo de sueldo de un maestro de Primaria…los bailes del Praga…la jineteada del Negro Ramón…los bloquines de Emilio…las mil anécdotas de los bagayos desde la argentina Gualguaychú cuando era tierra querida y las consiguientes protestas del Centro Comercial…
Hago votos para que en el 2088, la pobre Comisión obtenga un reconocimiento póstumo y no se le haya colado más que uno solo “Ptolomeo”, y sean los émulos de Sóstrato los únicos gratificados de gloria y costumbrismos a perpetuar. Sea.
2 comentarios:
Estimadisimo Charoo...
gracias por las remembranzas, que me han retrotraido en el vertigo del tiempo...
Que veinte anos no es nada !!!!!!
Pero si, ya han pasado veinte anos desde aquel, para mi, aun cercano 1988.
Cuantos recuerdos!!!!!
Cuantas anecdotas!!!!!
Cuantas luchas secretas para lograr la concresion, casi fallida, de lo que seria el "Monolito en Homenaje al Bicentenario de la Ciudad de Mercedes" pero que popularmente fue llamada la "Capsula del Tiempo" y que vino ha inaugurarla el propio Presidente de la Republica...
Habria tanto para contar...
tanto para decir.....
Por el momento agradezco infinitamente sus comentarios, si dios lo permite proximante estare por Mercedes llevandole como presente, si es que ya vio la luz para ese entonces,un modesto trabajo de mi autoria que hoy esta en la editorial y cuyo titulo sera "Mitos, Monstruos y Demonios del Nuevo Mundo" .
Saludos desde Toronto,Canada
Edgardo Cadiac
Los "mitos" me agradan pues los considero una forma de la sabiduría mimetizada para usar inteligencia en la búsqueda oculta de sus verdades profundas.
Cordialmente.
Charo.
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