martes, 13 de noviembre de 2018

Tormenta de Arena en el Desierto conceptual.

Ayer 12 de noviembre de 2018 fue inaugurado a la noche
 la colosal sala de eventos heteogéneos dada su plasticidad
arquitectónica , capaz de acoger a 10 mil asistentes.
Su costó inicial se presupuestó en 40 millones de dólares que
al final de la magna Obra han trepado al doble, 80.Algunos voceros
 adelantan que por la influencia de ciertos ajustes se llegaría a un
centenar. El castigado Estadio Centenario ya no será ahora
la sede montevideana de espectáculos musicales y afines  que lo
desmejoran contra el ejercicio de su propia actividad fundacional.El
 reciente clásico entre Peñarol y Nacional hubo que pintar el césped  de
color verde cotorra.
-No está mal contar con el Antel Arena. Sí, también, no contar con un Hospital de Clínicas Universitario y otros etcéteras .¡Caramba!...que no se puede hacer todo a una vez! Ah!...ahí aparece la política y sus agendas prioritarias, que deben definir opciones en función de la pública felicidad.¿Cómo se mide esa felicidad, ideofonema que me suena tan abstracto? Por sensibilidad ante "los infelices", tal decía Artigas. De no contar con ella, estamos ante mera frivolidad e irresponsabilidad de los rectores de las agendas y de las políticas públicas.
Meditemos para que los espíritus  ponderen los hechos colectivos  en marcos  de consideraciones que tomen  la plenitud de fines, ideales, recursos, actores, tiempos y espacios que se viven.Y que la facultad  decisoria  sea tocada por un Estado de Gracia de..¡la Divina Providencia !  Al país le está faltando un retorno a sus fuentes de religiosidad, el donoso"relegere", o sea el "volver a creer".En verdad un equilibrio entre terrenal inmanencia y celestial trascendencia.

No hay comentarios: