CREO EN LOS MITOS.
Desde la más remota humanidad , esa, ancestral y
cavernícola, hubo que enfrentar la indócil realidad, tan llena de peligros
desde un mastodonte, una jauría de lobos , el frío, el calor y todo suceso
meteorológico….y hasta los propios congéneres de la horda, el clan o la tribu, según grados de evolución y cambios. Hoy dejamos el feudalismo y estamos en el
Estatismo Nacional.(Aunque todavía mantenemos vestigios poderosos en algún lugar de la psiquis de periodos
aparentemente superados…que el “caudillismo feudal” de seguir al “mejor” con fidelidad rayana en
la adoración, muy pronto nos abombará en
el proselitismo publicitario de las inminentes Elecciones Nacionales de los
PP.PP.¡ Y ganará el que tenga más guita
para solventar su “caudillismo” , formas de apariencias protectoras y promitentes )
Sin garras, sin alas, sin fuerza comparativa frente a otros vivientes
cuadrúpedos, en los tiempos prehistóricos -y luego para siempre- solo una cabeza sobre cuerpo bípedo y erecto, la
que cobijaba a su interior casi un quilo y medio de circunvalaciones cerebrales, fue
nuestra ventaja hegemónica sobre el
resto de la animalidad.
Fueron ellas las que rectoreando en las
leyes del ensayo y del error, memoria e imaginación, como atentas y sagaces observaciones del transcurrir diario, las que permitieron
domesticar a las jaurías de feroces lobos para transfomarlas en fieles perros hasta hoy ; o domeñar el
fuego extraído desde las ramas brasientas de un incendio que provocó un
accidental rayo. Mirar el cielo y ver
ciclos con curiosos ritmos repitentes.
Confeccionar armas ofensivas-defensivas desde la madera arbórea o la roca permeable por manos que se fueron haciendo cada vez más
prodigiosas en la plasticidad de su
logros, navieros o habitacionales y en la confección de herramientas.
Y comenzaron a llegar las grandes preguntas ¿Quién creó esa cascada? ¿Por qué
la lluvia?¿La primavera floral, siempre después del invierno gélido?...y otra…y
otra…¿dónde vamos después de ya no
respirar más?...Magia, religión, fueron las
respuestas más a mano. Luego la ciencia.
Hoy la mitología y la ciencia (para mi).
Hubo que dar explicaciones
para encontrar tranquilidades frente a los miedos que provoca la ignorancia cuando es lúcida en su
aprensión del querer saber. No cuando es solo eso, ignorancia, que exige
clamores como ser ”tan ilustrados”…y no conformarse exclusivamente contar con “valientes”, de por si vector muy insuficiente .
Se crearon mitos que pasaron a ser parte de saberes colectivos.
El mito se camufló, pero detrás de su fantasía estaba la verdad. El Mito es
conciencia que arranque en el subconsciente general de las comunidades humanas.
En los insectos es más fácil: el instinto
soluciona todo de la misma manera, eternamente. El mito es valoración
similar a la de la ciencia. Será por eso que yo creo tanto en uno como en la
otra. Malinowski, Lévy-Straus, Jung y
otros antropólogos también asi lo estiman y lo enseñan (lo cual da a mi pequeñez cierta piedad auto consentida).
El Mito persiste por los tiempos hasta que otras realidades
lo envejezcan y haya que sustituirlo por nuevos formatos y mitologías.
Los capitalistas
creen en el mito de que una “mano invisible” maneja las relaciones de equilibrio entre bienes y consumo.No es el Estado.Por eso , dicen:
-”No gobernar demasiado.El mundo camina
solo. ¿Estado? Lo menos posible”.
Los comunistas adoran el mito de la
lucha de clases hasta llegar primero a una “dictadura del proletariado “ y a la consagración de una “sociedad sin clases”
regenteado por el Estado Planificador.
Eso mismo que detallo se estudia “científicamente” en la UDELAR, Facultad de Economía
y de Ciencias Sociales. Es que Ciencia y Mito son iguales, con formas diferentes
de mensajear sus creencias. Pero con unos mismos correlatos.
La Humanidad fue antropófaga.
Comió y sobrevivió gracias a digerir los suyos, no solo a bovinos y peces.
Los uruguayos lo sabemos muy bien en mitos de heroicidad.
Los vistamos o mimeticemos como mejor parezca.
Los cristianos también:
-”Toma, come; este es mi cuerpo; toma, bebe, esta es mi sangre”…aunque se
entregue el simbolismo del pan y del vino concretos, palpables. Pero
a veces no hay tal simbolismo, sino pulsiones del subconsciente que perdura por
los tiempos de los tiempos y el símbolo es a su vez, también, la realidad en
maridaje.Y el mito salva al que tiene hambre que come así las proteínas de su prójimo. El mito
lo perdona de su culpa.
Días atrás terminó la carrera delictiva del uruguayo Marcelo
“Pelado” Rondán, muerto por otro ser Privado de la Libertad con el que
compartía celda. No solo éste lo mató
sino que comió parte de la
anatomía de su víctima.
La ciencia recurrió enseguida a dar explicaciones. El
carnívoro es un psicópata. Un enfermo.
Pero el mito da las suyas. Se come el corazón o el cerebro porque se ama y se
admira la inteligencia del otro y, al
integrarla a su propio organismo,
se adquirirán las virtudes mitológicas vinculares al cerebro -la inteligencia-
y sentimentales que radican en el inconsciente colectivo en el órgano del amor,
el corazón.
El plástico y estudioso de las conductas nacionales, mi
amigo
Luis Ferrer, hizo
una pintura
sobre el suceso de la muerte de Rondán, llamando la atención sobre el silencio oficial
frente a un hecho que está integrado a
la sociología nacional, la que adjunto en esta gacetilla.
Nos hemos
“comido” de diferentes formas entre nosotros desde tiempos
históricos. Lo ocultamos o nos da vergüenza asumirlo que es, entre otros
componentes, un
“crimen pasional”, de amor mítico para el caso Rondán. Como el
de la muerte de
John Lennon ( 08 de diciembre de 1980 por Mark David Chapman).El intento de homicidio del turco
Ali Agca Mehemet al papa
romano Juan Pablo II el 13 de mayo de1981).
El caso Rondán se filtró. Y se andarán buscando responsables que siendo lo
secundario o formal, no lo enfocamos tanto sobre nuestras conductas sociales.Ellas deben ser manejadas, orientadas y educadas, no solo por la ciencia,
sino también por los mitos. Por lo menos, así
lo creemos.