miércoles, 24 de agosto de 2016

-¿Quién Mató al Comendador? - Fuenteovejuna, Señor!

Cuando  sigo las reuniones junteras  de Soriano, la mayor parte de las veces, salgo paspado. Buena parte del tiempo se destina a preocupaciones porque "falta una lamparilla" en la esquina tal y por acullá hay un pozo enorme. 
¡Le están sacando  la responsabilidad  de gerenciar las necesidades a los equipos de la Intendencia con sus directores y capataces.Están para eso, solo para eso, por mas que digan  desde el edilato que la  funciòn de los curules es la de "contralor".
 Concibo que la función legislativa deberia ser cuantitativa y cualitativamente la más valiosa. Pero "legislar" es mucho mas duro que "controlar" lamparillas. Exige pensar y hacer.Todo un know how. Y expresarlo en representativo órgano público con el don de la palabra, clara y convincente.
Añoro que  las "lamparillas"  no nos sigan encandilando y no podamos iluminar con la visión profiláctica del  vanguardista Dr. Ovidio y sus advertencias de prospectiva estratègica.
La incertidumbre avanza.¿Será contaminante o no la nueva planta pastera celulòsica del rìo Negro? ¿Hay estudios especificos sobre el caso de la Dirección Nacional de Medio Ambiente?
Si sobreviene  otro empuje de eurotrofizaciòn del cauce, es posible que se envenenen todas las formas de vida  del ecosistema humeño, incluso la especie bípeda y sus etnias caucásicas y agrodescendientes, que serán  canibalizadas en cuotas.
Si no es así ¡mejor!Aumentará el bienestar del país productivo y las dudas no generarán  temores inhibitorios y estrés social.
Que hablen quienes deben en primera instancia hablar  para responder  las preguntas que están en el alma secreta de todos sobre cuál es la autèntica calidad  y esencia biológica  del problema que  nos perturba.
SI  NO HABLAN LOS REPRESENTANTES POPULARES, QUE LO HAGA LA VOX POPULI, LA VOZ DEL PUEBLO.
Mercedes debe ser la Fuenteovejuna de Lope de Vega. La Villa  se levanto contra el Comendador arbitrario e irresoluto.
-¿Quien mató al Comendador?  se requirió para castigar al individuo justiciero.
-Fuenteovejuna, Señor! respondió la población.


Está hermosa la rambla de Mercedes, como siempre. Como siempre cuando cada cosa está en su lugar siendo el habitual del río su cota cero, efluvio que cada tanto sale a pasear clandestinamente por las avenidas Asencio y de la Ribera, embarrando el paisaje, menoscabando propiedades, enfermando árboles, jaqueando la protectora acción de los paisajistas.
Cuando primavera y verano pactan sus alianzas de calendario, el brindis en la capital de Soriano es ramblero y los colores del prodigio recorren todo el espectro de la luz, aunque noche sea.
Las brisas del Hum aventan los excesos calóricos tras el Angelus y en cada banco ribereño un beso de amor adolescente pacta los inciales juegos de la seducción mediante los escalofríos más tibios que puedan gozarse en el hedonismo principiante del venturoso oxímoron. Divina mezcla de sensaciones tan opuestas en la unidad de los sentidos, desintegrando contradicciones que su lógica no es terrenal.
¡Qué sería Mercedes sin su río y sin su rambla! Un corralito intransigente para hibernar; y un spiedo de eterna noria canicular en el estío.

El río fue obra de Dios; la Rambla de los mercedarios en sumatoria de generaciones.Placidez para el espíritu, descanso para las fatigas y emisión irrefutable para allí sentir, sin discordias, la bondad y la belleza de la vida y de la creación en la experiencia de la soledad y sus riquezas interiores, incluido además el alborozo de los abrazos más gregarios entre foráneos y coterráneos.
Se ama colectivamente la Rambla Batlle y laRambla Herrera, sinuoso cordel de integradas hermosuras fluviales y arquitectónicas entre el Oriente de la Plazoleta Carlos Federico Saez del cabezal pontificio y aquel Occidente del boscoso Parque Guernika.
Salmo que inspira libertad y gozos.
Por estos días está hermosísima. Cuidados con esmeros sus jardines, celo botánico y de ikebana natural por los artesanos floristas de la comuna.
La aparición anatómica de los primero bronces humanoides que ya le roban al sol sus rayos para la alquimia epidérmica de la melanina, el calcio y la vitamina D , se depositan milagrosos en los nuevos esplendores de los musculosos brazos de los efebos y dan más esbeltez helénica al busto de las ninfas y las doncellas que amamantó Nuestra Señora de las Mercedes.
Alianza del verde con la gama de los azules disputando la aurora o el ocaso la gloria del omnímodo pincel.

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