viernes, 29 de octubre de 2010

¡ Todos los Días son Carnaval !

Todo el año es carnaval, sepan mis amigos de Charadas,  sentencia que se repite muy a menudo para señalar que lo que parece ocasional tiene mucho de permanencias...
Es que somos máscaros ( por lo menos algunos ) de todos los días...que en vida portamos diferentes caretas, cambiables  cada rato para adecuarnos a las circunstancias sincrónicas de nuestros horarios y tareas,estatus y roles que desempeñamos en el transcurrir existencial de nuestros recelos, boatos, vanidades, humildades y quehaceres.
Yo, alguna vez, en tiempo ya pasado,  grabado muy fijo en el espíritu, durante tan solo 24 horas calcé máscaras específicas y secuenciadas de maestro, de profesor, de basquetbolista, de albañil, de padre, de esposo, de chofer de bicicleta, de periodista...
El vocablo máscara del griego significa "persona...lidad". 
La personalidad es máscara para adaptarnos al instante que vivimos o padecemos dada su natural capacidad de aptitud y actitud protectora. Debajo de ella -como perfecto camuflaje- está el verdadero individuo con sus pulsiones, mimetizado y oculto. Travestido.
Se dice con sentido de alabanza: ¡Qué personalidad tiene Fulano! ( o Fulana)! ¡Macana!...está disfrazado desde la contingencia que haya asumido.Tiene "otro yo". Ese sí, el ser individual, auténtico!
-"La mujer der César debe ser y parecerlo", esa era la fórmula lanzada hacia  los y las lazarillos desalineados para reencausarlos con consignas ejemplificantes sobre sus responsabilidades frente a las eventuales adicciones. Eran cegueras elusivas de normativas que portaban  rutinas societarias acumuladas negativamente en sedimentos costumbristas y tradicionales durante décadas y, aún, desde germinaciones seculares.
Si los más audaces practicaban geometrías pitagóricas muy misteriosas y herméticas, pronto volvían al redil consuetudinario como a sus normalidades, satisfechos por la licencia, que  procurarían renovar desvíos y extravíos, aunque subyaciendo siempre los temores que hacían de cada aventura evasiva miedo que quitaba grados de placer  al encanto de la transgresión. Por las dudas ajustaban otra vez sus máscaras con alto recato que pretendía disimular las anomalías  violatorias del pacto social, constituido este de "purezas", "fidelidades" y "cristalinidades" al retornar al  proscenio de la buena admisión.
En partidos de fútbol he visto al verdadero personaje que antes creía diferente, catalogando y atendiendo su interesante y habitual aplomo, seriedad y recato...insultando sin pruritos y soezmente al juez desde la Tribuna bravía junto a otros desaforados que padecen la misma mutación conductual.
Un mamau ocasional se desnuda, se saca la máscara y se ve tal cual es. Ocultaba una vieja envidia hacia su presunto amigo laboral que en sobriedad sólo se traducía en cínicos y muy bien actuados  espaldarazos fraternos. Obstaron tres copas de tannat, no más, sacándolo del timing ...para que lanzara en catarsis la confesión en formato de epíteto hibernado. En serenidad abstemia jamás se hubiese animado a emitir como voto que el alma pronuncia,  ahora sí, tonante y viril.
Si a otro ejemplar de la fauna bípeda le das un "carguito", una charretera y el uniforme adjunto, un vehiculo con estaus y se le concede algún grado de poder y la exigua facultad tutoriada  de tomar decisiones ...¡adiós el humilde que creías!...se exhibirá en su verdadera dimensión y humana magnitud. Sin ambages.
Bien, amigos, me voy....que debo ir a cambiarme de antifaz.Los que correspondan a mi jornada vigente de bloguero y de jubilado que los habré de lucir hoy viernes, último de este octubre del 2010.

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