La izquierda uruguaya fidelísima a la majestad de su ideólogo liberal David Ricardo: votará la "Ley de Bronce de los Salarios"
"Más a mí; menos a ti"................ David Ricardo
La brecha salarial, viejo e injusto problema de desequilibrio en el Uruguay de siempre vuelve a sacar pecho en estos días de invierno -que parece mostrarse muy cruel en el comienzo de la gélida temporada- con su semiótica de lo inmodificable e irreparable. Se trata de que unos ganan demasiado y otros muy poco,distorsionando la ecúanime distribución de la renta. La tragedia radica en que algunos de los que poco ganan son más útiles a la nación que ciertos sinecuristas que de ella se benefician sin devoluciones de esfuerzo, creatividad y producción.
A la charada de hoy solo la alienta exponer muy superficialmente la descripción del origen del Gran Cañón del Colorado. O de cualquier otro quiebre de alturas retributivas en las mesnadas ,especialmente dentro de las públicas, aunque la emergencia no sea, al contrario, reconfortante en el ámbito privado.
Comenzó si tomamos sólo el siglo pasado con el batllismo estatista; pero los blancos dijeron poco mientras don Pepe Batlle no hiciera legislar a los suyos sobre los sueldos bajos del Interior agropecuario, reducto nacionalista, que se refleja, pongamos, en los ingresos que reciben las peonadas desde hace un sesquicentenario hasta nuestros días.
Pero ahora llegó la izquierda dadivosa. Ahondó la brecha con sus políticas erróneamente progresistas de la no equidad.
Lo más notorio y que hace arder el alma colectiva, sensibilizada por la detracción, todavía, a la pobreza enquistada con duro cascarón en los humildes: Subirán los sueldos de Ministros, Directores de Entes, Cargos de Confianza, etc. por Ley de los políticos, que a ellos beneficia. Una mega trascavator hunde su pala indecorosa y profundiza las injustas asimetrías.
Claro. Ya lo hemos dicho: están clonados los “tricolores “de Vázquez, Mujica Astori y Castillo del corporativo de la nomenklatura sindical con sus “rosados” antecesores. Son Liberales. Ultra liberales. Y estatistas a la vez en extraña hibridez. Todos. Con poco de lo bueno y mucho de ambas teorías, y mucho por demás de lo despreciable de su degeneración ideológica y patógenas praxis deformadas.
Ahora el Frente huye de sus mitos que fundó Saint Simón y otros “utópicos” y “científicos” de la fraternidad y se inspira en el Liberal clásico David Ricardo con su famosa Ley de Bronce de los Salarios.
-"Hay que pagarle poco a los obreros porque si ganan más, gastan más, se endeudan, provocan inflación y terminan peor que antes" , afirmó rotundo.
Era exactamente por 1817, cuando se nos venía el Imperio portugués (siempre aliado con la patria de Ricardo) y Artigas salía a resistirlo en el frente norteño, aunque en el sureño los porteños de Buenos Aires le daban la puñalada por la espalda con traidores entrerrianos.
Por eso un Ministro ganará ahora mucho más que un bracero. Los aristos integrantes del CODICEN más, mucho más que el pobre maestrito de la escuela del Bizcocho en los pagos de mi Soriano natal.
¡Viva Ricardo! Grita la siniestra desaforada.¡Viva Ricardo!, uniéndose al coro, la diestra.¡Andáaa!.
A la charada de hoy solo la alienta exponer muy superficialmente la descripción del origen del Gran Cañón del Colorado. O de cualquier otro quiebre de alturas retributivas en las mesnadas ,especialmente dentro de las públicas, aunque la emergencia no sea, al contrario, reconfortante en el ámbito privado.
Comenzó si tomamos sólo el siglo pasado con el batllismo estatista; pero los blancos dijeron poco mientras don Pepe Batlle no hiciera legislar a los suyos sobre los sueldos bajos del Interior agropecuario, reducto nacionalista, que se refleja, pongamos, en los ingresos que reciben las peonadas desde hace un sesquicentenario hasta nuestros días.
Pero ahora llegó la izquierda dadivosa. Ahondó la brecha con sus políticas erróneamente progresistas de la no equidad.
Lo más notorio y que hace arder el alma colectiva, sensibilizada por la detracción, todavía, a la pobreza enquistada con duro cascarón en los humildes: Subirán los sueldos de Ministros, Directores de Entes, Cargos de Confianza, etc. por Ley de los políticos, que a ellos beneficia. Una mega trascavator hunde su pala indecorosa y profundiza las injustas asimetrías.
Claro. Ya lo hemos dicho: están clonados los “tricolores “de Vázquez, Mujica Astori y Castillo del corporativo de la nomenklatura sindical con sus “rosados” antecesores. Son Liberales. Ultra liberales. Y estatistas a la vez en extraña hibridez. Todos. Con poco de lo bueno y mucho de ambas teorías, y mucho por demás de lo despreciable de su degeneración ideológica y patógenas praxis deformadas.
Ahora el Frente huye de sus mitos que fundó Saint Simón y otros “utópicos” y “científicos” de la fraternidad y se inspira en el Liberal clásico David Ricardo con su famosa Ley de Bronce de los Salarios.
-"Hay que pagarle poco a los obreros porque si ganan más, gastan más, se endeudan, provocan inflación y terminan peor que antes" , afirmó rotundo.
Era exactamente por 1817, cuando se nos venía el Imperio portugués (siempre aliado con la patria de Ricardo) y Artigas salía a resistirlo en el frente norteño, aunque en el sureño los porteños de Buenos Aires le daban la puñalada por la espalda con traidores entrerrianos.
Por eso un Ministro ganará ahora mucho más que un bracero. Los aristos integrantes del CODICEN más, mucho más que el pobre maestrito de la escuela del Bizcocho en los pagos de mi Soriano natal.
¡Viva Ricardo! Grita la siniestra desaforada.¡Viva Ricardo!, uniéndose al coro, la diestra.¡Andáaa!.
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