-"¡A la Empresa Compatriotas!"...a Evocar el Bicentenario de la Revolución Oriental de 1811.
*Grito de Asencio:27 de Febrero de 1811.*Artigas preparando la Proclama de Mercedes del 11 de abril de 1811.(dibujo de Luis "Pori"Ferrer)
La Historia no es pasado museístico.De ese que se pone amarillento y cubierto de polvo.Es pasado siempre.Antiguo y congelado.La Historia, en cambio, si acaso vale, será por el resultado de asirla a sus pretéritas raices, proyectada al presente dotándola de vitalidad de continuismos, engarzándola de situaciones y hechos análogos y, fundamentalmente, concatenados en líneas de tiempo trenzadas de similitudes, zigzagueantes quizás, o más o menos rectas en sus coloquios fermentales, dispares, tocados de homgeneidades a conocer y, mejor aún, de comprender en sus etologías.
Este 2010 es fecha también evocativa para los orientales, que americanos somos, inmediatos adherentes y muy céleres a la Revolución de Mayo, acompañantes precoces de los juntistas de Buenos Aires en acuerdo con la teoría unificadora de entonces, intuitiva y académica según coincidencias de extremos estamentos sociales, basada en la premisa del mayorazgo. Seguir por lo menos en el debut a"la hermana mayor", porteña, capitana de los ex territorios virreinales del Río de la Plata.
Del talante rebelde de la gente de nuestra banda esteña contra los peninsulares europeos, da cuenta el arrebato irónico y recio del Cura dn.Tomás Gomensoro de Villa Santo Domingo Soriano, la añeja decana población del territorio.
Inscribió por esos dias del otoño de 1810 -antes de huir cuando no es cobardía poseer la virtud de la velocida estratégica a crédito de sumar posteriores esfuerzos de utilidad a la causa- en el Libro de Defunciones de su templo, una nota seductora de intenciones e ironía febril, con todas las características de una necrológica actual dando cuenta de que "había fenecido" el borbónico régimen cuestionado por arbitrario.
Si 2010 es el bicentenario que nos co pertenence a la gran mayoría de los latinamericanos como reminiscencia legítima de justos títulos, otra cuestión diferente es el festejo singular a diseñar por cada cual en su hogar, portante de valores espirituales generados en precisos sucesos fácticos y sentido de proyección hacia concreciones que liberen hedónicas energías patrióticas durante el tan próximo ya 2011, desentumeciéndolas de falsas vergüenzas entronizadas durante las últimas décadas de abstensionismos baratos. Las honras doradas desfallecieron en el transfuguismo de los caros sentimientos de pertenencia a un alma colectiva, dados a parar en las tristes amnesias de vertederos huecos, parias del desarraigo existencial que nos fue cargado de nocivos efectos vinculares intergeneracionales.
Olvidamos integrar fratrías pese a la convocataria de ser huépedes estables de un mismo espacio, de un mismo tiempo.
Cuando a partir del Grito de Asencio del 27 de febrero de 1811, con la inmediata toma militar al día siguiente de Mercedes el 28 de febrero, se estampó desde el arranque activo de la protesta criolla y popular del cantón, el sentido autonómico de los orientales ingresados sin frenos al compromiso libertario, aunque hermanados con el resto provincial (palabra fea del glosario político actual que nació degenerada pues quiere decir "pro vinci", es decir, "para los vencidos").
Como antes en 1810, ahora, en 2010, no nos gusta ser "pro vinci" ante nadie, por lo menos este pueblo heredero del que supo gritar en la costa del mínimo arroyo, al decir de Artigas, y desde la Villa de Mercedes "la admirable alarma que electrizó de fuego patriótico los corazones" en la comarca.
Y desde la propia Capilla Nueva mercedaria proclamar el 11 de abril de 1811 la insensatez de permanecer inmóviles mirando quedos lo que otros disponían . Frente a las ofensas, clamó con severidad republicana el Jefe su incitante "¡A la empresa compatriotas!", mandamiento que sirve para transferir lozanías en cualquier tiempo, incluido, obvio, el nuestro.
¿Los festejos de las efemérides venideras? En su contenido programático ya se pueden ir delineando, que tenemos varios meses por delante; sin perezas, eso sí.Y recordar.Fuimos Provincia, derrotada tantas veces, no vencida. Hoy nación.No olvidarlo en estos ciclos cuando parecen insinuados retornos de viejos paisajes históricos, padecidos y eludidos con corajes y valentías probas en sus correspondientes momentos. Retomemos conciencia. La oportunidad se presenta inmejorable para recapitular pedagogías y castas, sin capitular dignidades y responsabilidades que hoy, caray, ¡somos!
Mañana deberemos legar tributos saneados que no deberán ser entregados, jamás, tal fuesen marchitas flores a los depositarios novicios que la ley de la sustitución vitalicia impone a las razas ínclitas y ubérrimas.
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