El Test de la Nacionalidad.

Siempre me resulta placentero dialogar en navegaciones bíticas con Federico Marotta Francia. Por su armónica y siempre controlada sagacidad. Por amistad. Recientemente tomó para sí la experiencia de responder a un test de los tan habituales dentro de la red comunicacional. Son un lindo juego… que es lindo jugar, sobre todo cuando el ludismo supone una introspección donde canta la curiosidad que uno porta como rasgo de su carácter y temperamento.

La consigna era determinar hasta qué grado el sujeto de la prueba se consideraba nacional de un país, en el caso, del Uruguay. Dio su testimonio:un 99% oriental, uruguayo.
Inmediatamente a mí me repicó dónde quedaba el 1% faltante. Y le pregunté. Así nació esta charada.
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Federico Marotta
¿Cuán Uruguayo eres?
Federico tomó la prueba “¿Cuán Uruguayo eres?” y obtuvo el resultado : 99% Uruguayo!
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Alfredo Saez
-¿Y en qué se perdió, Fedor, ese 1%?

Federico Marotta
-Lo estoy pensando profe, pueden surgir varias teorías, pero no tengo una lo suficientemente contundente. También me gustaría la pregunta: ¿Cuán oriental eres? De cualquier modo un 1% no es preocupante.

Alfredo Saez
-Dices Fedor:-"De cualquier modo un 1% no es preocupante" . Depende si el test es cuantitativo: si no lo es, sí que puede preocupar. De acuerdo a la Teoría del Caos de Lorenz y su célebre "Efecto mariposa", a partir de lo mínimo original se producen efectos plus ultra .

Federico Marotta
-Creo que mi valoración es cuantitativa. De cualquier modo, si haces el test, verás profe que las preguntas no traducen en un todo esto de sentirse uruguayo.
También estoy de acuerdo en lo del efecto mariposa. Pero en este caso creo que no surtirá efecto. A pesar de mi casi década española y mi sangre antecesora venida de otros cuatro países diferentes, me sigo sintiendo bien oriental, cada día más y sobre todo (sin ánimo de querer diferenciarme de otros orgullos de tanta gente) al convivir con tanta multiculturalidad en esta última década, he encontrado en la comparación más orgullo aún de "ser oriental" y de lo que me dio Uruguay en mi crianza y educación. Abrazo!

Alfredo Saez
-Con tu ponderada respuesta, que la intuía tendría el equilibrio y la mesura que te caracterizan, seguiré siendo escéptico con respecto a los Test. No por ellos en sí. Es que son dubitativas aproximaciones para captar la compleja riqueza del ser humano que terminan siendo instrumentos tan delicados en su credibilidad que están en relación directamente proporcional al manejo sapiente de quien dirige y toma las "muestras". Hago un mea culpa como integrante en alguna época de corporativos de la Enseñanza "jugando" a testear chiquilines. La fuerza real y efectiva de lo empírico, nos decía que los resultados no se compadecían del ser vivo sujeto, un adolescente o un niño. O nos daban que eran "torpes" o "genios".Desparramábanse entre los enseñantes ese cliché rémora .Con el prejuicio a cuestas se tomaban actitudes didácticas o, peor, pedagógicas.¡Un desastre! Yo me desayuné más o menos y finalmente a tiempo (creo....) a partir de una duda casuística, corolario de lo que ya por entonces presumía. Conocía fuera del Liceo a un chiquilín que era un supremo habilidoso para jugar al fútbol, casi que un malabarista, lo cual supone tener coordinaciones psíquicas y físicas estimables. Pero era "torpe" para sus enseñantes...y así terminaban por discriminarlo en una "filosofía" adiestrativa del sistema, sólo apto para "hábiles".Conste que puse mi preocupación en el conocimiento de la Dirección, la que había llegado a la misma conclusión. Se resolvió descartar, menos mal, las "conclusiones" de los tests a sus efectos "operativos" áulicos.