El Antiguo Problema Medioeval de "Los Universales", Resucitado y muy Nacional.
* Rafael Sanzio:"La Escuela de Atenas".¿Qué es lo que existe? Los sabios de la Antigüedad tomaron posición.Platón señala hacia arriba, hacia el mundo perfecto de las Ideas, lo Universal; Aristóteles hacia abajo y opta por lo concreto, lo Particular. La Edad Media llevó al máximo la deliberación. En el Uruguay el asunto está planteado dramáticamente en cuestiones de la vida cotidiana.->
Reflexionar en términos filosóficos, no siendo un filósofo, es actitud común a todo ser pensante según grados. Pero si a ello se agrega el sentido de cotidianeidad -que es la advocación del sitio comunitario del amigo Gabriel Arrillaga (“Filosofía Cotidiana” en F/book.com) - compromete en buena medida, supongo, realizar inexcusablemente el proceso didáctico màs importante de todo esquema educativo o de extensión cultural: a partir de los supuestos devenidos en la intelección reflexológica de cada cual, transferirlos, justamente, al día, espacio y lugar donde se existe. Concatenar la idea con la praxis.
Siempre me costó entender, pese a andar rumbeado, cómo gente tan inteligente en la Edad Media europea usó tantas energías cerebrales en dirimir sobre el problema de los “Universales”. Hasta más de un siglo emplearon de ardorosas lectios, quaestios y determinatios.
Monjes y goliardos, maestros y estudiantes, querían clarificar si existen “Los Universales” con existencia propia real, fuera de su enunciación lingüística corporativa, o eran meros nombres, palabras o vocablos, indicadores y simples rótulos de realidades concretas existentes.
“Iglesia” es por ejemplo, un “Universal”: Indica institución, mandamientos, liturgias, sacerdotes, legos, edificios, ideal antropológico, etc, etc. Pero todo junto, ES? ¿O lo único que existe son los elementos singulares como que el sacerdote fulano o mengano, un mueble de confesión o un grial?
Aparecieron dos bandos: Los “realistas” afirmando que existen verdaderamente fuera y casi prescindentes de la sumatoria individual de componentes particulares. Es algo más, aseveraban, con vida propia. Los “nominalistas”, por contrario sensu, eran los portadores de la voz del no! Son meros nombres, decían, para atar relaciones entre entes, seres y cosas.
Se les armó a ambos un lío de órdago. Si uno era “ nominalista” a título entonces de qué, yo, sujeto individual, ¿tenía que ser portador del “pecado original”, responsabilidad exclusiva de Adán , Eva y la serpiente?No me metan a mi en el bailongo… aunque se me disminuía el buen uso del albedrío para lograr la salvación y no por el pecado original, sino por los que eventualmente cometiera después.. Ese sí, contingencia opcional personalísima. Si uno era “realista” ¿para qué la “ecclesia”, la Iglesia, la asamblea de creyentes, su magisterio?
Muy a la uruguaya se resolvió en empate: la doctrina más recibida fue la del “Realismo Moderado”. ¡Viva la Iglesia y viva la salvación personal! Nominalismo y realismo en santo maridaje.
Pero si de empates uruguayos hablamos. Cuando un gobernante mete la mano en la lata, es omiso o ignorante ¿de quién es la culpa?
¿Del Partido o del ratero, ignorante y haragán según el caso?
Otra vez, a ochocientos años de aquello, presente el eterno “Problema de los Universales”, aquí, en el Uruguay siglo XXI. ¿O no?
LA RESPUESTA:
Gabriel Arrillaga Scayola
Según creo, la cuestión de los universales responde a un interés vital del ser humano que no se conforma con simplemente vivir sin tratar de encontrar un sentido "trascendente" a su vida, una finalidad última que de razón de ser de su existencia. Y claro, comparto con usted que también se suele responder a esa "pulsión" de vida con estereotipos y radicalizaciones que tiendan a menguar esa sensación de impotencia ante la naturaleza que se impone.Sin embargo, desde un "realismo moderado" uno puede adquirir mayores herramientas a nivel intelectual tratando de situarse desde una perspectiva más amplia, la mirada del "ojo de águila" según Nietzsche.Desde ella, se "puede" observar lo "humano, demasiado humano" que es el hombre tendiendo fácilmente a pensar que los "buenos" se encuentran únicamente de un lado y los "malos" del otro.Se puede distinguir con que facilidad se cae en el prejuicio que tanto se combatió "si están de ese lado, algo habrán hecho". Si pensamos de modo complejo a la realidad considero que es muy arriesgado aportar una visión concluyente con respecto a las interpretaiones universales del mundo .Sumar desde la diversidad, construir desde la crítica y no meramente desde la "denuncia" parecen ser los grandes desafíos de estos tiempos históricos que corren.Desafíos que implicarían una cierto grado de responsabilidad para quienes tienen (y me incluyo) la posibilidad de aportar estrategias que permitan pensar los "hechos" desde una perspectiva más amplia, no tal vez para distinguirlos como "realidades en si" pero si al menos para mirarlos, observarlos y saber que están allí, tan humanos como ellos, como nosotros.En ocasiones el hacer campaña constantemente (aún con la fuerza de la convicción moral) cierra las puertas hacia la mirada del otro y se lo observa desde el prejuicio, basado por supuesto en un universal cuyos supuestos no son sopesados a la luz de la complejidad.Construir, ganar espacios de argumentación que tiendan a esta línea de integración social, modestamente me parece que es una de las salidas posibles. Muchas veces el "cambio" no se da porque las personas que tienen la oportunidad de generarlo no creen que sea posible superar la cuesta, inmensa a primera vista y por lo tanto desisten de intentarlo.Hay otros que perciben la diferencia pero calculando en términos de utilidad personal arriesgan el "bien común" por su beneficio. En conclusión,los "universales" tienen el "encanto" de "generar" un "núcleo común" que al integrar aporta la subjetiva sensación de formar parte de una identidad colectiva. Me parece que quienes lean lo complejo desde esta perspectiva pueden ingresar en la "inercia" de este tiempo histórico y dejar de ser el "combustible" del motor "progresista".
Siempre me costó entender, pese a andar rumbeado, cómo gente tan inteligente en la Edad Media europea usó tantas energías cerebrales en dirimir sobre el problema de los “Universales”. Hasta más de un siglo emplearon de ardorosas lectios, quaestios y determinatios.
Monjes y goliardos, maestros y estudiantes, querían clarificar si existen “Los Universales” con existencia propia real, fuera de su enunciación lingüística corporativa, o eran meros nombres, palabras o vocablos, indicadores y simples rótulos de realidades concretas existentes.
“Iglesia” es por ejemplo, un “Universal”: Indica institución, mandamientos, liturgias, sacerdotes, legos, edificios, ideal antropológico, etc, etc. Pero todo junto, ES? ¿O lo único que existe son los elementos singulares como que el sacerdote fulano o mengano, un mueble de confesión o un grial?
Aparecieron dos bandos: Los “realistas” afirmando que existen verdaderamente fuera y casi prescindentes de la sumatoria individual de componentes particulares. Es algo más, aseveraban, con vida propia. Los “nominalistas”, por contrario sensu, eran los portadores de la voz del no! Son meros nombres, decían, para atar relaciones entre entes, seres y cosas.
Se les armó a ambos un lío de órdago. Si uno era “ nominalista” a título entonces de qué, yo, sujeto individual, ¿tenía que ser portador del “pecado original”, responsabilidad exclusiva de Adán , Eva y la serpiente?No me metan a mi en el bailongo… aunque se me disminuía el buen uso del albedrío para lograr la salvación y no por el pecado original, sino por los que eventualmente cometiera después.. Ese sí, contingencia opcional personalísima. Si uno era “realista” ¿para qué la “ecclesia”, la Iglesia, la asamblea de creyentes, su magisterio?
Muy a la uruguaya se resolvió en empate: la doctrina más recibida fue la del “Realismo Moderado”. ¡Viva la Iglesia y viva la salvación personal! Nominalismo y realismo en santo maridaje.
Pero si de empates uruguayos hablamos. Cuando un gobernante mete la mano en la lata, es omiso o ignorante ¿de quién es la culpa?
¿Del Partido o del ratero, ignorante y haragán según el caso?
Otra vez, a ochocientos años de aquello, presente el eterno “Problema de los Universales”, aquí, en el Uruguay siglo XXI. ¿O no?
LA RESPUESTA:
Gabriel Arrillaga Scayola
Según creo, la cuestión de los universales responde a un interés vital del ser humano que no se conforma con simplemente vivir sin tratar de encontrar un sentido "trascendente" a su vida, una finalidad última que de razón de ser de su existencia. Y claro, comparto con usted que también se suele responder a esa "pulsión" de vida con estereotipos y radicalizaciones que tiendan a menguar esa sensación de impotencia ante la naturaleza que se impone.Sin embargo, desde un "realismo moderado" uno puede adquirir mayores herramientas a nivel intelectual tratando de situarse desde una perspectiva más amplia, la mirada del "ojo de águila" según Nietzsche.Desde ella, se "puede" observar lo "humano, demasiado humano" que es el hombre tendiendo fácilmente a pensar que los "buenos" se encuentran únicamente de un lado y los "malos" del otro.Se puede distinguir con que facilidad se cae en el prejuicio que tanto se combatió "si están de ese lado, algo habrán hecho". Si pensamos de modo complejo a la realidad considero que es muy arriesgado aportar una visión concluyente con respecto a las interpretaiones universales del mundo .Sumar desde la diversidad, construir desde la crítica y no meramente desde la "denuncia" parecen ser los grandes desafíos de estos tiempos históricos que corren.Desafíos que implicarían una cierto grado de responsabilidad para quienes tienen (y me incluyo) la posibilidad de aportar estrategias que permitan pensar los "hechos" desde una perspectiva más amplia, no tal vez para distinguirlos como "realidades en si" pero si al menos para mirarlos, observarlos y saber que están allí, tan humanos como ellos, como nosotros.En ocasiones el hacer campaña constantemente (aún con la fuerza de la convicción moral) cierra las puertas hacia la mirada del otro y se lo observa desde el prejuicio, basado por supuesto en un universal cuyos supuestos no son sopesados a la luz de la complejidad.Construir, ganar espacios de argumentación que tiendan a esta línea de integración social, modestamente me parece que es una de las salidas posibles. Muchas veces el "cambio" no se da porque las personas que tienen la oportunidad de generarlo no creen que sea posible superar la cuesta, inmensa a primera vista y por lo tanto desisten de intentarlo.Hay otros que perciben la diferencia pero calculando en términos de utilidad personal arriesgan el "bien común" por su beneficio. En conclusión,los "universales" tienen el "encanto" de "generar" un "núcleo común" que al integrar aporta la subjetiva sensación de formar parte de una identidad colectiva. Me parece que quienes lean lo complejo desde esta perspectiva pueden ingresar en la "inercia" de este tiempo histórico y dejar de ser el "combustible" del motor "progresista".
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