¡ Feliz Año Nuevo....y Qué Nadie se Haga el Oso !

En esta jornada se inicia el año 2010, siglo XXI del tercer milenio de la era denominada cristiana, convencionalismo para contar el tiempo en los términos de la aventura humana.

Doblaron las campanas a rebato y a la funerala.Alegrías y lágrimas en el planeta cuando la estadística -como siempre por la fecha- se conmueve en términos extremos de vicisitudes, felices e infelices.

El Uruguay cambia a partir del 1ero. de marzo su Gobierno Nacional luego de cansinas y vehementes maratones electorales a la cuales les falta su capítulo final en duplex: la selección de los Intendentes de los diecinueve departamentos y un importante número de la restaurada figura hispánica de los Alcaldes vecinales, debutantes en la orgnización jurisdiccional contemporánea del territorio y su paisaje comarcal.

El país exhibe tras el pronunciamiento soberano, una notable acumulación de poder por el Frente Amplio con la mayoría absoluta parlamentaria, la presidencia del Ejecutivo, y seguramente predominará en la distribución de las comunas, muy segura la de Montevideo que cumplirá un cuarto de siglo en mano de la izquierda criolla y gran cantidad de las restantes en el Interior.

Se sabe, por la contundencia de las cifras, que más de la mitad de los electores ( 53%) le pertenece a su Lema ; en tanto la otra mitad inferior (un 47%) quedó fraccionada entre los lemas Partido Nacional, Colorado, Independiente y Asamblea Popular, que no podrán acumular en los comicios de las venideras elecciones mayas, salvo ingenierías de improbables alianzas, escudadas potencialmente en un solo y muy elusivo Lema preexistente. Tampoco es viable por imperio de la Ley Electoral crear otro Partido Opositor con intenciones de bajarle la cresta al gallo tricolor.

Con eso panorama , no es menos cierto que existe, desde todo el espectro político decisorio uruguayo, la voluntad manifiesta y comprometida de trabajar por cinco temas comunes en enfoques pluripartidarios que son:

* Reforma del Estado: Lento, costoso , ineficiente y con serios síndromes de burocratosis corporativa.

* Seguridad de los ciudadanos, falibles al creciente violentismo de la delincuencia en altos grados provocadores de temores muy medrosos.

* Reforma de la Educación, sobre todo la pública, cada vez más alejada de sus fines básicos: Ausencia de una axiología antropológica; Medios didácticos pedagógicos enfermos de obsolescencia; y Recursos materiales mal dispuestos para cumplir con una eficaz salida de las generaciones matriculadas, pese a los esfuerzos del país para dotarla de partidas presupuestarias ciertamente, si no abundantes, muy decorosas en la teoría distributiva general.

*Cuidado del Medio Ambiente, fenómeno ecuménico, más sensible en los países dependientes como el nuestro por limitaciones de distinto género.

* Mejora de la producción de bienes en un mundo plano, competitivo e interconexo.

Hay una manifiesta y declarada promesa de establecer pautas y ejecuciones comunes que plasmen en realidades los proyectos sin caer en maximalismos infecundos y decorativos por rayar en el mundo de las exageraciones que fuguen de la realidad; que no se agoten tampoco en galerías minimalistas por pusiláminidades de ocasión que obstaculicen accesos, mediante cualquier excusa, cobardía y pereza baladí, a lo necesario y posible .

Llegará la hora, tras los balances del ejercicio que se aproxima, de decretar homenajes a los probos, o de censuras a los eventuales felones de incumplimientos.

Las promesas fueron suscriptas hasta con solemnidad hacia la esperanzada credibilidad de convencidos y de ingenuos.

La memoria y la buena salud darán su veredicto cuando la ocasión sea propicia

Qué nadie se haga el oso y se ponga a hibernar en cómodas cuevas y antros, mientras la manada persista en sufrir nevadas.