sábado, 6 de septiembre de 2008

Un País Adolescente....porque adolece y sufre.

Juez de fútbol.Dr.Parente:Le atribuyen una culpa por sujetarse a derecho.En el Uruguay las obligaciones están enfermas. La culpa la tiene el "otro" >------V

En ejercicio de mi libertad de expresión, digo que el Sr.Juez de Fútbol Dr.Prudente actuó de acuerdo a su compromiso y directivas laborales en ocasión de suspender el domingo anterior el juego de Primera División Profesional de Montevideo entre el local Club Nacional de Fútbol y Villa Española pues el primero no se presentó a la hora señalada por la Organzación y por violar, además, las normas explícitas de la División de Espectáculos Públicos de la Intendencia Municipal de Montrevideo que regulan para la materia estos sucesos.

Tras la decisión referil, hubo agresiones a periodistas por aficionados y un gran desorden pedestre con riesgos de integrad a la salud de la gente.
La autoridad futbolista estuvo a tono con lasa circunstancias y sin que le temblara el pulso adjudicó losa tres pñuntos endispuita a Villa Española pues el rival no se presentó a jugar. Así de sencillo.
Muchos voceros con temperamento de horda -analfabetos y leyentes- cargaron contra el juez, responsabilizándolo de acontecimientos violentistas que no generó.
Fueron otros los que violaron el pacto social de las conductas civilizadas que para ser tales deben estar regidas por normas.
No convencen casuísticas de lo irrelevante, por más extensas que sean en en su retórica tergiversación ideológica ya que desnucan el cuerpo de la lógica y de la ética.
El Uruguay padece de un desequilibrio entre Derechos y Obligaciones- que no operan separados sino que constiuyen un dualismo- éstas postergadas y mancilladas a diario durante décadas en un duplex de herencia maldita por un lado y por el otro de vigencia tan infamante como creciente.
Nuestra crisis se superará cuando retorne la equidad y no debamos estar pagando, como ahora, adolescencias por que lo que nos falta y por lo que sufre la ciudadana cuerda.
Es que el Uruguay se acostumbró a crear tipologías condescendientes por quienes fueron al asalto del estado democrático, actuando desde fuera hacia dentro y vicerversa, en una doble
gestión de agonistas y antagonistas de demiurgos.
Cuando se pensó que las aguas habían vuelto al cauce tras los desbordes duales, se produjo una increíble confusión.Reclamar por los deberes de la Gran Patria Potestad (no la de los padres biológicos o putativos sobre sus hijos menores) a los ciudadanos, era mal descalificado como autoritarismo. Estaba en germen la anarquía y las pérfidas flexibilidades. El embarazo frankesténico fue corrupción y omisión,traición a la palabra dada, corporativismos elusivos en la pretensión de beneficiarse con las anomalías de la patología descripta, perjudicando mayorías ingenuas e inocentes. Así estamos.
La culpa siempre la tiene el otro.
Ahora un señor Prudente por la culpa de faltantes ajenos.

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