El Saludo Reencuentro con Fernando Chelle Pujolar, poeta.
El 07 de mayo del año anterior, una charada hizo referencia a los éxitos que en Colombia está logrando en su condición de docente y de poeta, el mercedario Fernando Chelle Pujolar, hijo de una tradicional familia amiga de Mercedes, Uruguay.
Hoy recibí la salutación del vate por aquella evocación.
Hoy recibí la salutación del vate por aquella evocación.
Fernando, hijo de Ariel y de la Sra.Pujolar, sigue cultivando las letras con fina lírica que se embellece con los recuerdos infantiles de su nacencia marco en Mercedes .
Recientemente en la Colombia de la residencia actual, estuvo febril en un olímpico Festival de Poesía - el de Neiva- donde concurrieron inspirados aedos del continente.
Vía chat me dijo:
(" Celebro encontrarme con esta charada, que adivino fue motivada por su amor a la cultura, a la historia y también a la tierra que nos vio nacer. Aprovecho la comunicación para saludarlo a la distancia y expresarle mi admiración y respeto. Fernando Chelle").
¡Adelante Fernando...y que tus éxitos se extrapolan tocándonos en la divina armonía coterránea desde los Cerros al Hum....de la Rambla al Koster!...del Dacá culebrero al Bequeló travieso.¡Abrazo!
Recientemente en la Colombia de la residencia actual, estuvo febril en un olímpico Festival de Poesía - el de Neiva- donde concurrieron inspirados aedos del continente.
Vía chat me dijo:
(" Celebro encontrarme con esta charada, que adivino fue motivada por su amor a la cultura, a la historia y también a la tierra que nos vio nacer. Aprovecho la comunicación para saludarlo a la distancia y expresarle mi admiración y respeto. Fernando Chelle").
¡Adelante Fernando...y que tus éxitos se extrapolan tocándonos en la divina armonía coterránea desde los Cerros al Hum....de la Rambla al Koster!...del Dacá culebrero al Bequeló travieso.¡Abrazo!
El TIEMPO ES EL AHORA
Este es el tiempo de mi poesía
voz de todos los tiempos que me habitan
y a su vez
palabra cómplice de todos mis hermanos.
A lo lejos, suena dulce una guitarra
y me trae el recuerdo de ese oboe
verde como pradera
como el silencio de los campos.
Este es el tiempo de Homero y también el de Bécquer
porque el himno gigante y extraño
siempre es presente
ya que todas las voces se vuelven un ahora.
Fernando Chelle Pujolar.
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