sábado, 8 de diciembre de 2018

Libertad con Seguridad, SÍ! Separadas ambas cada una por su lado,NO!


La Historia seguirá siendo una lucha entre la Libertad, la Tiranía y la adaptación del hombre al medio, visión cíclica del tiempo social de la especie. Tiempos alternados en que la Libertad con Seguridad equilibran las pasiones de las exageraciones libertarias, que en casos han fagocitado empeños igualitaristas.Ocurrió  cuando la Libertad  abandonó en escapada a su compañera de ruta, transformándose en esa vivisección cruel que es el libertinaje. No es bueno. O se corre la pantalla al extremo opuesto, con la implementación de una solitaria e indigna Seguridad de Gran Hermano, al estilo Orwell en su obra "1984", generadora de oprobios y arbitrariedades. Tampoco es bueno ni deseable. Artigas lo vivió y lo definió en síntesis esclarecedora:"La cuestión es entre la Libertad y el Despotismo". Con ideología y acciones buscó el instrumento de la conciliación de adversidades entre los “infelices” y los “malos y peores”. No pudo dejar el constructo político que ambicionaba. Sí, la sublimación de su grandeza hecha en la persistencia de una santa y terca lucha, ingredientes forjadores de un modelo para señalar caminos a las descendencias orientales, ojalá que imbuídas de afanes justicieros.
La razón del equilibrio.

Señalar caminos es marcar rumbos. Y los rumbos, en épocas de convulsión, confunden vulnerablemente las opciones de los trillos caprichosos, multiplicados siempre en la aridez de los senderos y sus ofertas, ora atractivas y aceptables.A veces, en tanto, de imantación dulzonamente atrapante de la ingenuidad de una fe huérfana. Por ser naturaleza propia del Hombre, la Libertad obliga a tomar opciones y a responsabilizarse de la elección adoptada. De seguir cánones opresivos, no disuasivos, transcribimos y empobrecemos la existencia común, animalizándola en la repitencia de dolientes ajustes, cayendo en determinismos de lo estricto, muy carcelar por único y exclusivo. Debilitamos la asunción de nuestras creativas empresas frente a retos de perfiles quizás  malignos o, por lo menos, no benévolos. El Grito Liberal es sagrada aspirantía, aunque también oferta cargada de alquimias que pueden traer recidivas con gérmenes mutantes, ya no padecidos por las generaciones del ayer, aunque asaz patógenos contemporáneamente en sus afinidades de Post Modernidad. Artigas dio su examen ante la Historia y nos dejó la nota paradigmática de su alcurnia superior. Pero ya no puede hacer el trabajo que nos compete a nosotros. El 19 de Junio está a mitad del almanaque, y hoy es diciembre  terminal. Estamos, como decía el General, “excitados de enojos”. Que no sea la “ignominia” el presente vigente que nos toca y sí un “andar majestuoso” cuyos pasos deben ser los nuestros , gente del hoy  la que, por un capricho cósmico, vivimos gregariamente a un tiempo y espacio comunes una misma realidad uruguaya conflictiva y decadente que debe promover, otra vez, una “Admirable Alarma” .Que sea con el sonido que consideremos el mejor, el más justo, ético y pacífista
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No con Libertad ó Seguridad, menos Seguridad sin Libertad , sino Libertad y Seguridad. Armonizadas.

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