viernes, 21 de noviembre de 2008

Far West Point.







La inse-guri-dad, domiciliada ya decididamente en el país, estimula y generaliza la primaria reacción de la psiquis individual y social, el miedo. Los medrosos pululan en el Uruguay .
En la pausa entre dos temores analizan y alimentan soluciones para eludir el horror, cargadas de un menjunje donde se mezclan el análisis racional y el instinto de conservación. No sé en qué porcentajes, por lo demás incalificables desde que, a veces, hay razones del corazón que la razón no entiende . Por otro lado, el instinto solo le sirve a los animales como exclusivos signos de acción para adaptarse al medio. En el ser humano, puede ser factor de paranoias, pánicos y errores irreversibles que con penas de penitenciaría se pagan, caso de un homicidio o lesiones graves por más ultra intencional que se tipifiquen.
En la antevíspera, dos altas autoridades del gobierno, la Ministra Daisy Tourné de Interior, de la cartera política por excelencia, y el senador Eleuterio Fernández Huidobro, tuvieron ópticas muy diferentes en sus enfoques sobre el drama.
Tourné reivindicó el Estado en su función primaria: ofrecer y garantizar Seguridad.
Fernández Huidobro, en tanto, negó que el Estado en estos tiempos nuestros la proporcione y por ende, creemos que en su conclusión hay un retorno transferencial al escenario anterior de libertad pre estatal, previo al pacto y contrato civil de ajustarse a las normas con cesión de derechos individuales básicos.Ofrece datos de la realidad con aseveraciones de la roja realidad criminal .Algo así como “alelluya, alelluya, cada cual debe emplear la suya”.(¡Pistola o revólver? ¿Mágnum o Colt? ¿Thompson o HK?)
¿Cúal es la solución?
Para Fernández es la legítima defensa que pasa por la tenencia de armas entre la población como mecanismo de autoprotección y simultáneamente disuasorio.
Tourné advierte de los riesgos de masificar el uso de armas entre inexpertos. Confía en la Policía, institución estatal con funciones de prevenir y reprimir, hoy por hoy, agregamos nosotros y otros más, carente de recursos humanos, materiales, financieros y normativos. Y cierta perturbación anímica.
En el panorama deficitario descripto, tan gris, la sociedad reconoce las serias insuficiencias policíacas operando en agrados extremos, pese a los admirables voluntarismos del personal gálico en una lucha que lo está superando y en la cual ha tenido heroicas bajas para siempre.
La Justicia, a través de sus jueces, comienza a pendular hacia la legítima defensa en recientes casos donde fallecieron los maleantes en enfrentamientos entre el bandidaje y sus víctimas que dejaron de tener actitudes pasivas en emergencias reiteradas de robos y rapiñas
Antes iban presos los mismos acosados por un asalto si procuraban salvaguardar sus derechos hasta desde la propia intimidad física de su domicilio avasallado, al que la Consititución define como "sagrado inviolable".No parecía serlo en ciertos fallos.
¿Qué se hace con los menores delincuentes que son inimputables según el derecho positivo nacional, sean habitantes o ciudadanos que tienen la ciudadanía suspendida por minoridad, aunque están ahítos de derechos cada vez más generosos hacia ellos en los Códigos, aún siendo responsables de infamias máximas?
La postura filosófica de que son hijos de la marginación, de la crisis de la familia nuclear, de la cultura de las drogas fuertes , la pauperización del proletariado y de la educación que se quedó sin axiología y es solo cognitivismo inerte, anima en torpes legisladores, exageraciones benefactoras que rompen equilibrios al afectar derechos de terceros por agigantada misericordia de los mismas leyes de Dios que dictan,No Matarás, No robarás.

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