Aquí estamos metidos.
Exodos en busca de refugio, nunca confiable, en medio de privaciones. (El País de Madrid,28.10.08)
Aquí estamos metidos.En el Congo con contingentes de nuestras fuerzas armadas al servicio de la ONU y en el ojo del huracán, la zona del coltán.
La guerra azota y cabalgan los jinetes del apocalipsis provocando enfermedades, hambrunas, salvajismos y muertes de miles y miles de seres humanos.
Europa en aras de su Revolución Maquinista e Industrial-siglos XVIII , XIX y parte del XX- conquistó el continente para explotar recursos materiales y mano de obra barata.
Europa en aras de su Revolución Maquinista e Industrial-siglos XVIII , XIX y parte del XX- conquistó el continente para explotar recursos materiales y mano de obra barata.
Despues le resultó más fácil y conveniente ya en el siglo XX descolonizar y dejar gobiernos domeñados para mantener la exacción de los bienes, apetito de sus empresas y maquinarias sin necesidad de mantener caros ejércitos de ocupación.
Los nuevos gobiernos, algunos con el perfil de mediatizados, y otros producto de luchas de liberación, no pudieron organizar la vida colectiva por múltiples razones. Una de ellas, la perpetuidad de viejos enconos étnicos, casos de los hutus y los tutsis en la región congoleña y estados vecinos.
Es menos odiosa una guerra entre pueblos alejados geográficamente que entre quienes convivien ancestralmente en un mismo paisaje.
Para desgracia del Congo, en su noreste, está el 80% de la reserva mundial de coltan, una mezcla mineral del que se extrae un metal apagado, llamado tantanio, muy resistente al calor y capaz de soportar altas cargas eléctricas. Con el tantalio se construyen los conductores electrolíticos que se usan en los celulares móviles, las pantallas planas de televisión, en los P.C comunes y en los portátiles, los Mp3 y Mp4, orientadores geográficos (GPS), consolas de satélites orbitales, etc.
De futuro quien domine el mercado de este metal,dominará el mundo, seguramente.
Ya por lo pronto, amén de los viejos problemas de la ex Zaire, muchos analistas interpretan la nueva guerra regional en el corazón del Africa, como la ingerencia empresarial ecuménica para rapiñar esa materia prima en "la era de las comunicaciones y de la imagen".
Los antecedentes de otros ciclos de esta misma catástrofe fueron aterradores.
Cada nueva edición supera a la precedente en horror y masacres que recae en sus mórbidas consecuencias, las más funestas, en la población civil y dentro de la misma, la más vulnerable, la formada por mujeres y niños. Ni los elefantes,hipopótamos y los últimos gorilas de montaña que apenas alcanzan el centenar, se salvan, alimento de los desesperados.
La ONU, entre las fuerzas gubernamentales, la rebelíón tutsis y las incursiones de naciones limítrofes, tiene allí un contingente multinacional.Uruguay incluido, con armas livianas y rodeado de tanques en posesión de las fuerzas de su inmediato horizonte bélico. Con sus soldados en el punto más conflicitivo y dantesco, junto a la crisis en el comando militar de los cascos azules ante la renuncia de su comandante en jefe, un General de División español que criticó la falta de recursos logísticos y de armamento para cumplir con la misión protectora y pacificadora que le fuera encomendada.
Miro mi celular, los de vecinos, utilizados para votar por un premio radial o a una bailarina soñadora y digo:¡qué baratos, cúan caros! Pagué la baratija tecnológica, pero no su carestía...
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