....Y VINO DE ASÍS !
¡Siento en el alma la herida felina que a muerte llamó
Padecida por aquella avecilla ,ser que siempre me amó.
Alegraba mi existencia con verdes caricias de voz,
Padecida por aquella avecilla ,ser que siempre me amó.
Alegraba mi existencia con verdes caricias de voz,
Semejanza que a ciertas criaturas ofrenda la gracia de Dios.
Dialogaba verbos con cualquier querubín
Preferencias menudas a su natural amor serafín
Y en cada mañana bendecía un ¡hola! de anís
Que aún triste en mis amigos resuena ese don venido de Asís.
Adiós mi lorito, chueco, desplumado y picotón..
¡Adiós! Margarito, del rico y oportuno lexicón.
Dejaste la duda si volviste al pesebre de Jesús
o al universo bondad de Emaús.
¡Cúanta tristeza yo soy!
¡Me ahoga el dolor de no saber dónde estoy!
Mis lágrimas inocuas, silentes ,se deslizan frecuentes:
- Pido santo perdón al vero sufrir de pobres dolientes...
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