domingo, 13 de diciembre de 2020

-Proclama de un Miedoso en éxtasis de atendible intuición medrosa: Como dice el candombre “Palo pa’ que aprenda, a no volar…a no volar”…-

* No sé si, al carecerse de un confiable efecto demostración, debe atenderse con firmeza la veracidad de las formulaciones hipotéticas –ya de muy importante divulgación en medios públicos- negatorias de la existencia de la pandemia. • A las hipótesis hay que comprobarlas por doble vía: negarlas o aceptarlas como viables en lo total o en lo parcial, tras un imprescindible proceso de metodología de la investigación. • La pandemia es un asuntos social y, por ende, de competencia primaria del Estado, la expresión jurídica contractual que aceptamos para regir nuestros destinos colectivos. • Los individuos o ciudadanos -dotados de ciertos derechos fundamentales en el que tiene la inexcusable precedencia el de la vida- quedan limitados por la decisiones gubernamentales. • Las decisiones gubernamentales se sustentan en un Orden Jurídico, el que, a través de normas, concede las facultades de proceder, de actuar, a los representantes de la soberanía nacional. • Esas normas tienen varias características esenciales e insoslayables. Conceden la acción fáctica de proceder coercitivamente. Mejor: emplear la fuerza que restringe la acción volitiva de los ciudadanos. • En el Uruguay -mediante la consensuada política instrumental de la “libertad responsable”- se ha dejado en estado de congelación la coercibilidad pues la toma de actitudes personales o corporativas pasan a los gobernados desde sus albedríos, cedidas, devenidas, devueltas, por el gobierno. • Se degenera así “mi autoridad emana de vosotros y cesa ante vuestra presencia" pues en su medida se degrada la autoridad y se coloca al animal humano en estado de manada, forma anterior elemental a la que fuera en grado de menor compejidad y avance organizacional el que serìa luego “animal político”, o sea el zooplitikon de los antiguos padres griegos,fundadores de la formulación democrática. • El hecho es que frente a la Pandemia verdadera - no la que a través de hipótesis de sectores que la sitúan exógena a una descartable ontología negativa que no se la asume como tal- uno a uno muere gente en el día a día real, quedando por ahora en disponibilidad el 40 % de camas CTI . Este dato debe incoarse con el personal necesario tecno médico a cargo, el que ya sería insuficiente para atender a los pacientes respectivos si se llega a la eventual cobertura, probable o posible, de todos las camas. • Otra vez se debe decir -y cumplirlo- el aforismo purificador de “SE ACABÓ EL RECREO”. Y ADEMÁS CONSUSTANCIALMENTE PONER EN EL ARMARIO BAJO LLAVE LAS “PERILLAS DE USO COMÚN” para solo usarlas por los políticamente autorizados.

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