-La Elección-
Cuán difícil es censurar, ya muy claro te lo digo/
Tus propios retumbos de tibios silencios cautivos/
Si en conato pontifica necio y pedante un viejo amigo/
Con equívocos panfletos, sin sostén de sólidos motivos./
Busco eludir por pacto amistoso mi franco alegato/ Resignado a la certera verdad que es fuerte y espera/ O acaso declino y en el discurso fustigo con duro arrebato/ Contra el apóstata dicterio de invasiva, tan funesta bandera./
Larga y negra la pensante noche de la cuarentena moral/ Reflexionar en la vigilia personal, dual y drástica alternativa / Entre convicciones y ese dudoso camino a la probable deriva./
No adviene a mi la afortunada claridad del inquisidor decidido/ Tembloroso anoto en el cerebral bolillero su compungido tañido/ Y no bato si todavía aletea, sabio el suspiro…de un pregón existencial.
Busco eludir por pacto amistoso mi franco alegato/ Resignado a la certera verdad que es fuerte y espera/ O acaso declino y en el discurso fustigo con duro arrebato/ Contra el apóstata dicterio de invasiva, tan funesta bandera./
Larga y negra la pensante noche de la cuarentena moral/ Reflexionar en la vigilia personal, dual y drástica alternativa / Entre convicciones y ese dudoso camino a la probable deriva./
No adviene a mi la afortunada claridad del inquisidor decidido/ Tembloroso anoto en el cerebral bolillero su compungido tañido/ Y no bato si todavía aletea, sabio el suspiro…de un pregón existencial.
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