Setiembre, el mes más artiguista...donde en Soriano peleó su fiel pardo , Encarnaciòn Benitez.
ª Creo que no hay mes más importante en la saga artiguista que setiembre.En el noveno mes de 1811 se le proclamó por el "pueblo reunido y armado" Jefe de los Orientales. En setiembre del 20 ingresó derrotado al Paraguay y en setiembre de 1850 allí murió casi solo y sí que ciertamente olvidado. Pero también en setiembre de 1815 fue el mes y año de su apogeo territorial y político en la Provincia Oriental.Fue cuando impulsò y creó dos Reglamentos fundamentales . El de Aduanas ,visión y praxis de economía liberal y proteccionista en armónico equilibrio con ponderables ajustes mínimos fiscales; y el Reglamento de Tierras.
*El Reglamento de Tierras era para proteger a los hacendados de los males del pillaje como de la desorganización bélica propia de la época tomando medidas establecidas a favor de los terratenientes.Pero a la vez iba dirigido hacia los "infelices" : se les repartía tierras y ganados a condición que las cultivasen con precedencias para viudas con hijos, indios,casados antes que solteros, etc y la obligación de levantar un rancho y dos corrales, es decir un retorno responsable de lo que la patria concedía.
Tratándose de una verdadera revolución en marcha ( no recitada como las de ahora), las tierras se expropiarían a los "malos europeos y peores americanos",dictaba la regla.
* Un combatiente desde la primera hora de las huestes de Artigas fue el leal, fuerte y anatómico, pardo Encarnación Benítez, encomendado por el Jefe a llevar adelante la gestión de distribuir los donativos ( dos leguas por dos y media) en la zona de nuestro departamento de Soriano..
*Lo hizo sin delicadezas, propias de esas horas de violentismos v su psicología arremetedora , aunque con el sentido de una justicia bárbara en la preferencia absoluta a favorecer a los mas desvalidos.El procedimiento recio y rudo,motivó quejas dirigidas contra su lugarteniente al propio Artigas que pretendió moderarlo. Encarnación replicó con el cuero duro hacia el General:
- "¡Avise, mi General! Las tierras serán para los que en la lucha expusimos hasta la vida contra las balas enemigas.Seguiré asì!"
Y siguió así nomás, repartiendo y expropiando por esos campos de Soriano y zonas de Colonia.
Cuando Artigas fue derrotado, los sucesivos poderes que hubo en la Provincias no reconocieron de hecho o de derecho los donativos artiguistas, e incluimos en la revisión a gente oriental que supo en algún momento estar muy cercana en grados jerárquicos del mismo caudillo.
-Encarnaciòn Benitez murió violentamente, tal había vivido, perdiéndose su nombre en la memoria selectiva que solo agita el recuerdo de los ganadores ,aunque no tanto de quienes portan ciertos valores de generosidades muy sui gèneris. La Historia Nacional no puso mucho énfasis en reconocerlo.Las aulas tampoco. Recién ahora ( mas o menos) parece revivir en homenajes, verbigracia una Colonia en Soriano a la que se puso su nombre.Y algunos poetas y cantores populares también están evocando al fiero pardo de las audaces temeridades.
*El Reglamento de Tierras era para proteger a los hacendados de los males del pillaje como de la desorganización bélica propia de la época tomando medidas establecidas a favor de los terratenientes.Pero a la vez iba dirigido hacia los "infelices" : se les repartía tierras y ganados a condición que las cultivasen con precedencias para viudas con hijos, indios,casados antes que solteros, etc y la obligación de levantar un rancho y dos corrales, es decir un retorno responsable de lo que la patria concedía.
Tratándose de una verdadera revolución en marcha ( no recitada como las de ahora), las tierras se expropiarían a los "malos europeos y peores americanos",dictaba la regla.
* Un combatiente desde la primera hora de las huestes de Artigas fue el leal, fuerte y anatómico, pardo Encarnación Benítez, encomendado por el Jefe a llevar adelante la gestión de distribuir los donativos ( dos leguas por dos y media) en la zona de nuestro departamento de Soriano..
*Lo hizo sin delicadezas, propias de esas horas de violentismos v su psicología arremetedora , aunque con el sentido de una justicia bárbara en la preferencia absoluta a favorecer a los mas desvalidos.El procedimiento recio y rudo,motivó quejas dirigidas contra su lugarteniente al propio Artigas que pretendió moderarlo. Encarnación replicó con el cuero duro hacia el General:
- "¡Avise, mi General! Las tierras serán para los que en la lucha expusimos hasta la vida contra las balas enemigas.Seguiré asì!"
Y siguió así nomás, repartiendo y expropiando por esos campos de Soriano y zonas de Colonia.
Cuando Artigas fue derrotado, los sucesivos poderes que hubo en la Provincias no reconocieron de hecho o de derecho los donativos artiguistas, e incluimos en la revisión a gente oriental que supo en algún momento estar muy cercana en grados jerárquicos del mismo caudillo.
-Encarnaciòn Benitez murió violentamente, tal había vivido, perdiéndose su nombre en la memoria selectiva que solo agita el recuerdo de los ganadores ,aunque no tanto de quienes portan ciertos valores de generosidades muy sui gèneris. La Historia Nacional no puso mucho énfasis en reconocerlo.Las aulas tampoco. Recién ahora ( mas o menos) parece revivir en homenajes, verbigracia una Colonia en Soriano a la que se puso su nombre.Y algunos poetas y cantores populares también están evocando al fiero pardo de las audaces temeridades.
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