¡LARGOS FRIOS DE INVIERNO PARA LOS ATALAYAS DEL CORDÓN!

LOS ATALAYAS DE LOS CORDONES,CUIDADORES DE AUTOS .La sensación intérmica debe andar entre el límite bisagra del positivo y del negativo en la escala centígrada; a veces trepando a los 2º y en otras, si sopla el viento que cabalga en una Gillete desde la Antártida, cayéndose en la gélida bajadita del termómetro.La gente usa más sus autos...

hay más trabajo...no es cuestión de "asentarse" en la espera. Nada de recules.Los banquitos quedan vacíos, calentàndose el "ambiente" para que su propietario urbano venga, luego, a restregarse un poquito las manos que deben estar lúcidas. Sin agarrotamientos que impidan señalar a un máximo de precisión las maniobras al apurado conductor del Mercedes Benz alemán , último modelo.

El viejo invierno vino muy barbado y desabrigado este año.Tiritan los uruguayos.¡¿Y los que viven de ó en la calle!? Dios mío!.Necesidad, coraje e imaginación para sobrevivir.Duro oficio el de "Cuidador de Coche"-que no sé si se concretó aquel movimiento de afiliarlos al B.P.S- verdaderos atalayas del adoquón en el emplazamiento del granítero cordón de la vereda. Las calles están divididas por territorios que se defienden con criterio propietarista primitivo.Pero efectivo.La calle provee de casi todo lo necesario para enfrentar las incclmenecias que en el 2011 han sido agobiantes.Un tacho dejado en un container inspeccionado es el corazón de un fogón; maderas de cajones y descartes , mas un buen yesquero hacen el resto y a calentarse a la intemperie.¡Uruguay Natural!que no ni no!

.-Los atalayas de las cordonetas de granito que afilan autos en descanso, no tienen, pese a la apariencia, un minuto de descanso. En este invierno atroz, el grado de alerta debe combatir el altergamiento de la biología para avispar grad ...os supremos de atención.¡Qué no se vaya nadie sin la devolución que tintinea en cinco pesos famélicos...pero que en el rosario de las horas permite la "diaria"! La comunidad de cordoneros no se diferencia por edades ni por sexos. Solo por su extracción social y resistencia a las enfermedades de estación.Ella viene a ayudar al conductor de un supercamión en la destreza de co- salir por una callejuela lateral, la Orestes Araújo, que en el sistema arterial de Montevideo se arrimará a una calle de tránsito firme , después a una Avenida principal y finalmente a la Ruta Uno, tras dejar mercaderías en un Hiper Mercado. Sonríe la chica aparcadora.

 (¡¿Y qué quieres....que se ponga a llorar¡?..qué no hay tiempo para esas pavadas!)