lunes, 1 de marzo de 2010

Un Asunto Deontológico a Dirimir en Estudios de Genealogía.

Mujer charrúa, quitandeira artiguista, en las luchas de la Patria Vieja, por "Luis "Pori" Ferrer.
El antropólogo José López Mazz (foto) calificó al cuplé de murga"Agarrate Catalina" ( foto) referido a los charrúas de racista y fascista.En tanto su colega Renzo Pi Ugarte reiteró la escasa influencia que en los procesos civilizatorios legaron los aborígenes y que el Carnaval abre expeditos terrenos al humor. Al tratarse de dos altos académicos, el suceso plantea un problema deontológico merecedor de un debate profundo entre la intelectualidad vinculada a las Ciencias Sociales.




Promediando el año anterior presenté en el sitio de Gen-Uruguay@ una gacetilla que titulé “Cavilaciones Fantásicas” . Tuvo alguna repercusión relativa, habida cuenta la generación de respuestas variadas y de diversos signos que recabó en un sugestivo número de participantes, mayor de los habituales en este tipo de consideraciones. En una síntesis -que desde ya considero insuficiente- pero que se reactualiza al solo efecto memorístico, planteaba en qué medida los genealogistas- profesionales o amateurs- se vinculan a la actividad por una actitud científica de tono emocional y de alta carga afectiva hacia sus ancestros o, si es simplemente una curiosidad con más carga de fría objetividad y de mera búsqueda con la excusa de darle fronda a un árbol artificial, como los nevados pinitos de navidad en nuestra zona subtropical.Imprevistamente hoy se plantea en Montevideo una suerte de polémica sobre tema de análogas raíces el que, en este caso, involucra a la etnia charrúa, gestora de íconos nacionalistas la que de acuerdo a estudios universitarios de acento antropológico cada vez mas profundos, es la responsable genética, vía del mestizaje holístico, de un importante índice del 30% de la actual población uruguaya residente. Arrancó todo el aquelarre en un cuplé de la màs famosa murga del carnaval nativo, la agrupación de los hermanos Tabaré y Yamandú denominada “Agarrate Catalina”. Comparò el orfeón, el desarrollo cultural de los aborígenes, fundamentalmente cazadores,pescadores y recolectores transhumantes, con las comunidades andinas peruanas y con las de meso América. Estas desarrollaron culturas urbanas y agrícolas con sistemas teogónicos y científicos de avanzado interés respecto a la precariedad de los logros de las tribus silvestres de la denominada banda Oriental. No me preocupa la murga y su propuesta, que esa es su misión, llevar humor a la gente , si es necesario, mediante lo burlesco pues carnaval quiere decir “Carne Vale” o, lo que es lo mismo, todo relajo vale....por lo menos en la tradiciòn judeo-cristiana hasta las Pascuas. Pero sí me conmovió el tema y sus añadiduras por un hecho que fue para mi más serio; es que yo necesito ayudas solidarias para poder estructurar mi pensamiento, y luego ir con más propiedad a descargar mi conducta intelectual, respecto a esa Deontología que debería guiar los pasos del aficionado que soy en prácticas de Genealogía.
Queda claro que la Deontología es la ética de las profesiones, es decir lo que uno profesa, quiere, ama, con o sin título académico.¿Cómo es el asunto? ¿Se debe censurar? ¿Hay que justificar a raja tabla a los ancestros? ¿Hay que comprenderlos, tanto a ellos como a sus circunstancias, estilo “ortegagasetiano? En fin…muchas más preguntas podrían ponerse en el ancho muestrario de incertidumbres.De que el asunto no está muy claro, dan cuenta las actitudes totalmente opuestas que ofrecieron dos profesionales de probados y altos méritos como los antropólogos culturales José López Mazz y Renzo Pi Ugarte.En las antípodas se ubicó cada cual. Como digresión, también debo informar de la molestia que provocó el canto murguero en la Asociación de Descendientes de la Nación Charrúa. Incluso pueden agregarse al vademecum deliberante, unas trascendendentes declaraciones de pocos meses atrás del intelectual uruguayo de vasto reconocimientos en el mundo de las cátedras, ex Presidente de la República Dr. Julio Ma. Sanguinetti cuando opinó sobre los sucesos del arroyo Salsipuedes y afines que dividieron a la opinión pública interesada en el suceso.Porque me parece pertinente, en un prurito de sinceramiento que pueda mitigar ingenuos prejuicios, señalo a mis queridos colegas colisteros que desciendo de charrúas por el entronque Saez-Silva-Villasante, estos últimos caciques y miembros del Cabildo de Villa Santo Domingo Soriano. Pero soy Santos Bermúdez de Galicia coruñesa, Sallaberry de los Pirineos franceses y Berche suizo.Lo cierto que cantò la mediática murga “Agarrate Catalina” el ya famoso Cuplé de los Charrúas, en 2010, es decir muy antes de 1950, pero el asunto, creo, es para nuestra disciplina intemporal, camino bidireccional: hacia atrás de ese 1950 y desde luego hacia delante.
Recapitulemos vía de transcripciones textuales. Rápidamente saltó al ruedo, o a la zanja, el antropólogo:

José Lòpez Mazz.-.

-"El cuplé de Agarrate Catalina está escrito por planchas ignorantes. La misma lógica se les puede aplicar a ellos y decir que hacen murga porque no fueron al conservatorio y que lo que hacen no vale porque existe una cultura de más quilates. Si queremos ser una nación hay que tener una conciencia histórica clara. el cuplé es racista.Es clasista, tiene muchas cosas que me enojan mucho. (…) Es una reverenda ignorancia, es fascista y discriminatorio,.¿Pierdo yo el humor si digo que los autores son planchas, que no fueron a la escuela, que no leyeron los textos? Es agraviante lo que dicen ellos."

Con él, o en paralaje, aseveró la Asociación de Descendientes de la Nación Charrúa:

-"Los charrúas han cultivado la espiritualidad, la horizontalidad y la igualdad, el respeto, el valor de la palabra y otros valores comunitarios . Nos resulta doloroso que, por desconocimiento y otras razones que desconocemos, seamos testigos de estos agravios en la máxima fiesta popular uruguaya como lo es el carnaval y por reconocidos artistas populares que ostentan honrosos nombres charrúas”.

Tomó posición en el atalaya de enfrente Renzo Pi Huarte:

-"Ahora están los "charrumaníacos" que se dicen descendientes, y a mí me parece peligroso, porque hay atrás una cosa como racista, usan el lenguaje de los racistas, hablan de "sangre charrúa", como si la sangre significara algo.¿Qué nos da en términos de cultura y personalidad? ¡Nada!. Vamos con un ejemplo, mi abuelo era catalán y ¿qué tengo yo de catalán? ¡Nada! No conozco el catalán, no lo hablaba. ¿Qué íbamos a estudiar si era un idioma regional? Si yo me pusiera a estudiar un idioma no estudiaría el catalán sino alemán, ruso o acaso el chino; idiomas que tienen una definición mucho mayor. Entonces ¿qué podría dar tener un antepasado charrúa? ¡Nada!. Salvo que sean disparates como los que han dicho Danil Antón y Gonzalo Abella que les gusta cazar en los montes y los ríos porque son charrúas. ¡Déjense de embromar! A mi también me gustaba cazar. Alguien me preguntó “¿pero qué dejaron los charrúas a nuestra cultura?" Y yo dije que algo que ofendió muchísimo a los "charrumaníacos", que como no sean las boleadoras que cada vez se utilizan menos, no dejaron nada. En Río Grande del Sur creen que la raíz del gauchaje hay que buscarla en los indios, pero yo creo que viene de otro lado. Después todas las cosas que se mezclaron porque la Colonia del Sacramento fue un semillero, donde desertaban soldados españoles o portugueses, marineros de barcos que se quedan por ahí, negros esclavos que se iban para los campos y ahí se mezclaron todos junto con indios guaraníes y algún charrúa que quedara.Lo único en términos de cultura criolla que parece tener un origen indígena es la equitación. En cierto sentido, porque cuando tu quieres que el caballo vaya para un lado mueves las dos riendas y la equitación europea es con una rienda o con otra. Eso parece que fueron los indios, pero el freno no lo conocían, aunque pudieron hacer frenos de hueso o de palito. La ganadería capitalista funcionaba en razón de lo que se podía exportar, que eran cueros, después de la carne salada (charque). Y los estancieros, por supuesto, no querían que vinieran los indios, como no querían que vinieran tantos bandidos a carnearle los animales. Y fueron los que instigaron el exterminio. Nosotros lo miramos con nuestros ojos y nos parece lo que es: un genocidio. Pero en la época todo el mundo estuvo de acuerdo y le pareció un acto civilizatorio".
........
Insisto, quiero amenguar mis tribulaciones junto a vuestros aportes. El contencioso no es si los charrúas eran o son “buenos” o "malos”. Se trata de saber como deontológicamente deben manejarse en el plano ético estos fenómenos que incumben a nuestros ancestros, la mayoría muertos y sin quien pueda tomar directamente su voz, quebrando o tirando lanzas.

3 comentarios:

Alfredo Saez Santos (Charo) dijo...

Recibí vía "gen-uruguay@" este comentario del Sr.Carlos Girado:
-"
Estimado, no se si hay que "censurar" a los ancestros, excepto si "censurar" implica "desaparecerlos" de nuestra historia o mentir sobre su condición (en ese caso, una suerte de "justificar").

No soy muy versado en genealogía, pero tengo claro que si como ciencia pretede ser auxiliar de la historia más nos vale no desaparecer nada (creo que sobre los ancestros de San Martín ya hubo polémica y resolución, por ejemplo), sino que todo aparezca lo más trasparente posible, nos guste o no el resultado.

Yo creo que "la cosa" es "aceptar" y esto incluye tanto el mestizaje, la ilegitimidad, etc. (de la ascendencia o descendencia de un sujeto bajo estudio) como lo "censurable" en términos éticos (si es que la ética admite censura, tema sobre el que no estoy preparado para debatir, ni es este el foro adecuado).

Somos lo que somos con todos los condimentos y el que niega algo de su pasado, bueno o malo, creo yo, se niega a si mismo de alguna manera, porque lo que se "tapa" no deja de estar allí y formar parte nuestra por acción o por reacción.

En términos científicos no se puede decir menos, porque esconder el pasado de alguien es negar facetas propias del personaje, además de negarle a sus ancestros su cuota de participación en la historia del personaje de que se trate.

En fin.
Saludos
Carlos Girado

Alejol dijo...

¿Es serio el estudio que afirma que el 30% de los uruguayos tenemos un ascendiente charrúa?

Porque las cifras de inmigración europea entre el siglo XIX y el XX afirman lo contrario. Creo que se equivocaron al otorgar demasiado valor al ADN mitocondrial, o más bien cometieron errores metodológicos.

Estoy a favor de que cualquiera se una o construya cualquier asociación dentro de la ley; pero tengo la sensación de que los descendientes de charrúas se están apoyando en un estudio científico endeble.

No creo que sea necesario para unirse a cualquier grupo el esgrimir que este grupo ha hecho aportes muy valiosos a la comunidad; creo que con el sentimiento de pertenecer a ese grupo, basta.

Pero de usar a la ciencia como argumento, hay que ser rigurosos; si alguna vez la ciencia favorece nuestro puntos de vista, hay que ser "buenos deportistas" y reconocer cuando la ciencia demuestra que nuestro grupo no es tan importante o que nuestros puntos de vista están equivocados.

Me parecen totalmente acertadas las palabras de Pi Ugarte.

Alfredo Saez Santos (Charo) dijo...

Gracias Alejol por el aporte.Respecto al 30%, loe sugiero recurra a la Universidad de la República , Facultad de Humanidades , responsable de estudios sobre antropología cultural en nuetra bio e ideo esfera donde seguramentye confirmarán, aclararán o dispiarán vuestras dudas.
Respeto su opinión sobre la opinión de Pi Ugarte, claro que mi perplejidad me pone en estado de alerta si de valores universales pro vida como valor supremo guían mi postura axiológica,cuando leo ésto que si bien es claro en su expresión linguística, también puede llevar a equívocos... e insisto, a ¡perplejidades! Dijo el Sr.Renzo:-"Nosotros lo miramos con nuestros ojos y nos parece lo que es: un genocidio. Pero en la época todo el mundo estuvo de acuerdo y le pareció un acto civilizatorio".