NUNCA MAS
El Pte.Vázquez y Blandengues
en homenaje a Artigas .
en homenaje a Artigas .
El “Nunca Más” es una expresión de deseo, ponderación de una vida ajustada afectivamente a valoraciones pacifistas, las que no siempre marchan al ritmo de lo volitivo ni de las inferencias de la humana condición. La Historia seguirá siendo una lucha entre la Libertad, la Tiranía y la adaptación al medio, visión cíclica del tiempo social de la especie. Tiempos alternados en que la Libertad con Seguridad equilibra las pasiones de las exageraciones libertarias, que en casos han fagocitado empeños igualitaristas cuando aquella abandonó en escapada a su compañera de ruta, transformándose en esa vivisección cruel que es el libertinaje. No es bueno. O se corre la pantalla al extremo opuesto, con la implementación de una solitaria e indigna Seguridad de Gran Hermano, al estilo Orwell en su obra "1984", generadora de oprobios y arbitrariedades. Tampoco es bueno. Artigas lo vivió y lo definió en síntesis esclarecedora:La cuestión es entre la Libertad y el Despotismo. Con ideología y acciones buscó el instrumento de la conciliación de adversidades entre los “infelices” y los “malos y peores”. No pudo dejar el constructo político que ambicionaba. Sí, la sublimación de su grandeza hecha en la persistencia de una santa y terca lucha, ingredientes forjadores de un modelo para señalar caminos a las descendencias orientales que estén imbuidas de afanes justicieros.
Pero señalar caminos es marcar rumbos. Y los rumbos, en épocas de convulsión, confunden vulnerablemente las opciones de los trillos, multiplicados siempre en la aridez de los senderos y sus ofertas, ora atractivas y aceptables, o de imantación dulzonamente atrapante a la ingenuidad de la fe huérfana. Por ser naturaleza del Hombre la Libertad, obliga a tomar opciones y a responsabilizarse de la elección que se adopte. De seguir estrictos cánones, transcribimos y empobrecemos la existencia común, animalizándola en la repitencia de pretéritos, cayendo en determinismos de lo necesario por único y exclusivo, debilitando la asunción de nuestras creativas empresas frente a retos vivos y asaz malignos o, por lo menos, no benévolos. El “Nunca Más” es sagrada aspirantía, aunque también oferta cargada de alquimias que pueden traer recidivas con gérmenes mutantes, ya no padecidos por las generaciones del ayer y por ende más patógenos. Artigas dio su examen ante la Historia y nos dejó la nota paradigmática de su alcurnia superior. Pero no puede hacer el trabajo que nos compete a nosotros. El 19 de Junio está al fenecer, y mañana es 20. Estamos, como decía el General, “excitados de enojos”. Que no sea la “ignominia” el destino y sí un “andar majestuoso” cuyos pasos deben ser los nuestros , gente del hoy que, por un capricho cósmico, vivimos gregariamente a un tiempo y espacio comunes una misma realidad conflictiva que debe promover, otra vez, una admirable alarma con el sonido que consideremos el mejor, el más justo, ético y armónico.
Pero señalar caminos es marcar rumbos. Y los rumbos, en épocas de convulsión, confunden vulnerablemente las opciones de los trillos, multiplicados siempre en la aridez de los senderos y sus ofertas, ora atractivas y aceptables, o de imantación dulzonamente atrapante a la ingenuidad de la fe huérfana. Por ser naturaleza del Hombre la Libertad, obliga a tomar opciones y a responsabilizarse de la elección que se adopte. De seguir estrictos cánones, transcribimos y empobrecemos la existencia común, animalizándola en la repitencia de pretéritos, cayendo en determinismos de lo necesario por único y exclusivo, debilitando la asunción de nuestras creativas empresas frente a retos vivos y asaz malignos o, por lo menos, no benévolos. El “Nunca Más” es sagrada aspirantía, aunque también oferta cargada de alquimias que pueden traer recidivas con gérmenes mutantes, ya no padecidos por las generaciones del ayer y por ende más patógenos. Artigas dio su examen ante la Historia y nos dejó la nota paradigmática de su alcurnia superior. Pero no puede hacer el trabajo que nos compete a nosotros. El 19 de Junio está al fenecer, y mañana es 20. Estamos, como decía el General, “excitados de enojos”. Que no sea la “ignominia” el destino y sí un “andar majestuoso” cuyos pasos deben ser los nuestros , gente del hoy que, por un capricho cósmico, vivimos gregariamente a un tiempo y espacio comunes una misma realidad conflictiva que debe promover, otra vez, una admirable alarma con el sonido que consideremos el mejor, el más justo, ético y armónico.
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