-Como un colibrí-
Es dura la vida y sus alternativas.Los ciclos etarios no son inmunes ni responden iguales a unas mismas circunstancias, los factores culturales - por influencia social o propia de la formaciòn recibida-dan al destino de cada cual su elam, su ser, su existir...su querer.
Los períodos serán de gloria, penosos, naturales o esperanzadores. Cuando llega un impacto con su consecuente probanza, la resolucién crea incertidumbres a resolver per sé o por la asistencia de apoyos obvios e imprevistos.Allí se constata la incidencia de nuestras fuerzas y de las personales debilidades.Podemos estar aptos para el reto con la fortaleza de un toro de lidia ó ser tan débiles como un hermoso y diminuto colibrì nectarino....
< Necesitaba el leal amanuense el favor de un testigo,
claudicantes las horas laborales en mustia la empresa
buscando el providencial respaldo desde un buen amigo
de su mal fuera contención,tal hidroeléctrica represa.
Halló excusas nimias y lo suyo fue decepción y tristezas
agregaturas de disuasiones quemadas tal hojas en llamas
sufriendo en paso a paso como incendiaban su enterezas
desintegrada la fe en el portafolio de antiguas proclamas
Frío de julio en el cuerpo dolido ; el alma sin resplandor
carencia de fuerzas en las alas, ya parecía un pobre colibrí
muy arrugada su coqueta blanca corbata, roja y azul turquí.
Junto al árbol mortuorio lo vieron con medroso estupor,
algunos recordando de su vida honorable,altas semblanzas
constatación que no son eternas las eras de gratas bonanzas
< Necesitaba el leal amanuense el favor de un testigo,
claudicantes las horas laborales en mustia la empresa
buscando el providencial respaldo desde un buen amigo
de su mal fuera contención,tal hidroeléctrica represa.
Halló excusas nimias y lo suyo fue decepción y tristezas
agregaturas de disuasiones quemadas tal hojas en llamas
sufriendo en paso a paso como incendiaban su enterezas
desintegrada la fe en el portafolio de antiguas proclamas
Frío de julio en el cuerpo dolido ; el alma sin resplandor
carencia de fuerzas en las alas, ya parecía un pobre colibrí
muy arrugada su coqueta blanca corbata, roja y azul turquí.
Junto al árbol mortuorio lo vieron con medroso estupor,
algunos recordando de su vida honorable,altas semblanzas
constatación que no son eternas las eras de gratas bonanzas
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