A los tumbos.
Anduvo siempre a los tumbos
en días y años muy aciagos
y nunca salvó los rumbos,
siervo de poemas y embriagos.
De su fiebre no hubo testigos
silencio de veraz secreto sonoro
como cerril candado en postigos,
bozal y marca de aquél viejo Toro .
Dio fama a sinfonías de bellas letras
alucinaciones de alegres juvenilias
ofrendas a la proscripta, ausente amada.
Padeció abyección nemésica por dos familias,
vil tatuaje memorial en su alma exonerada
pulsión que ni tú, maldito, la perpetras.
en días y años muy aciagos
y nunca salvó los rumbos,
siervo de poemas y embriagos.
De su fiebre no hubo testigos
silencio de veraz secreto sonoro
como cerril candado en postigos,
bozal y marca de aquél viejo Toro .
Dio fama a sinfonías de bellas letras
alucinaciones de alegres juvenilias
ofrendas a la proscripta, ausente amada.
Padeció abyección nemésica por dos familias,
vil tatuaje memorial en su alma exonerada
pulsión que ni tú, maldito, la perpetras.
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