viernes, 21 de agosto de 2020

La Metamorfosis...Dafne trocada en un laurel, victorioso.

  

Versátil  Eros, diocito, niño alado y arquero

monarca sutil de las flechas amorosas

absolutista de la exacta puntería del guerrero

o de fallidos envíos  a esquivas mariposas.

 

Heriste al divino Apolo con saetas punta de oro

y a la hermosa Dafne el frígido flechazo plomizo.

Varón enamorado,  celo y arrebato de un toro;

 pobre ninfa, sufriente repulsión  del maldito hechizo.

 

Quiso lo suyo muy erotizado el Dios de la gnosis

con  la bella en veloz y célere fuga del áureo coronel

Apenas alcanzada, piedad de Zeus…y ¡metamorfosis!

trocada la bellísima niña  en victorioso laurel.

¿Cuántos intentos de Cupido son aciertos?

Cuántas sus  trágicas hipnosis

del amor en destinos tan inciertos

                                    ¡...o corona laurelina en triunfal apoteosis!

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 La curiosidad que despiertan los mitos es una imaginería en apariencia fantasiosa aunque en verdad mimetiza sucesos reales para poder así interpretarlos a interesante cabalidad de análisis con el apoyo de la poesía. ¿Es el mito de Dafne y Apolo una fábula? ...o acaso poder explicar el origen occidental del poder del patriarcado....la suprema Justicia del "Olimpo", legislador versátil....los desvaríos saludables de una metamorfosis....el impudor de Eros eligiendo sus flechas de repente con alevosìa o con amoroso encanto...para que quienes se sienten por ellas heridos se sacrifiquen en el altar de la derrota o en el de la suprema felicidad.¿Ambos?¿Uno... o ninguno?


 

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