Sobre Redes Sociales y "Mass Media" en la Junta Dptal. de Soriano.
En la sesiòn de hoy de la Junta Dptal. de Soriano, el edil de la Lista 22 del Partido Nacional , de Oliveira, hizo un recio anàlisis semiótico y axiológico del mal uso de facebook ó de twitter . Abogó como corolario para que las eventuales morbideces -expresas desde las naves de los cibernautas- se corrijiesen con "concretas" medidas legislativas. Entiendo perfectamnte la preocupaciòn del correligionario -el doble correligionario Damián - su denuncia y su añadidura de normativizar lo corregible.
No obstante me preocupa lo que no se dice y que, en la exageración o en la perversión legislativa, puede llevar a que millones de individuos, que antes no tenían acceso a medios públicos y ahora sí, queden nuevamente amordazados para el jolgorio lucrativo de los dueños de las agendas, esto es, los monopólicos dueños de los "mass media".
No es de Oliveira el vanguardista obviamente de la propuesta , sino que el río y los vientos ya han traido efluvios y brisas que deben ser tomadas por los liberales como sucesos de preocupación. Considerar un Estado de Alerta.
He aqui lo que dijo el edil nacionalista según la versión que tomamos de la agencia noticiosa de Soriano, AGESOR:
El patíbulo digital: Facebook y Twitter
La última versión del patíbulo es digital y tiene enorme éxito en las
redes sociales, en Facebook y en Twitter especialmente, dijo el edil Damián
Oliveira.
El edil Damián
Oliveira (PN) se refirió a algunas prácticas de agresión y bullying en las
redes sociales, indicando que “la última versión del patíbulo es digital”, y
“el procedimiento es generalmente parecido.
Se trata de lanzar
rumores --ciertos o no-- a través de la red social o de enfrentarse con dureza
ante un comentario que otro usuario publicó en su muro o lanzó desde su
Twitter.
Sin la toga negra,
aparecen jueces por todos lados, en ese mundo en el que todos somos perfectos,
donde mostramos nuestro mejor perfil, donde ocultamos cuanto podemos nuestras
miserias.
Una de las maneras de
hacer eso es la crítica acérrima y descarnada, el ataque fulminante.
La maldad siempre
está en otros, no en uno mismo; en el universo de Facebook los juicios sumarios
y las condenas abundan, en todo el mundo en general y en Mercedes en
particular.
Parece que no se
repara en el hecho que desde nuestra condición de seres humanos perfectos en
tanto usuarios de Facebook, hacemos bullying con increíble facilidad y sin
remordimientos.
Es enorme la
dimensión que ha tomado el desprestigio y el escarnio que cualquier descuido,
desliz o tontería que hace cuarenta años hubiera producido solo un rato de
incomodidad o un momento de rubor hoy --magnificado por Twitter o por
Facebook-- puede generar un linchamiento que arruine una vida.
Sin dudas, se salen
de proporción cuando se amplifican en las redes sociales.
Una vez que la jauría
digital se desata es imposible frenarla y la sentencia es terminante, aun
cuando se base en frases sacadas de contexto, fotos humillantes o errores
cometidos.
Los justicieros de la
red creen estar haciendo el bien, poniendo las cosas en su sitio, y creen que
la única forma de hacerlo es mediante esa humillación pública.
Y como horrorosa
cicatriz quedan los buscadores, porque después todo se reduce a googlear.
Desde el fondo de la
historia, el linchamiento es también un espectáculo.
Antes se tomaban
fotografías con los ajusticiados.
Hoy también lo es,
pero se repite eternamente, en el historial de nuestros muros o en nuestra
historia de twits.
No obstante, los
justicieros se olvidan de la esencia del espectáculo: que debe continuar.
Y hoy pueden “matar”
a A, mañana a B, pasado a C.
Pero --cuidado-- el
cambio de roles es perfectamente posible porque quien es buen acusador hoy
puede ser mejor acusado mañana.
Y hoy cualquiera en
Internet se considera con la altura moral para ser juez y verdugo; su
prontuario no importa, para esta nueva inquisición siempre encontrará muchos
“me gusta” y los comentarios que le den la razón.
Hay que establecer y
defender un marco civilizado de convivencia en Internet.
Y desterrar la idea
de que eso que sucede en el ciberespacio es realidad virtual, y que, a pesar de
su naturaleza intangible, debe ser considerada, tratada y legislada de la misma
forma en que se hace con la dura, y muy tangible, realidad.
En Uruguay se usa la
legislación vigente y general y han ocurrido casos de procesamiento por lo publicado
en Facebook, pero lo que se necesita es una legislación concreta, para terminar
con esta caza de brujas.
Solicito que estas
palabras pasen a las Comisiones del Senado y de Diputados de: Constitución y
Legislación, y Educación y Cultura; al Jefe de Policía, Intendente
Departamental, Secretario General, Directores de Jurídica, Asuntos Sociales, y
Cultura, y Municipios y Juntas Locales del interior de Soriano”.
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