Los Imprudentes que Llenan las Pelotas
El muy conocido actor Roberto Jones estaba en el Lawn Tennis de Carrasco ofreciendo un unipesonal sobre textos de Borges que le exigìa a su profesionlismo el máximo de concentración . Allí volvió a experimentar un sabotaje a sus deseos , tal en otras oportunidades cercanas en que casi llegó al pánico escénico. El agudo timbre cumbiero de un celular en sala se hizo dueño de los sonidos, superando en cincuenta decibeles a la propia la voz del intérprete.
Jones , anonadado y furioso a la vez, aseveró con las abultadas venas de la garganta crispadas:
-“Dos veces me quedé sin letra. Dos veces tuve que realizar un esfuerzo impropio para continuar. Este esfuerzo me provoco una hipertensión que luego se concretó en un hematoma facial. No se puede hacer teatro así. No se puede más convivir así. Se violan las reglas indispensables y las buenas costumbres y quienes lo hacen no reciben jamás la más mínima advertencia, ni hay ninguna consecuencia de sus actos. Salvo el enojo y el justo reproche del perjudicado que, naturalmente, como siempre, cae en saco roto. Una minoría de marginados sociales nos dominan e imponen sus malas costumbres porque el miedo y el cómplice silencio de la mayoría lo permite. Yo no me callo. Pero me cansó. Me cansé. Es como que me dieran una puñalada en el corazón. Juro también que es esta mi última función en la capital. Estas faltas de respeto no se viven en el interior del país. Los nuevos medios de comunicación, celulares, entre otros, impiden que pueda comunicarme con la audiencia. Son comportamientos típicos de habitantes del barrio Carrasco, egresados de la educación privada y paga. No me mire -tras dirigirse al dueño del celular- con esa cara de imbécil”.
POST SCRIPTUM: La anecdota precedente fue tomada de Montevideo Portal.Ahora , frente a su difusion, el actor Roberto Jones desmiente el suceso en estos tèrminos:
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