Nos Enseñaron Mal...La Tierra es Plana !
La Tierra es Plana
Thomas Friedman
El te-ma del empleo del “sentido común” -como rector de conductas- está a la orden del día en espacios de lecturas, especialmente si se pretende dejar en un escaloncito debajo del saber académico, las formulaciones más críticas que superan el entendimiento vulgar cuando éste pretende abordar algún asunto espinoso, incluido todavía el atasco hasta para la propia ciencia o lógica del comportamiento.
Ante la defección técnica de encontrar respuestas confiables a un entuerto, el filantrópico y salutífero “sentido común” obsequiará su mágica oferta, adornándose de auto elogios frente a su criatura, o sea un diagnóstico infalible. El más manido y fatigante es adosarse que es “el menos común de los sentidos”, en una latosa e infaltable inversión de los términos. Algunos de sus prosélitos van más allá y arrojan las razones de su promoción sagaz: hizo el aprendizaje de la sabiduría en la “universidad de la calle” , en “tener cancha, vestuario, boliche,mundo y mucho mostrador”, pese a que abandone ese último magno recinto entre nubes de alcohol, humo y las piernas cruzadas del gran etilizado de la vida.
Por estos días preelectorales -dentro de las estrategias publicitarias televisivas- ha aparecido un personaje sesentón que hace alusión a la falta de “sentido común” si se vota el próximo 25 de octubre al rival del auspiciante, trayendo a colación y a sus efectos situaciones protagonizadas por el país.
También recientemente el columnista Borky de Montevideo.com (La Piedra Lunar, 12.10.09) dejó su añadidura de notables colisiones de relativismos y absolutismos que producen los impactos según la senda y dirección en que transitemos, tan llenas de transeúntes, con análisis o no de alcoholemias habilitantes, si conducimos sobre el rodaje del denotado y connotado “sentido común”. Afirma el escriba que para mengano una solución de “sentido común” no es universal pues a zutano le pude resultar errónea e impracticable. Es que zutano y mengano de repente difieren en sus afianzados enfoques sobre la existencia y son portadores de sub culturas contrapuestas, las cuales obstan para producir el zafarrancho en el que consideraron de buena fe presumida opción popular con ingenuo buen talante. Hacía referencia Borky que no es fácil admitir que La Tierra es plana, entre otros ejemplos que exhibió para sus respectivos casos con interesante desarrollo.
En lo personal, durante nuestro pasaje por la primaria escolar, nos dejaron con una rara sensación al enseñarnos que la Tierra era “redonda” y que giraba en torno al sol….si yo, cada mañana, en mi Mercedes veía salir al sol del lado de la estación de AFE el que a través del día se corría hacia su ocaso en el Cementerio del barrio Mondongo. No discutí pues desde chiquito te imponen un saber oficial…Vé, después, a quejarte a la Liga.
En el liceo insistieron con el asunto en forma más profesoral. El planeta es esférico y ¡viva Eratóstenes! ¡ Muera Ptolomeo!, incapaz el pobre de haberse dado cuenta de un fenómeno tan sencillo! , se sentenciaba .
Pero ahora aparece un contemporáneo de nuestros días, Thomas Friedman, y dice rotundo en su libro “La Tierra es plana”…¡que el planeta es, justamente, plano!. Plano porque se acható con la “globalización”. Todo está más cerca y cambiante. Hay que ajustarse, sugiere, a las modificaciones, so riesgo que el achatamiento nos achate a todos…o a los que se dejan poner la pata arriba como se le hace a la esquiva cucarachita con resultados que no siempre favorecen al botín 43.
Con La Tierra esférica o geoide, al margen de la distancia, capaz que no hubiésemos podido ver a Uruguay ganarle a Ecuador porque el majestuoso Chimborazo -que hizo delirar de lirismos en prosa a don Simón Bolívar- no habría permitido observar la cuasi salvación en vivero de los celestes del Entrenador Tabárez en las aún inconclusas eliminatorias hacia el Mundial de Sud Africa 2010...de la que queda sólo el último y definitorio juego contra Argentina moribunda en Montevideo pasado mañana.
Pero al ser La Tierra tan plana, tan cercana, tan fácil de ver todo sin subirnos al carajo de la nave de Cristóbal Colón, pudimos ver a Diego Forlán en su pase maravilloso a Luisito Suárez para el empate instantáneo y el chuteo del hijo de mercedario al ángulo superior izquierdo del golero ecuato-argentino, asegurando la victoria sublime del minuto 90.Imposible de concebirlo…si La Tiera no fuese plana! (Perdónalos Ptolomeo! Eratóstenes, tienes razón…¡pero marcha preso e incomunicado!)
Ante la defección técnica de encontrar respuestas confiables a un entuerto, el filantrópico y salutífero “sentido común” obsequiará su mágica oferta, adornándose de auto elogios frente a su criatura, o sea un diagnóstico infalible. El más manido y fatigante es adosarse que es “el menos común de los sentidos”, en una latosa e infaltable inversión de los términos. Algunos de sus prosélitos van más allá y arrojan las razones de su promoción sagaz: hizo el aprendizaje de la sabiduría en la “universidad de la calle” , en “tener cancha, vestuario, boliche,mundo y mucho mostrador”, pese a que abandone ese último magno recinto entre nubes de alcohol, humo y las piernas cruzadas del gran etilizado de la vida.
Por estos días preelectorales -dentro de las estrategias publicitarias televisivas- ha aparecido un personaje sesentón que hace alusión a la falta de “sentido común” si se vota el próximo 25 de octubre al rival del auspiciante, trayendo a colación y a sus efectos situaciones protagonizadas por el país.
También recientemente el columnista Borky de Montevideo.com (La Piedra Lunar, 12.10.09) dejó su añadidura de notables colisiones de relativismos y absolutismos que producen los impactos según la senda y dirección en que transitemos, tan llenas de transeúntes, con análisis o no de alcoholemias habilitantes, si conducimos sobre el rodaje del denotado y connotado “sentido común”. Afirma el escriba que para mengano una solución de “sentido común” no es universal pues a zutano le pude resultar errónea e impracticable. Es que zutano y mengano de repente difieren en sus afianzados enfoques sobre la existencia y son portadores de sub culturas contrapuestas, las cuales obstan para producir el zafarrancho en el que consideraron de buena fe presumida opción popular con ingenuo buen talante. Hacía referencia Borky que no es fácil admitir que La Tierra es plana, entre otros ejemplos que exhibió para sus respectivos casos con interesante desarrollo.
En lo personal, durante nuestro pasaje por la primaria escolar, nos dejaron con una rara sensación al enseñarnos que la Tierra era “redonda” y que giraba en torno al sol….si yo, cada mañana, en mi Mercedes veía salir al sol del lado de la estación de AFE el que a través del día se corría hacia su ocaso en el Cementerio del barrio Mondongo. No discutí pues desde chiquito te imponen un saber oficial…Vé, después, a quejarte a la Liga.
En el liceo insistieron con el asunto en forma más profesoral. El planeta es esférico y ¡viva Eratóstenes! ¡ Muera Ptolomeo!, incapaz el pobre de haberse dado cuenta de un fenómeno tan sencillo! , se sentenciaba .
Pero ahora aparece un contemporáneo de nuestros días, Thomas Friedman, y dice rotundo en su libro “La Tierra es plana”…¡que el planeta es, justamente, plano!. Plano porque se acható con la “globalización”. Todo está más cerca y cambiante. Hay que ajustarse, sugiere, a las modificaciones, so riesgo que el achatamiento nos achate a todos…o a los que se dejan poner la pata arriba como se le hace a la esquiva cucarachita con resultados que no siempre favorecen al botín 43.
Con La Tierra esférica o geoide, al margen de la distancia, capaz que no hubiésemos podido ver a Uruguay ganarle a Ecuador porque el majestuoso Chimborazo -que hizo delirar de lirismos en prosa a don Simón Bolívar- no habría permitido observar la cuasi salvación en vivero de los celestes del Entrenador Tabárez en las aún inconclusas eliminatorias hacia el Mundial de Sud Africa 2010...de la que queda sólo el último y definitorio juego contra Argentina moribunda en Montevideo pasado mañana.
Pero al ser La Tierra tan plana, tan cercana, tan fácil de ver todo sin subirnos al carajo de la nave de Cristóbal Colón, pudimos ver a Diego Forlán en su pase maravilloso a Luisito Suárez para el empate instantáneo y el chuteo del hijo de mercedario al ángulo superior izquierdo del golero ecuato-argentino, asegurando la victoria sublime del minuto 90.Imposible de concebirlo…si La Tiera no fuese plana! (Perdónalos Ptolomeo! Eratóstenes, tienes razón…¡pero marcha preso e incomunicado!)
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