viernes, 7 de agosto de 2009

De la Moderna Heladera, al Actual Retorno del Pacto del Chinchulín por Promitentes Coaligados.

Tomado de "La Juventud" de Mdeo.,con el agregado de leyenda y de banderas.

De todas las definiciones sobre el Uruguay de las que he tomado conocimiento, la que más se aproxima a la interpretación que a mi interior pensante he integrado con la mayor convicción, no pertenece a político, geógrafo, historiador ni sociólogo.
Sí a un poeta católico.
Juan Zorrilla de San Martín, en los primeros versos de su poema romántico “Tabaré”, una dramática y bella historia de mestizajes en un escenario de violentos encuentros de culturas, enmarca nuestro escenario patrio entre ríos, el Uruguay y el Plata, producto naciente de la “sonrisa de Dios”.
El Gran Principio de la Creación estaba de buen humor cuando pasó su vista entre las coordenadas geográficas: latitud 33 Sur y longitud 56 Oeste .
Obsequió un territorio con forma de corazón, sin meteoros extremos, penillanura fértil, costas de fácil acceso, muchos días anuales de buen sol y atmósfera oxigenada. Apto para vivir, para crecer y multiplicarse.
Adán y Eva, portasen opcionalmente su genotipo con mancha mongoloide en el coxis, melanina en la piel, o iris azulado, tenían, en tanto padres de la especie, un buen lugar en el mundo para vivir y sobrevivir.
Sólo debían acordarse que Dios no iba a estar siempre sonriendo. También Él, como sus humanas criaturas, son co partícipes de una misma imagen y semejanza que supone considerar variables. En consecuencia, es capaz de amar, de castigar, de dejar de sonreír , conservando siempre el don de perdonar ante deslices de sus hijos, responsables sólo ellos de la defectuosa aplicación de la más cara merced que les concedió, el albedrío.
Entre providencias y albedríos, desde 1830 el Uruguay adquirió condición de Estado y por tal organizó su vida colectiva inmediatamente desde 1836 mediante Partidos Políticos que llegan, desde aquel origen, dos de ellos a mantenerse aún como fundadores de un muestrario, ahora diversificado con otras organizaciones posteriores en el tiempo de una misma naturaleza inicial en búsqueda de objetivos e ideologías de conducción civil hasta este presente del 2009.
Partido Blanco, luego Nacional en 1872, y Colorado se llamaron esos cuasi grupos a partir del mencionado 1836 y al parecer bautizados por una disposición meramente cromática. Las cuestiones del Poder en medio de un mar de factores de perturbación, herencia del confuso ciclo histórico regional e internacional de la nacencia, no pudieron resolverse con la exlusiva praxis de la inadecuada teoría constitucional, sino que hubo de apelarse al predomino de la fuerza armada. En los entreveros de lid marcial, unos tomaron un color identificatorio en batalla para sus huestes cuestión de no producir el lamentable error de lancear o sablear a un compañero en las recias embestidas bagualas de una temeridad inaudita. Por eso nacieron las divisas de blancos y colorados, luego poco menos que totémicas en el arraigo subjetivo de sus prosélitos. No obstante Alberto Zum Felde explica el fenómeno adictivo por la vía psicológica. En el feudalismo del génesis uruguayo, las relaciones interpersonales entre la gente eran de base caudillesca y carismática, soldadas por lazos de fe que aseguraba reciprocidades de ida y vuelta, clientelismos primitivos que no ofendían ni al señor ni al vasallo. Si el Uruguay colonial fue “tierra sin ningún provecho” en el comienzo por falta de metales preciosos , sostén del sistema mercantil en que el oro y la plata eran fuente principal del paradigma económico, con la libidinosa introducción ganadera de bovinos el concepto de riqueza se magnificó y fue imán de concentraciones más o menos estables en las inmensidades del desierto verde en cierto perídos zafrales de un "tierra purpúrea" por sus emprendimientos sanguinolientos. Estos alcanzaban en su morbilidad a bovinos como a los multi raciales androides que calzaban chiripá, lazo, y farinera y bota 'e potro. Los tribales hombres originarios tuvieron más y mejor comida a disposición; y los primeros ibéricos, “comoditties” de vaquerías para alimentar con carne salada a los esclavos del norte, martirizados en ingenios y minas. Además los cueros eran los mejores del mundo para mover en función de correas las infatigables máquinas de la Revolución Maquinista e Industrial. Por ello vinieron más conglomerados europeos motivados en obvios afanes imperiales, más sutiles que los de la metálica primera oleada, española y lusitana. No teníamos, ya confirmado, por estas regiones oro ni plata, o sea la argenta, y de la pretensión falseada sólo nos quedó aquí la toponimia de "río de la Plata" , Paraná Guazú de los indios, y la designación de Argentina para los habitantes del occidente del gran estuario que se abraza con el Atlántico. Nosotros, en tanto, fuimos “orientales” del río Uruguay, proveedor caudaloso de aguas al hiper estuario.
En esa relación de lealtades –afirma, insistimos, Zum Felde- la gente buscó su alma gemela de afinidades en perfiles psicológicos. Los más afiatados a un estilo de “caballero español”, se solidarizaron con el elegante Oribe; los más “liberales” con el versátil Rivera.
En tanto los historiadores Sala de Tourón, de la Torre y Rodríguez entendieron que los partidos fundacionales no respondían con tanta claridad a una idea ni opinión primigenias de acentos mentales del carácter y del temperamento, sino que, a través de sus líderes, eran fratrías que defendían y ofrecían la mercancía de tierras entre núcleos afines para el utilitarismo garantizante de predominios en el duro batallar de las hegemonías gregarias. Cada victoria o derrota era, respectivamente, recompensada con propiedades. O generaba violentas quitas de campos. En ello radicaba la razón fundamental de las guerras civiles, más allá de intrusiones e ingerencias foráneas y asaz interesadas en un ciclo de capitalismo expansivo.
Cuando concluyen las "patriadas" en 1904, la lucha futura se manifestará dentro de un marco de acuerdos dilucidados en las urnas como en legislaciones donde cada una de las partes ejercerá, la administración, el Partido Colorado ,y el Partido Nacional, el control de forma tal que los equilibrios distributivos se mantuviesen dentro de una tibia entropía que no recalentara el sistema de equidades, más o menos soportables , el que dio en llamarse Estado de Bienestar o Benefactor.
Con educación popular gratuita y buenos ingresos procedentes del mediatizado sistema exportador, guerras oportunas ajenas y muy pródigas para nuestras arcas, el nivel de los uruguayos fue confortable y vanguardista en América Latina en los aspectos que miden la calidad de vida, solventada por las pujantes empresas públicas que llevaban agua potable, encomiendas, noticias y energía,etc., hasta el más alejado lugar de las periferias urbanas.
Nuevas oleadas de desplazados europeos por guerras, discriminaciones, el régimen del mayorazgo, o sea del hijo primogénito como heredero exclusivo dela propiedad familiar, la “cuestión social”, como gran consecuencias de la Revolución Maquinista e Industrial, introdujo al país doctrinas de raíz socialista y anarquista que nutrieron las fundación de partidos de influencias confesionales por un lado, e izquierdistas por otro, ambos sectores siempre minoritarios de manera que el bi partidismo blanqui colorado fue la dimensión de las estructuras políticas en la ideosfera mayoritaria de la población por décadas de permanencias casi totales.
La post guerra mundial (1945) , que algunos ubican como Modernidad , afectó seria y cada vez más gradualmente al Estado de Bienestar. Tomaron fuerza los factores deficitarios del país, carente de metales ferrosos, sin combustibles, con inmóvil crecimiento demográfico, con ajustes proteccionistas en el mundo que cínicamente se proclamaba liberal, tecnología obsoleta y gastada, la ruptura de los términos del intercambio de mercaderías que perjudicó a las economías exportadoras de productos primarios de mínima transformación, debilitamiento de las ventajas comparativas del clima templado, en tanto se acrecentaban los precios de las manufacturas industrializadas al estilo productivo del fordismo, provocando endeudamientos limitantes, a la larga, de la soberanía.
A su vez, la nación dejó de ser atractiva para los inmigrantes y, por contrario sensu, cada vez acusa más el fortalecimiento del fenómeno de la emigración que la ha desangrado de gente joven, capacitada y empeñosa, trayendo a su turno el empleo público como expectativa, el encarecimiento del Estado, una política de permanentes ajustes fiscales, depreciación de la moneda, inflación fluctuante, envejecimiento poblacional , defensas corporativas sindicales en el cantón público, todo lo cual ya coloca por nuestros días vigentes en estado de alarma a las prestaciones previsionales y dan guarismos de ineficiencia a los servicios educacionales, habitacionales y sanitarios, en tiempos palmarés de vanguardismos continentales.
En 1971 los grupos de izquierda , junto a sectores de los partidos tradicionales e independientes, formalizan una coalición que se denominó Frente Amplio, derivada luego en Partido que en el año 2005, tras 35 años de oposición accede al Gobierno nacional con mayorías absolutas en las cámaras, fenómeno inédito en el país. (Ciertos objetores no habían creido ya anteriormente desde el año 1963 en un plan coaligado y prefirieron aplicar el recurso de la lucha armada para acelerar el derrumbre y sustitución del sistema democrático imperante.)
Había fenecido el bipartidismo, con antecedentes previos en el dominio permanente del Frente desde 1990 de la Intendencia Municipal de Montevideo, ciudad donde reside la mitad de la población, sede del principal puerto exportador y de la concentración de los servicios fundamentales de un Uruguay notoriamente estructurado como un constructo macrocefálico.
He aquí una cronología fundacional de los Partidos Políticos en la historia de los uruguayos:
1836:Partido Blanco (desde 1872 Nacional) y Colorado.-1910: Partido Socialista.-1912:Partido Unión Cívica (hoy aliado con el Nacional).-1921:Partido Comunista.-1962: Partido Demócrata Cristiano (un reciente desprendimiento de la vieja Unión Cívica).-1971: Coalición Frente Amplio, luego partido.-1984: Partido de los Trabajadores de visión trotskista (la revolución mundial y no parcial en un solo país).-1962:Partido liberal, afiliado a la libre empresa.-2004:Partido Independiente con desprendimientos del Frente Amplio, especialmente del Nuevo Espacio, volcado al Frente.-2009:Partido Asamblea Popular, desprendimientos del Frente pero más a la izquierda que el Independiente.
A principios del siglo XX (1904) se produjo la última revolución, dirigida por Aparicio Saravia, con huestes blancas de afinidades campesinas, más preocupadas antes que por el poder en si mismo, por una política de pactos que llevaran hacia la democracia política y las libertades públicas, afirmadas en controles electorales ecuánimes. Pese a la derrota militar ante el social demócrata José Batlle y Ordóñez, baluarte impar de un tiempo colorado que contribuyó a crear con indiscutible férrea personalidad de estadista, se consiguieron los propósitos de los alzados y se afirmó el Estado Nacional, compitiéndose sólo en elecciones que son el útero de un personaje de nuestra fauna homínida:el político profesional que sigue al estilo de los antiguos romanos una "carrera de los honores" . Se accede mejor a su cima si se pertenece al patriciado criollo, visible, quizás, en linajes que detentan las mayores recompensas comunitarias, espejos tácticos y funcionales de lejanas monarquías, autenticadas en los registros de unos mismos apellidos de genealogías comunes que se repiten a través de los lustros.
Intentos de alzamientos en 1910 y 1935 son anecdóticos por extemporáneos.
También la centuria precedente mostró dos Golpes de Estado.Uno en 1933 por el Presidente colorado Gabriel Terra, acompañado de blancos; y en 1942 ,Golpe del Presidente, también colorado, Baldomir, familiar de Terra, que facilitó salir del terrismo, tiempos de crisis cíclicas mundiales del capitalismo a partir de lo que sucedía en su creciente ariete, los EE.UU. de América del Norte.
Desde el año 1963 ,entonces, comenzó a operar en el país una organización armada denominada Movimiento de Liberación Nacional (Tupamaros) que logró éxitos iniciales haciendo insuficiente las respuestas policiales lo cual llevó al gobierno del presidente colorado Juan Ma. Bordaberry a declarar con aprobación del parlamento democrático en 1972, un Estado de Guerra Interno que generaba la conducción de la lucha antisubversiva por las Fuerzas Conjuntas (FF.CC.), unidad estratégica y operativa de la Policía y las Fuerzas Armadas con notorio predominio del Ejército. En ese mismo año, las FF.CC ,drásticamente, vencieron a los tupamaros.
No obstante los militares no volvieron a los cuarteles y, codiciosos e impúdicos , coparon el poder político el 27 de junio de 1973 , aunque manteniendo la imagen presidencial de un devaluado Bordaberry el que después es defenestrado por la propia clase castrense , sucediéndose presidentes de facto civiles y militares tras el expulso. Una huelga de virtud voluntariosa conducida por la Central Nacional de Trabajadores, aunque sin apoyo interno mayor, ni captora de reacciones en cadena exógenas entre el resto de la población, ya había claudicado al 11 de julio. Ya antes en febrero de ese 73 , una facción dentro del Ejército publicitó un comunicado llamado No.4 de tendencia peruanista (nacionalismo populista y progresista en el Perú del Gral.Velazco Alvarado) que encandiló de adhesión espiritual y táctica a los objetores izquierdistas de los partidos tradicionales-políticos y gremialistas-, los que después habrían de sufrir en carne propia su errónea ingenuidad pues todo era un veloz camino de ensayos hacia la dictadura irreversible, insinuada en el inmediato Comunicado No.7 del vasconcellano "febrero amargo" que implotaba y explotaba a la vez.
El durísimo régimen militar- no obstante responsable de importantes obras de infraestructura vial y energética- se agotó al no poder superar los problemas anotados de la crisis crónica antes detallada debido al quiebre del antiguo modelo del Estado Benefactor, muy desvencijado, perezoso e ineficiente, inserto en un mundo distinto con una formidable evolución tecnocientífica y grupos plutocráticos multinacionales, más influyentes que los propios estados en el relacionamiento mundial.
En 1985, con el presidente colorado Dr. Julio Ma. Sanguinetti, se vuelve a la reinstitucionalización democrática -acordada entre los militares y la mayoría de los partidos- exclusión del Nacional que no participó del denominado Pacto del Club Naval, con su lider de la resistencia al régimen Wilson Ferreira Aldunate conculado en sus derechos cívicos y encerrado en una prisión cuartelera de la ciudad de Trinidad.
Se sucedieron luego en este orden los presidentes Dr.Luis Alberto Lacalle, retorno de Sanguinetti, Dr. Jorge Batlle (electo en segunda vuelta o balotaje) y el actual Dr.Tabaré Vázquez, primer mandatario de izquierda, electo en octubre del 2005 en primera vuelta, sin balotaje, con asunción el 1º de marzo del 2005 cuando prometió hacer "temblar las raíces de los árboles"...todavía muy enhiestos.
El Uruguay en este lapso no ha podido superar la crisis, pero ha mantenido, pese a todo, la institucionalidad y el crujiente funcionamiento estatal dentro de un sin fin de aprensiones .
El Frente Amplio, tras su histórico triunfo del 2004, pensó en poder con facilismos reeditar su permanencia que se dirimirá en octubre de este año del 2009. A tal punto que llegó a decirse con soberbia inaudita por un calificado vocero que “llevando una heladera como candidato, igual ganamos”.
La aplicación salvacionista de las mismas medidas gubernamentales que se criticaron a los partidos fundacionales, son vicios otra vez renacidos como los de la corrupción, el amiguismo y clientelismo, y la no aplicación de medidas programáticas prometidas y difundidas durante el período preelectoral en la campaña hacia las elecciones de 2004. Se desbalancearon iconos, el de la “heladera” , el del "cambio" , el "no al FMI" y "No pago de la deuda externa", etc., que trajeron fuerte decepción en muchos votantes los que, valga el lexicón popular, sólo habían “prestado” su voto al Frente Amplio en la creencia que modificaría las acusaciones más turbias y sórdidas hacia las fuerzas tradicionales.
Las recientes elecciones internas del 28 de junio, en verdad Primarias para elegir un candidato único a las elecciones Nacionales del venidero 25 de octubre , legitimizaron como grandes candidatos a José Mujica por el Frente Amplio , el ex líder guerrillero tupamaro; al Dr.Luis Alberto Lacalle por el Partido Nacional que va por una segunda banda; y por el Partido Colorado al Dr.Pedro Bordaberry, hijo del presidente democrático electo en 1971 y luego dictador en 1973.
Las encuestas de opinión dan un empate técnico en las intenciones de voto favorables a Mujica y a Lacalle. Aseguran por tal que no habrá una segunda Vuelta electoral y que los ciudadanos aún mareados serán decisivos para inclinar la balanza hacia un postulante, amén de no saberse con certeza cuál será la opción de miles y miles de ciudadanos sobre si se mantendrán -en el nuevo panorama de eto ecología política creado- leales a sus actuales partidos. Es que las elecciones internas de junio anterior fueron muy ponzoñosas entre quienes estaban formalmente dentro de las mismas filas. Quizás quedaron resquemores endodérmicos que no se ven en la epidermia pero que existen sin dudas en las profundidades del alma.
Al establecerse las respectivas fórmulas ( Presidencial y su Vice) tanto del Frente Amplio como del Partido Nacional, los fotógrafos se deleitaron tomando mil enfoques y ángulos del dúo de abrazados… es decir los mismos aquerenciados políticos que durante la campaña previa se denostaron con ácido rigor linguístico y estratégico.
La movilización hacia el 25 de octubre se hace sin debates de ideas, pero con abundancia de ganzadas tribunalicias. Se procura descalificar al adversario con denuedo. Y se está peleando cada voto con agresividades mayúsculas.
El candidato Mujica en Brasil, ayer se apeó de la idea de un gobierno único frentista y abrió una señal hacia un gobierno de coalición, todo lo cual indica que no cree demasiado en ganar desde una eventual primera ronda.
Su más firme contrincante Lacalle, le respondió que no acepta por ahora el vago ofrecimiento.
Lo cierto es que otra vez en esta etapa histórica del país, vuelven a ponerse potencialmente sobre el tapete los folclóricos y reales “pactos del chinchulín”, léase repartijas de cargos, favores y posiciones coaligadas tipo 3/2.
¿El Pueblo? ¡Confundido!

No hay comentarios: