martes, 4 de agosto de 2009

Alfredoooo ¡Dame una Copa de Peróxido!





En la ante penúl-tima charada exponíamos un tríptico del amigo coterráneo Luis Ferrer en el que se utilizaba con buen dominio plástico y visual, la técnica del dibujo y del color. Era el tema de "Los Gallitos Belicosos".
Luis es además un muy buen fotógrafo que ahora nos regala otro tríptico. El agua serena se oxigena en la amatoria de una atmósfera calma, sin meteoros, diáfana.¡Estupendas las imágenes!
Casi que me pareció que antes que un acuario paradisíaco, estábamos en presencia de una acuarela oxi-hidrogenada...químicamente hablando, h2 o2, peróxido de hidrógeno.(Acotando el nivel: agua oxigenada, esa que ciertas damas y aún caballeros, usan para teñir como el rubicundo Apolo, las hebras de sus cabellos en pos del dorado olímpico...amén de otros riesgosos empleos decolorantes en el campo industrial.)
Luis sintió vibrar su alma ecologista al escuchar mi juicio y, entre químicas, estéticas y fotografías, le asaltó su convicción eto-ecológica escribiéndome en catarsis:
-"Cuando uno analiza el “ordenamiento territorial” del Uruguay y sus consecuencias medioambientales le vienen escalofríos por el futuro.
Está claro que arrancamos con determinantes estructurales totalmente descabelladas.
Un puerto principal enclavado en medio de los aluviones de dos ríos como el Uruguay y el Paraná que hacen necesario acceder a él por “canaletas” que deben permanentemente dragarse.
Contrapuesto esto a un puerto oceánico natural como el de La Paloma, usado alternativamente y en exclusividad para un menguado turismo interno.
Zonas industriales por todo el país, ubicadas aguas arriba de los ríos principales, lo que hace que los efluentes de las fábricas pasen por las playas y ramblas de las principales ciudades. Para ejemplo la Pamer en Mercedes y la ex Norteña, Paylana, Paycueros Azucitrus y Azucarcito en Paysandú.
Pero los errores se repiten contemporáneamente y la novísima planta de Botnia también fue ubicada aguas arriba de Fray Bentos.
El uso de herbicidas sin mayores controles en las “muy de moda” plantaciones de soja, realizadas fuertemente por empresas de países vecinos, a limpiado cañadas y arroyos de todo el litoral.
Al igual que el cloro de las papeleras, transforma las corrientes de agua en límpidas piscinas. Sin vida orgánica.
Y…¡sigue el corso ¡
A la total desconsideración de las vías fluviales como sistema ecológicamente limpio y sustentable, se suma el desmantelamiento total de las vías férreas, sistema de transporte prioritario en los países del llamado “primer mundo”.
El costo del transporte carretero, al que debe sumarse un combustible caro y un mantenimiento de igual forma oneroso para un país sin petróleo, se agrega un diseño de “embudo” hacia Montevideo que no tiene transversales y dificulta enormemente las comunicaciones “horizontales”.
Sentados sobre el riquísimo acuífero Guaraní, no pensamos en él para nada. No conocemos su ciclo ni su formación. No sabemos si estamos influyendo positiva o negativamente sobre él.
Suponemos que una de sus zonas de “recarga” esta ubicada sobre el quiebre geológico de Tacuarembó-Rivera pero ¿lo estamos considerando?
Nos inundamos y nos secamos con igual periodicidad, pero ya no se ven molinos en el campo alimentando los antiguos “tanques australianos”. Tampoco se ven molinetes que aprovechaban el viento para generar energía.
Hemos abandonado, además de los ríos, también los vientos.
Eso sí, nos hemos llenado de siglas : MVTOMA, DINAMA, DINARA, etc.
Alfredo, como tu dices, ¡pásame una copa de peróxido !"

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