domingo, 10 de mayo de 2009

La "Influenza" Propagandística, Grave, como Pandemia de Chanchos.












En general los periodistas en todas sus versiones, desde los de prensa a los electrónicos, no se hacen demasiados problemas importándoles un bledo el empleo técnico que efectúan de los vocablos publicidad y propaganda. Los usan indiferenciadamente, como que sinónimos fuesen. Son términos parecidos, aunque dotados de especificidad lingüística. la flexibilidad extrema en su empleo indiscriminado, denota el carácter esponjoso de la victoria del habla, legitimada por el uso y abuso sinonímico ante la estoica lengua.
En este tiempo nuestro, de los uruguayos, en que la Propaganda asume un rol central en las acciones de las fuerzas políticas que bregan por convencer para luego acceder al Gobierno democrático mediante primarias elecciones partidarias internas en el próximo junio, que luego en octubre serán generales, importa reflexionar sobre el asunto por una elemental demanda de responsabilidad republicana.
-Publicidad es vender con sentido comercial, incluso colocar en el mercado de las ofertas ideas, no solo tapabocas contra una incierta pandemia, autos o celulares con ducha incluída….que siempre si el mensaje es inteligente habrá solicitantes.
-Propagandear es el intento de modificar conductas,o de reafirmarlas.Y cuando se habla de política como estrategia de conseguir parroquianos para el bando propio, no se tratará jamás de Publicidad, sino de Propaganda. No existe la Publicidad política; existe solo la Propaganda Política.
Larrañaga , por ejemplo, dijo que el principal enemigo de la victoria blanca era votar por su correligionario Lacalle.Ahora dice que no es así. Que es el Frente Amplio el único enemigo. Modificó su opinión porque lo liquidó la propaganda de las encuestas que dicen que el herrerista lo está devorando vivo en la disputa hacia las internas con más de siete puntos en el ranking.
Lacalle en tanto le teme a la propaganda frenteamplista que recuerda como sonsonete repetitivo el turbio pasado del gobierno del blanco en 1990-95 concluido con mucha gente procesada, encarcelada, cuando no bajo sospecha, por acusaciones y sentencias de manos sucias. Y pese a ser hombre al que le gusta el verbo, le disparó a lo que fue su gran recursos persuasivo. No quiere debatir con el sanducero, su rival doméstico, que va a traer al tapete, como nuevo Ramírez, hechos pretéritos. Modificó su conducta el líder presidencial con mandato cumplido.
Los frenteamplistas en el colmo de una soberbia que no es canon del país, se animaron a decir que ganaban aún llevando una heladera de candidato, privilegiando al banderín e ignorando al linesman. Pero, ironía de la vida, se les vinieron en tropel arrojadas por Damocles las manos en la lata , citaciones de varios de sus prohombres y promujeres ante la Justicia, malos negocios como los de Pluna , los terrenos de Santa Catalina en el Cerro, las inversiones en Bella Unión, la inseguridad galopante, la crisis creciente de la enseñanza, de la salud, la violación de los DD.HH en las cárceles como nunca antes, incluida la época de la Dictadura cívico militar del 73 al 85, según confesión del vocero austríaco Nowak de la ONU y del tupamaro Fernández Huidobro que las padeció en carne propia. Y otros enredos que dejamos en vivero para no aumentar el sucio borrador.
La propaganda blanquicolorada aprovechó la bolada y también insistió con encuestas harto difundidas las que recogían y plasmaban los tumores malignos del gobierno arriba señalados:la suma de los votos potenciales de los partidos fundacionales supera al izquierdismo, revelaciones de las empresas más conceptuadas.
Y esa propaganda hizo entrar el chucho a los presuntos desplazados por la heladera biónica que comenzaron a arrancarse los ojos entre sí, en simultaneidad con similar actitud entre los blancos.
Los colorados están tan muertos que sus escasa fuerzas no las distribuyen en luchas intestinas, sino en tener un cartelito o pasacalle más, o unos minutitos de televisión, evocando glorias ya perimidas e irrelevantes ante los apremios de nuevos tiempos y calamidades.
Mujica que no quería ser Presidente (¡!) se arrodilla frente al dueño del Puente de Gualeguaychú, el Sr. Kirchner, presidente consorte, para que le mande votantes radicados en la Argentina, que son ciudadanos pero no habitantes del Uruguay, al son de la murga “Agarrate Catalina” que abjuró del carnaval y se metió, junto a “Los Olimareños”, a propagandear, no a cantar en el concurso del Teatro de Verano del Parque Rodó. Y despedazó a Astori a lejanísimo tercer puesto, inventando la candidatura del sorprendido Carámbula. Una antropofagia política por culpa, además de codicias, de los estímulos inducidos por la propaganda del adversario.
El viejo ex guerrillero modificó la conducta, le inocularon propaganditis.
Saber todo esto sirve para estar más atentos, cuestión que no se nos cosifique, poniendo ojos, oídos y cerebro en estado del Alerta 8…que se nos viene la “influenza” propagandística como gripe de porquería, es decir de puercos.
La sociedad aspira a que toda actividad humana se haga con dignidad y que se publicite para conocer las bondades de un producto que uno desconocía. Pero que no se diga que venden asado y todo resulta un inmundo garrón, más caro que un pulpón de primera.
(I).-La Publicidad es buena y necesaria para la comunidad si maneja decencias. Si estas son desfiguradas estamos en presencia de un timo y orilla, en principio, la estafa. Por eso se crearon, digamos, Oficinas de Defensa del Consumidor.
(II).-La Propaganda es buena y necesaria para la comunidad si maneja decencias. Si estas son desfiguradas es un timo y orilla en principio, la estafa. A Ud. ni a nadie le gusta que en un Programa de Gobierno, por ejemplo, la Propaganda le informe que se hará esto o aquello y luego se haga todo lo contrario, valiendo lo mismo una cosa que la otra en un relativismo inmoral que denigra a los idéologos y lastima a las víctimas. En estos casos censurables, la política no ha creado ningún tipo de Oficinas Moralizadoras, sino protectoras ,tal las cameralistas industrias de los fueros, las negatorias a investigar, la fuerza compulsiva de votos sumados entre quienes deben proteger intereses vinculados al poder que se administra, no que se detenta, que lo que se detenta es ilegítimo. Aunque es trágico y penoso que poseyéndose cargas de legitimidad, no se las emplee en defensorías honorables. Así se debilitan las instituciones que, desprovistas de las inmunologías del pundonor, están expuestas a contingentes patologías, que el país ha conocido dolorosamente en tiempos muy recientes.

No hay comentarios: