jueves, 14 de mayo de 2009

El Uruguay Kitsh se Tribaliza.¡Vayamos Urgente a la Cueva del Oso!

El gardeliano oso argentino














El "oso" uruguayo en una tierra donde no los hay...

...aunque muchos parecen plantígrados, metiendo la pata y la mano fuerte... o durmiendo perezas mientras todo se viene abajo.



Fue inaugurada con la presencia del Dr.TabaréVázquez, Presidente de la República, y del Intendente Municipal de Montevideo Ing. Ricardo Ehrlich, la exposición itinerante “Osos Amigos por la Paz” que presenta aquí la Embajada de Alemania con los auspicios de la ONU.
Son 140 esculturas vítreas que llevan simbologías de miembros de la Organización multinacional. tras dejar sede anterior en la Argentina .
El país limítrofe también mandó su oso que lucía en la panza la imagen del célebre icono tanguero Carlos Gardel sobre cuya nacionalidad existen dudas y disputas entre los partidarios de la nacencia francesa y de la uruguaya..
Al rato de la instalación, el plantígrado del tenorino de Tacuarembó fue rociado con una pintura que arruinó la figura del cantor de “Mi Buenos Aires Querido”. La Policía ya decidió poner guardias especiales para custodiar la osolandia artificial instalada en la Plaza Independencia capitalina.
Las interpretaciones han sido diversas respecto a la acción depredadora contra la importada “fauna artística” polar, verdadero estilo kitsch, pues se entendió por opinantes que en la rociada gardeliana hubo una mojada de oreja procedente del otro lado del River Plate. Otros en tanto censuran la reacción que profanó razones de hospitalidad. Incluso no faltan quienes piensan que Argentina homenajeó amistosamente la localía colocando al uruguayo Gardel en exhibición mediante la escultura .
En fin…un tema con varios bemoles, casi frívolos, si pensamos que el Uruguay está experimentando serios problemas de desintegración de su sociedad, expuestos en el bajo nivel de su clase política enfrascada, aún dentro de unas mismas parcialidades, en prácticas sine nobilite cuando se procesa una campaña proselitista de elecciones primarias internas para elegir en junio los respectivos candidatos a la Presidencia de la República, con plebiscito general en octubre de este año.
A su vez la sensibilidad popular fue conmovida por el asesinato de dos jóvenes de 17 años que con la excusa extemporánea de rivalidades deportivas define la creciente devaluación de la vida humana, la imparable inseguridad, la congelación del Estado con sus ineficientes aparatos políticos y policiales inicuos para contener la ola de criminalidad. Más grave aún, la subversión de las explicaciones travestidas, pese a las forenses pruebas, y que son presentadas como meras “sensaciones térmicas” estimuladas por la prensa, cualificada de esa manera como insensata actividad“meteorológica”.
Todo ello promueve inacciones que ya empiezan a tener perfiles dolosos en las flagrantes omisiones del cumplimiento de los fines esenciales del Estado. Las jerarquías callan, desde las más altas hasta sus mandos medios, mientras susurros con deseos de mutar a gritos reabren antiguas soluciones. Ya hay voceros de volver a reimplantar la pena de muerte o crear escuadrones de la muerte, análogos a los de la última dictadura que padeció la nación, o más lejanos en el tiempo, caso del asesinato de familias charrúas en el arroyo Salsipuedes y en "Los Talas del Sacrificio” planeados con estrategias de traición a las convenciones de la guerra.
Autoridades de mucho peso en el actual gobierno sufrieron en carne propia las terroríficas persecuciones de la tiranía del hoy encarcelado Gral. Gregorio Alvarez . Lamentablemente para ellos y más para el país ,con el retorno a la democracia cargaron la idea paranoica de que todo principio de autoridad es perverso. Ello se refleja en los quietismos actuales pues subyace el temor que aplicar conceptos universales de represión frente a la delincuencia es medida opresora y madre de estigmas. Así se nutre un rasgo de conducta patógena que en determinados sectores constituye una “normalidad”consensuada de la que se hace orgullosa gala. Y que, por ejemplo, en los espetáculos populares se corean las infamias en el nivel de “epopeyas”. Delinquir sin aprensiones , incluso adelantar por sitios web las amenazas que se concretan mórbidamente al tomar condición real.
Las deleznables prácticas tribales transforman en brutal anomia la coexistencia urbana en la metrópolis , alejada así gradual e insensiblemente de las normativas civilizatorias.
….
Yo soy un mitólogo confeso. Me han advertido amigos, y otros que no lo son, que por serlo pagaría el precio de un empobrecimiento a la interioridad de mi ser. Alegan que los mitos son formas del pensamiento inferior, pre lógico, irracionales y ponen al creyente en condición de dependencia del prójimo lúcido que maneja el “logos”, la razón y la inteligencia.
No me importa demasiado pues la idolatría de las racionalidades ha acarreado,también, tremendos dramas personales y de pueblos.
A mi vida, que es la mía, le ha resultado funcional pese a que tengo, como cualquier mitólogo desventuras y expectativas –y las tienen dialécticos, sabios e intelectuales de nivel-, amén de algunas mínimas y muy queridas recompensas de trayectoria existencial que compensan cadencias de fracasos ocasionales.
Creo en el mito totémico del oso.
El mito tiene una epidermis que es anécdota en el canon literario fantasioso, cuasi infantil. Pero retirando la piel protectora que oculta el camuflaje, aparece la síntesis del mensaje que alumbra la recopilación de la sabiduría acumulada por toda la humanidad ancestral. Será porque también creo que el cociente del cavernario Hombre de Cro Magnon –el que pintó las cuevas de Altamira y domeñó el fuego- tiene la misma capacidad potencial que la más ilustre y última generación de egresados de Harvard, futura proveedora universal de Premios Nobel.
El oso es totémico.Es tabú. Fuerte. A veces se yergue en dos patas aceleradas y aceradas, orgulloso y arremetedor
En otras, prefiere la firmeza conservadora de las cuatro.
A su momento reconoce llegado el momento de la meditación y se retira solitario a la cueva, como tantos bípedos de fama historiográfica lo hicieron al desierto en actitud de anacoretas y de mesías de nuevos soles. Dicen los ingenuos, o los muy zoológicos, que a dormir.¡No! El oso totémico va a reflexionar. A pensar. A realizar balances constrictos. A ponerle un poco de freno a sus locuras que la vida acumula rupturas de equilibrios entre las “aceleraciones” y los “frenajes”. Se aísla para potenciar templanzas filosóficas que depuran anomalías.
Después, más fresco, hechas las catarsis, acondicionadas las ideas, con sus retroalimentaciones existenciales, sale de la guarida para reiniciar el dinamismo de las horas.
Le espera la nueva primavera de la regeneración, renovado en cuerpo y alma.
El Uruguay, caminando al borde de la degradación y desintegración como sociedad, tiene que ir, de acuerdo a la disciplina fermental del mito, a la cueva del oso. Urgente. De lo contrario desapareceremos como nación.
¿Cuál es la representación, entonces, del oso uruguayo que nos hubiese gustado en la Plaza Independencia de Montevideo?
El oso que allí está…que siga. En su box. Tal cual lo trajeron. No cuestiono: de por medio estará el derecho de expresión de un compatriota, seguramente bien inspirado.
Pero, yo, si fuese mía la alternativa, pondría otro más. Por derecho de piso en algún rincón de la plaza, mirando a Artigas.Un oso desnudo, sin pinturas, en la posición que inmortalizó Rodin para su musculoso pensador.

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