-Balance-
Alfredo Saez y Jorge Koster
...amigos y compañeros, como antes sí,
no aparecen en los cenas notivagas
ausencias que tanto duelen y apenan...
**
Ya no soy en mi
la tersa piel de ayer,
el reloj puso las arrugas
llevándose elásticas tersuras,
ojos sin parpadeos a la hora del recreo,
que ya, viejo, atento miro solo lo invisible.
Vigorosa la mente aún no se fatiga
goza en alerta nostalgias y recuerdos
de esos tiempos que altivos partieron
hacia alquimias propiedad de brujos renovados.
Ágil la memoria se acicala, viajera tenaz,
penitente y peregrina de hedónicas acuarelas.
La introspección triste nos advierte:
amigos y compañeros, como antes sí,
no aparecen en los cenas rotativas
ausencias que tanto duelen y apenan,
cercano tremolar de bandera blanquinegra.
Niñez indiferente a definir futuros largos,
presente inmediato, lúdico y audaz explorador
de las propuestas en la misteriosa vida inicial
trocada en profundos hitos de intercambios,
ciclotímicos entre adolescentes triunfos y derrotas.
Madurez luego de anclajes desde fines e ideales
mientras Biologìa y Ética recogen los sembradíos
amada descendencia de amores y clamores.
Intentos de vencer a Cronos en pura eternidad,
canto premial al apellido y al linaje marginal
cuestión de laudar un vero ocaso asumido
recepción entre Caronte y su Cancerbero
....ó el muy deseado abrazo con Jesús el nazareno!
...amigos y compañeros, como antes sí,
no aparecen en los cenas notivagas
ausencias que tanto duelen y apenan...
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Ya no soy en mi
la tersa piel de ayer,
el reloj puso las arrugas
llevándose elásticas tersuras,
ojos sin parpadeos a la hora del recreo,
que ya, viejo, atento miro solo lo invisible.
Vigorosa la mente aún no se fatiga
goza en alerta nostalgias y recuerdos
de esos tiempos que altivos partieron
hacia alquimias propiedad de brujos renovados.
Ágil la memoria se acicala, viajera tenaz,
penitente y peregrina de hedónicas acuarelas.
La introspección triste nos advierte:
amigos y compañeros, como antes sí,
no aparecen en los cenas rotativas
ausencias que tanto duelen y apenan,
cercano tremolar de bandera blanquinegra.
Niñez indiferente a definir futuros largos,
presente inmediato, lúdico y audaz explorador
de las propuestas en la misteriosa vida inicial
trocada en profundos hitos de intercambios,
ciclotímicos entre adolescentes triunfos y derrotas.
Madurez luego de anclajes desde fines e ideales
mientras Biologìa y Ética recogen los sembradíos
amada descendencia de amores y clamores.
Intentos de vencer a Cronos en pura eternidad,
canto premial al apellido y al linaje marginal
cuestión de laudar un vero ocaso asumido
recepción entre Caronte y su Cancerbero
....ó el muy deseado abrazo con Jesús el nazareno!
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