-El Malo...que no sabía que lo era.-
No me has dicho Malaquías aún/
cuál es el secreto y fétido refugio/
de tu vacua e insana hora del betún,/
ciega oscuridad de todo vil artilugio./
De qué huyes que el día es claro/ y las corolas danzan sus pétalos,/ floral gratuidad , desidia del avaro/ en la ruin asamblea de los malos./
No diste el abrazo al doliente/ que su dolor volaba inconsolable/ y gozabas con la herida tridente,/ tan afilada punción irreparable./
Brotan de las sombras ficticias/ dando pena el marfil de tu sonrisa,/ de nada valdrán falsas las caricias,/ tampoco el infortunio de la sacerdotisa./
¿Qué has hecho, inicuo malvado?/ tan natural que conduces tu deriva/ desde ese cruel mandato enmascarado/ falsamente redimido en obediencia debida./
Te ha resultado fácil justificarte/ en pérfida ideología sin cimiento/ que maléficos consiguieron hospedarte,/ sin apremio, sin barato remordimiento.
De qué huyes que el día es claro/ y las corolas danzan sus pétalos,/ floral gratuidad , desidia del avaro/ en la ruin asamblea de los malos./
No diste el abrazo al doliente/ que su dolor volaba inconsolable/ y gozabas con la herida tridente,/ tan afilada punción irreparable./
Brotan de las sombras ficticias/ dando pena el marfil de tu sonrisa,/ de nada valdrán falsas las caricias,/ tampoco el infortunio de la sacerdotisa./
¿Qué has hecho, inicuo malvado?/ tan natural que conduces tu deriva/ desde ese cruel mandato enmascarado/ falsamente redimido en obediencia debida./
Te ha resultado fácil justificarte/ en pérfida ideología sin cimiento/ que maléficos consiguieron hospedarte,/ sin apremio, sin barato remordimiento.
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