martes, 6 de marzo de 2018

Igualdad y Equidad: términos conceptuales parecidos, aunque no idénticos.

La imagen es elocuente sobre los riesgos de pensar solo en términos de "igualdad" y no , como debe ser, de Equidad.¿Para qué le sirve al niñito del dibujo la "igualdad" de la tarima? ¡El botija necesita que sean con él equitativos ofreciéndole una base mayor y por ende desigual a la de sus acompañantes de voyeurismo!


.-Hemos hecho de la palabra "Igualdad" un valor a defender como caro principio de justicia. Desde la Revolución Francesa hemos leído y escuchado bregar por la "liberte, igualité y fraternité". También asumimos que las balanzas, con los platos a un mismo nivel, son el símbolo de la igualdad justiciera....y en la propia simbología de la dama de la Justicia , tapamos los ojos para que no vea desigualdades... ¡cÓmo que todos fuesen iguales a todos!
-Si bien para ciertos casos a la Igualdad, cuando se la quiere fortalecer en tanto axiología frente al acecho turbio de diferenciaciones, prebendas, sinecuras, nepotismos, clientelismos y sexualiddes,etc. recurrimos a ella para fortalecer en la pasión publicitaria de una virtud a afianzar - o a dinamizar- mediante los clásicos eslóganes de " Viva la Igualdad!".
- Puede corresponder la exactitud irreprochable del término. No lo negamos a ultranza. Pero en la mayoría de los casos conlleva un error , quizás sin malicia por falta de intención, no obstante su ineludible talante equivocado.No se pueden forzar las "igualdades" entre desiguales cuando, los factores de esas diferenciaciones, son naturales o producto de acumulaciones sociales en el tiempo y en el espacio. ¡Los humanos no son iguales! Véase que existen dos sexos, uno masculino y otro femenino lo cual determina, por ejemplo, conductas complementarias, de agonismos y antagonismos. Tampoco lo son por su biología racial.Y ademas, no lo son por la etapas del desarrollo en que cada grupo se encuentre con respecto a los individuos de su mismo sangre y lazos que, algunos, viven su niñez, otros la adultez y el resto la edad provecta.
Esas diferencias no pueden llevar,sea desde el punto de vista político en el ejemplo, a leyes iguales para ciudadanos, ó súbditos, que son , decíamos,diferentes..Deben legislarse Licencias por parto solo para unos y no para todos.De tal forma, las normas no serán siempre generales. El voto sólo para quienes han alcanzado la presunta madurez de los 18 años y no para bebés.
-Las leyes,entonces, deben evitar que esas diferencias se estiren y conmuevan injustamente a los integrantes de una misma sociedad.Esa es la misión del concepto y de la acción de Equidad:Favorecer a los niños para no desampararlos frente a sus adultos.A las madres en el acto de dar a luz y apoyarlas en sus consecuentes responsabilidades de asistir al nuevo ser, desvalido en origen.... que no es responsabilidad in totum del progenitor, pese a que ya hay normas que alcanzan al denominado derecho de paternidad.

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