El Uruguay consolida un bloqueo cultural de inoperancias:Cuando la Culpa no es del "otro", siendo nuestra, nos araña la Gata Flora.
-A CORO,MENOS DOS...: -"Maestro! Yo No!"
Jesús: -“Uno de Uds. me traicionará”.
No.1.- “Maestro!¡¿Cómo podís decir eso de mí!?
No.2.- “A mí que me revisen¡Soy Inocente!.Será otro.Yo no.
No.3.- “Por el Dios Padre… ¿¡Acusado yo, con esta inocencia angelical en mi rostro!?
***
Mientras en el Uruguay no se asuman responsabilidades, se explicará la razón de los quebrantos chicos y grandes, con la culpa elusiva del “otro”, ese anónimo receptor de afecciones ajenas.
Ante cualquier detección de problemas, emerge siempre la primaria actitud excusativa de los inocentes comensales criollos en su última comunión nacional.
Los perfiles psicológicos de los reos puestos “bajo sospecha” van desde la vehemencia hasta la pusilanimidad que sólo Leonardo, con su genio fantástico, pudo aprisionar en las profundas realidades del pincel de la Vida,cautivado de placidez y drama.
Esquema mental escapista -verdadera paranoia social- corroe las conductas erráticas de la gente.
Y un agregado mórbido: Si se erigen soluciones que implican acciones y esfuerzos encarados con aprontes de seriedad, no convencen al común los resultados. La folclórica Gata Flora, reina del desdén a todo, corona las semblanzas. ¡Ay con esta Flora! si la acarician, grita… y si no, llora!!
Jesús: -“Uno de Uds. me traicionará”.
No.1.- “Maestro!¡¿Cómo podís decir eso de mí!?
No.2.- “A mí que me revisen¡Soy Inocente!.Será otro.Yo no.
No.3.- “Por el Dios Padre… ¿¡Acusado yo, con esta inocencia angelical en mi rostro!?
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Mientras en el Uruguay no se asuman responsabilidades, se explicará la razón de los quebrantos chicos y grandes, con la culpa elusiva del “otro”, ese anónimo receptor de afecciones ajenas.
Ante cualquier detección de problemas, emerge siempre la primaria actitud excusativa de los inocentes comensales criollos en su última comunión nacional.
Los perfiles psicológicos de los reos puestos “bajo sospecha” van desde la vehemencia hasta la pusilanimidad que sólo Leonardo, con su genio fantástico, pudo aprisionar en las profundas realidades del pincel de la Vida,cautivado de placidez y drama.
Esquema mental escapista -verdadera paranoia social- corroe las conductas erráticas de la gente.
Y un agregado mórbido: Si se erigen soluciones que implican acciones y esfuerzos encarados con aprontes de seriedad, no convencen al común los resultados. La folclórica Gata Flora, reina del desdén a todo, corona las semblanzas. ¡Ay con esta Flora! si la acarician, grita… y si no, llora!!
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