domingo, 9 de diciembre de 2007

Un evangelio según la charada.


*En aquellos tiempos, que son todos los tiempos, había mucha gente, una discriminada por la pobreza, otra por género, por raza, exclusión laboral, ignorancia y por precariedades salutíferas.
*Todos aguardaban por un salvador que trajese equidad a los espíritus en los escasos momentos en que la alienada lucidez, pudiera imponerse sobre la resignación defensiva provocada por los pesares.
*Se creía en un milagro de sesgo restaurador mediante un equilibrio compensatorio que hiciese menos penosa la impotencia.
* Por esos días vinieron profetas y trajeron todas las recetas para la salvación .
* Fueron tres décadas de arengas edulcoradas, bálsamos que llegaron a oídos de los que querían oír que así potenciaron su credulidad, unidos para no ser jamás vencidos , esperando tronos de igualdad y de transparencia celofánica.
* Finalmente consiguieron el propósito y el destino quedó en las anunciadas manos proféticas de los progresistas camaradas sin el molesto contrapeso de los culpables de la anterior situación, los que quedaron totalmente marginados de co gestión y enfermaron de congestión.
* Todavía más desde que la catequesis de los nuevos apóstoles era absoluta. Los antiguos y descastados colegas, fueron encarcelados en cárceles de exclusividad o en domicilios, condenas y sentencias de sus desmanes.
*Otros, sin embargo, quedaron no obstante absueltos y sin acusaciones, pues no era delito tipificar la inacción, conservando influencias formales y huecas, manteniendo vacías las cátedras en Cámaras apologéticas del "Nuevo Orden", solo manifestándose los que apenas llegaron a ellas como mero mostruario de exangues pluralismos de efecto demostración, en exhibiciones pugilísticas, más deportivas que de imprescindibles magisterios controlativos dirigibles hacia la soledad en el mando exclusivista y autoritario de los mandones, ya perdida por nihilismos y ausencias, la responsabilidad culposa de las perezas cognitivas. Daba pena la oposición al régimen.
* No obstante, no había dado el sol tres veces su movimiento aparente alrededor de la Tierra, cuando la transparencia se borró . El cristal de la pureza estalló hecho añicos por los golpes de esas novicias manos consagradas que saquearon, furtivas y profanadoras, el arcón de lata construido en la pasada década del 71 sagrado.
* Lo violaron por pecado de egoísta y traicionera impaciencia personal.
* Si el sol viaja en apariencia, cómo no irían a navegar también los que adoptaron como símbolo de su apostasía el signo solar de viboreantes rayos a medio salir, mitad para aparentar , mitad ubicados en la clandestinidad de la oscuridad.
*Futuros fiscales , jueces y carceleros, se aprestan a construir más templos de reclusiones pues la fe fue duramente lastimada por la mentira y reclamará a su turno justicia y verdad. Serán inminentes más juicios penales sobre el nuevo y triunfante clero, clientes y familiares, que comienzan frente a la virtual amenaza a tiritar, pero preparándose malignamente ante la certeza del conflicto, interesándose en las cotizaciones de los insumos en los mercados de los gatillos , fulminantes y pólvora que pululan por el mundo.
*Expulsaron, como si Judas fuese desde el minarete mayor, al muezzin Licandro cuando llamaba a la oración del perdón.
* Pero los penitentes víctimas del error, en su ingenuidad maltrecha, aún no saben ahora en quién confiar tras la estafa sufrida desde sus prohombres mentirosos . Ni en hermanos. Miran al costado, atrás, y sólo se ven poquitos, pese al empleo de lupas poderosas. Observar hacia atrás conlleva el riesgo de transformarse en estatua de sal.
* Van al desierto a purificarse y cantan salmos, escuchándose estas alabanzas reparando en los cielos: "Te estoy buscando General de Poncho Blanco ; a ti también Viejo cano del Sobretodo grande que abrigue mis inclemenecias junto a ese General enjuto del cuidado bigotito que comandó tropa ya arrepentida; que Barrabás no ponga otra vez en marcha sus legiones armadas con el totem del tatú y la metralleta".
*Con más fuerza se canta otro: "Padre Nuestro, baja a las praderas del Uruguay y el Plata y deja esta vez al Hijo en el paraíso al cuidado de los peajes".
*Amén.

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