lunes, 20 de agosto de 2007

Juventud, Divino Tesoro!, pero la Vejetud...¿Qué?


Se discute en el Uruguay cúal debería ser la edad promedio para ingresar o egresar a las funciones laborales. Las ofertas que se publican ponen la cifra fatídica de los 35 años como tope final de admisión.El que lo sobrepasó, parecería que ya tiene adscripto en el curriculum devaluado, el epitafio de su virtual expiración. Todo un drama en un país donde las fuentes de subistencia son tan gelatinosas como escasas.
Problema polifacetado si los hay, que arranca quizás con la pregunta clave: la vejetud, la ancianidad, la adultez mayor ¿ cúando comienza?, ¿ se acompaña siempre con la disminución física y mental para la asunción de ciertas tareas? ¿Cúales tareas?¿Existe una edad hito de generalización o hay que ver exclusivamente casos particulares por vía de las técnicas de las entrevistas laborales?¿ El caso de las aferradas gerontocracias en el Parlamento y en la Administración Central, es condición de rendimiento, cuando apreciamos a unos mismos a la vez votar incoherentemente contra el “coscorrón” a los niños y a favor de la “despenalización del aborto” o, entre gallos y medianoches, apresuradas manos de yeso decirle sí a Chavez en el MERCOSUR para que a las 24 hs el Boina Roja no viniese a Montevideo a recibir la obsecuencia , y tantas otros ejemplos de caducidad de la pretensión legislativa por gillipollez intelectual, incluidos ,también, gobernantes de 25 a 35 años? ¿Están lelos?
Ingresar un anciano a un puesto laboral -65 años para arriba es la edad convencional de comienzo de la vejez-, formarlo para cursos de capacitación, cuando a los 70 se puede ir por jubilación ¿no es una irracionalidad administrativa?¿Ingresar a un pibe de 18 que arrastra la contemporánea sub cultura del menor esfuerzo con visos de fobia a la pala, no es, también, otra irracionalidad? ¿Es cierto el nuevo dato científico que revoluciona anterior concepción: las neuronas tal lo que se afirmaba con contundencia ayer en los ámbitos académicos, pese a la edad se siguen reproduciendo lo más campantes hasta la muerte del individuo si se les ejercita en tareas de pensamiento y acción vivaz? De ser así, se incorpora a la discusión un elemento de gran consideración en el debate.
¿Qué dicen los estudios sobre el “empolvamiento” en que caen los funcionarios a los 40/45 años, muchos antes, encarcelados por la rutina y, por ende, obligando al empleador a dotarse de un plumero insensible y salvaje para moverlos “out” de su apoltronamiento? ¿Sirven los “yuppies”, esos talentosos niños con biberón, o por lo menos imberbes que, a pura intuición e inteligencia, hacen la operación más brillante para las ganancias de la empresa….y, al ratito, la soberbia del embalaje y de la fama precoz se lleva, en un error de cálculo posterior con sello y firma de los “genios”, los logros anteriores junto a pérdidas irreversibles, irrecuperables luego, gazapos que la vigilia de un veterano hubiese preotegido?

No hay comentarios: